¿Por qué elegí esta ilustración?
¿Por qué elegi esta ilustración?
lunes, 14 de noviembre de 2011
Al tener un varón, la mujer adquiere por mandato biblico y de muchas culturas el derecho a ser ciudadana tomada en cuenta y no morir de mengua
Un trozo para reflexionar el papel de la mujer en la tradición judía que coloco
porque mi vivencia al tener en tercer lugar de mis descendencia a mi hijo,
varón, entendí por el entorno de las enfermeras, el humor del obstetra y por mi
misma reacción en sala de partos y luego en mi habitación, que ese saberse madre
de un varón, es algo atávico, enseñado generación tras generación y tiene una base
tan profunda en la tradición de la raza humana, cualquiera sea su historia o
cultura, que cuando se tiene el varón se "adquiere el DERECHO a ser ciudadana,
a ser tomada en cuenta en la sociedad, a no estar condenada a morir de mengua
ni condenada como estéril. Es algo que se siente en la sangre y da un orgullo
inmenso ante el mismo padre de la criatura y de la sociedad en pleno, que de
verdad si no lo viví no lo creía
Moysés toma las genealogías del género humano: Homero cuenta las peregrinaciones de un hombre , Moysés las peregrinaciones de un pueblo : Homero nos hace asistir al choque violento de la Europa y del Asia; Moysós nos pone delante las maravillas de lacreación : Homero canta á Aquiles; Moysés á Jehová: Homero desfigura á los hombres y á los diuses: sus hombres sou divinos, y sus dioses humanos. Moysés nos muestra sin velo el rostro de Dios y el rostro del hombre. El ágüila homérica no subió mas alta que las cumbres del Olimpo, ni voló mas allá de los griegos horizontes- El águila del Sinai subió hasta el trono resplandeciente de Dios y tuvo debajo de sus alas todo el orbe de latierra. En la epopeya homérica todo es griego, griego es el poeta, griegos son los dioses: griegos son los héroes. En la epopeya bíblica todo es local y general á un tiempo mismo. El Dios de Israel es el Dios de todas las gestes: el pueblo de Israel es sombra y ligura de lodos los pueblos; y el poeta de Israel es sombra y figura de todos los hombres. Entre la epopeya homérica y la bíblica , entre Homero y Moysés, hay la misma distancia que entre Júpiter y Jehová, entre el Olimpo y el cielo, entre la Grecia y el mundo.
Ya lo veis, señores, para los que como nosotros comprenden la inconmensurable distancia que hay entre la divinidad gentílica y la hebrea, y entreel sentimiento religioso del pueblo de Dios y el de los pueblos gentiles, la causa de la índole diversa desús grandes monumentos poéticos no puedeser una cosa recóndita y oculta ; éralo en tiempos pasados, cuando todas las gentes andaban en tinieblas, y cuando la naturaleza del hombre y la de Dios eran secretas á todos los sabios escondidos. Pero como quiera que no podéis tener por ocioso y por fuera de sazón que mayores torrentes de luz esparzan la claridad de sus rayos sobre tan ardua y tan importante materia, bueno será que haga una estación aquí para llamar vuestra atención hacia la distancia que hay entre la muger hebrea y la gentílica, y hácia los diversos encargos que les dieron esas gentes en los domésticos hogares.
Y no eslrañcis, señores, que inmediatamente después de baberos hablado de Dios os hable de la inu•gejr. Cuando Dios enamorado del hombre, su mas perfecta criatura, determinó hacerle el primer don, le dió en su amor infinito á.la muger para que esparciera dores por sus sendas y luz por sus horizontes. El hombre fué el señor , y la muger el ángel del paraíso. Cuando la muger cometió la primera de sus flaquezas, Dios permitió que el hombre cometiera el primero de sus pecados para que vivieran juntos: juntos salieron de aquellas moradas espléndidas con el pié lleno de temblor, el corazón de tristeza y con los ojos oscurecidos con lágrimas. Junios han ¡Jo atravesando las
edades; su mano puesta en su frente, ahora resistiendo grandes torbellinos y tempestades procelosas, ahora dejándose llevar mansa y regaladamente por pacíficos temporales surcando el mar de la vida con grande bonanza y con sosegada fortuna. Al herir Dios con la vara de su justicia al hombre prevaricador, cerrándole las puerlas del delicioso jardin que para él habia dispuesto con-sus propias manos; tocado de misericordia, quiso dejarle algo que le recordara el suave perfume de aquellas moradas angélicas, y le dejó á la muger, para que al poner en ella sus ojos pensara en el paraíso.
Antes que saliera del Edén Dios prometió á la muger que de sus entrañas naciera , andando el tiempo, el que habia de quebrantar la cabeza de laserpiente. De esta manera el Padre de todas las justicias y de. todas las misericordias juntó el castigo con la promesa y el dolor con la esperanza. Conservóse completa esta tradición primitiva, según la cual la muger era dos veces santa , con la santidad de la promesa y con la santidad del infortunio, éntrelos descendientes de Scih que merecieron ser llamados hijos de Dios: alteróse empero notablemente entre los descendientes de Caín, que por su mala vida y estragadas costumbres fueron llamados hijos de los hombres: los primeros respetaron á la muger, uniéndose con ella en latierra con el vinculo sanio, uno é indisoluble que el mismo Dios habia formado en el cielo: los segundos la envilecieron y degradaron instituyendo lapoligamia, mancha del lecho nupcial; siendo Eaniech el primero de quien se cuenta que tomó por suyas dos mugeres. Con estos malos principios fueron los hombres á dar en grandes estragos, hasta que generalizada la corrupción, so hizo necesaria la intervención divina y la subsiguiente desaparición de los hombres de sobre la faz déla tierra, cubierta toda con las aguas purificaderas del diluvio. Aplacado el rostro de Dios volvió á poblarse la tierra, conservando empero, para perpetua enseñanza de los hombres claros testimonios de sus ¡ras: dispersáronse los hombres por todas sus zonas y se levantaron por todas parles grandes imperios compuestos de diversas gentes y naciones. Hubo entonces, como en los tiempos antidiluvianos, quienes fueron llamados hijos de Dios, y otros que se llamaron hijos de los hombres: fueron losprinieros los descendientes de Abrabam, de Isaac y de Jacob, que llevan en la historia el nombre de hebreos: fueron los segundos los otros pueblos de la tierra, que llevan en labisloria el nombre de gentiles.
Desfigurada entre los últimos la tradición de la muger, no llegó hasta ellos sin una vaga noticia de su primera culpa , y no vieron en ella otra cosa sino la causa de todos los males que afligen al género humano: borrada por olra parte casi de todo punto la tradición del matrimonio instituido en elcielo, los pneblos gentiles ignoraban que la muger liabia nacido para ser la compañera del hombre, y la convirtieron en instrumento vil dé sus placeres y en victima inocente de sus furores. Por eso instituyeron, como sus ascendientes antidiluvianos, la poligamia, que es el sepulcro del amor; y por eso la dieron, cuando así cnmplia á sus antojos livianos, libelo de repudio instituyendo el divorcio^ que es la disolución déla sociedad doméstica, fundamento perpetuo de todas las asociaciones humanas. Por eso la hicieron esclava de su esposó, para que estuviera sin derechos, y para que permaneciera perpetuamente en su poder, como una victima i quien la sociedad pone en manos del saerificador, ó debajo de la mano de su verdugo.
Esto sirve para esplicar porque el amor, que es para nosotros el mas delicioso de todos los consuelos, era considerado por los gentiles como un castigo de los diosas. El amor entre el hombre y la muger tenia a]%o de contrario á la naturaleza de las casas, que repugna como un sacrilegio loda especie de unión entre seres entregados por la cólera divina á enemistades perpetuas. Cuando en los poemas griegos aparece el amor, luego al punto pasa por delante de nuestros ojos un fatídico nublado, síntoma cierto de que están cerca los crímenes y las catástrofes. El amor de Helena la adúltera pierde á Troya y al Asia; el amorde una esclava, siendo causa del ffcio indolente y desdeñoso de Aquilcs, pone á punto de sucumbirá losgricgos y ála Europa. Hasta la virtud en la muger era presagio de tremendas desventuras. La honestidad de las mugeres latinas puso el hierro en las manos romanas, y por dos veces produjo la completa perturbación del Estado. Las catástrofes domésticas iban juntas con las catástrofes políticas. El amor toca con su envenenada flecha el corazón de Dido, y arde en llamas impuras, y se consume en los incendios de una combustión espontánea. Fedra es visitada por el dios, y siente desfallecerse como si hubiera sido herida por el rayo, y discurre por sus venas una llama torpe y corrosivo vitriolo. Vosotros los que os agradáis en las emociones de los trágicos griegos , no os dejéis llevar de sus peligrosos encantos, que son encautos de sirenas. Esos amantes que allí veis están en manos de las Euménides : huid de ellos, que están señalados con la scüal de la cólera de los dioses, y están tocados de la peste. La muger hebrea era por el contrario una criatura benéfica y nobilísima. Poseedores los hebreos de la tradición bíblica, y sabedores del Dn para que la muger fué criada, la levantaron hasta sí, amándola como á compañera suya, y aun la pusieron á mayor altura que elhombre, por ser la muger el templo en donde liabia de habitar el Redentor de todo el género humano. No fué á la verdad el matrimonio entre la gente hebrea un sacramento como lo lia
bia sido antes en el paraíso, y como habia de serlo en la plenitud* de los tiempos : fué sin embargo una institución grandemente religiosa y sagrada,'al revés de lo que era en las naciones gentílicas. Las bodas se celebraban al compás de las oraciones que pronunciaban los deudos de tofnjisposos para traer sobre la nueva familia las bendiciones del cielo: con estas solemnidades y estos ritgs se (¡(flebraron las bodas de Rebeca con Isaac, de Ruth con Boor y de Sara con Tobías. El gran legislador del pueblo hebreo habia prometido la poligamia y el divorcio, desórdenes difícil es de ser arrancados de cuajó cuando tan hondas raices habian echado en el mundo, y sobre todo en sus zonas orientales. Esto no obstante , ni eldivorcio ni la poligamia fueron tan comunes entre la geote hebrea como entre los pueblos gentiles, ni produjeron allí la disolución de la'sociedaddoméstica , naturalizadas como estaban aquellas instituciones" con saludables y santas doctrinas : por lo que hace á la esclavitud de la muger, fué cosa desconocida en el pueblo de Dios, como quiera que la esclavitud no se compadece con aquella alta prerogativa de ser madre del Redentor, otorgada á la muger desde los tiempos adámicos.
Las tradiciones bíblicas que fueron causa de la libertad de la muger, fueron al mismo tiempo ocasión de la libertad de los hijos: los de los gentiles caian en el poder de sus padres, los cuales tenian sobre ellos el mismo derecho que sobre sus cosas: los de los hebreos eran hijos de Dios, y uno de ellos habia de ser el salvador de los hombres. De aquí el santo respeto y ternísimo amor de los hebreos á sus hijos, igual al que tenian á sus mugeres: de aquí el esquisito cuidado de las matronas en amamantar á sus propios pechos á los que habían llevado en sus entrañas: siendo tan universal esta costumbre que solo se sabe de Joas, rey de Judá, de Mifiboselh y de Rebecá que no hayan sido amamantados á los pechos de sus madres. De aquí las bendiciones que descendían de lo alto sobre los progenitores de una numerosa familia y sobre las madres fecundas: sus nidos son la corona de los ancianos, dice la Sagrada Escritura. Dios habia prometido á Abrabam una posteridad numerosa, y esa promesa era considerada por los hebreos como una de las mas insignes mercedes: de aquí la esmerada solicitud de sus legisladores por los crecimientos de la población; cosa advertida ya por Tácito, que hablando del pueblo hebreo, observa lo siguienle: ~Augendes (amen mulliíudini consutitur: namel necare quemquam ex agnatis nefas.
Si ponéis ahora la consideración en' la distancia qne hay entre la familia gentílica y la hebrea, echareis luego de ver que están separadas entre si por un abismo profundo. La familia gentílica se compone da un señor y de sus esclavos : la hebrea del padre , de Jamugery de sus hijos; entran como elementos constitutivos de la primera, deberes y derechos absolutos: entran á constituir la segunda, deberes y derecho* limitados. La familia gentíliea descansa en la servidumbre: la hebrea se funda ert la libertad. La. primera es el resultado de. un olvido: la segunda de un recuerdo, el olvido y el recuerdo de las divinas tradiciones: prueba clara de que el hombre no ignora sino porque olvida, y no sabe sino porque aprende.
Ahora se comprenderá fácilmente porqué la muger hebrea pierde en los poemas bíblicos todo lo que tuvo entre los gentiles de sombrío y de siniestro; y porque el amor hebreo, á diferencia del gentil, que fué incendio de los corazones, es bálsamo de las almas. Abrid los libros de los profetas bíblicos, y en todos aquellos cuadros 6 risueños ó pavorosos con que daban á entender á las sobresaltadas muchedumbres, ó que iba deshaciéndose el nublado, 6 que la ira de Dios estaba cerca, hallareis siempre en primer término á las vírgenes de Israel, siempre bellas y vestidas de resplandores apacibles, ahora levanten sus corazones al Señor en melodiosos himnos y en angélicos cantares, ahora inclinen bajo el peso del dolor las cundidas azucenas de sus frentes. Si reunidas en coros en las plazas públicas ó en el templo del Señor, cantaban ó se movian en concertadas cadencias al compás de sonoros instrumentos, las castas y nobles hijas de Sion parecían bajadas del cielo para consuelo de la tierra, ó enviadas por Dios para regalo de los iombres. Cuando los míseros hebreos, atados al carro del vencedor, pisaron la tierra de su servidumbre, pesóles mas de lapérdida de su vista que de lá de su libertad ; sin ellas érales el sol odioso, el dia oscuro, el canto triste, y luego que porfalta de lágrimas suspendieron su llanto y por falla de fuerzas sus gemidos, cerraron sus ojos á la luz, y colgaron sus inútiles arpas en los sauces tristes de Babilonia.
Ni se contentaron los hebreos con fiar á la muger el blanco cetro de los hogares, sino que pusieron muchas veces en su mano tartísima y victoriosa el pendón de las batallas y el gobierno del estado. La ilustre[Débora gobernó la república en calidad de Juez supremo de la nación ,. corno general de los ejércitos peleó y ganó batallas sangrientas , como poeta celebró los triunfos de Israel y entonó himnos de victoria, manejando á un tiempo mismo con igual soltura y maestría la lira, el cetro y la espada. En tiempo de los reyes la viuda de Alejandro Janneo tuvo el cetro diez años: la madre del rey Asa la gobernó en nombre de su hijo, y la muger de Ilircano Macabeo fué designada por este principe para gobernar el estado después de sus dias. Hasta el espíritu de Dios que se comunicaba á pocos descendió también sobre la muger abriéndola los ojo» y el entendimiento para
que pudiese ver y entender las cosa* futuras. Huida fué alumbrada con espíritu de profecía', y los reyes se acercaban á ella sobrecogidos de un gran temor, contritos y recelosos, para saber de sus labios lo que en el libro de la Providencia estaba escrito de su imperio. La muger entre los hebreos, ahora gobernase la familia, ahora dirigiera el estado, ahora hablara en nombre de Dios, ahora por último avasallara los corazones, cautivos de sus encantos, era un ser benéfico que ya participaba tanto de la naturaleza angélica como de la naturaleza humana. Leed sino el Cantar de los Cantares, y decidme si aquel amor suavísimo delicado, si aquella esposa vestida.de olorosas y cándalas azucenas, si aquella música acordada, si aquellos deliquios inocentes y aquellos subidos arrobamientos, y aquellos deUitosos jardines, no son mas que cosas vistas oidas y sentidas en la tierra, cosas que se nos han representado como en sueños, en una visión del paraiso.
Y sin embargo, señores , para conocer á la muger por excelencia, para tener noticia cierta del encargo que ha recibido de Dios-, para considerarlaen toda su belleza inmaculada y altísima , para formarse alguna idea de su influencia santificadora, no basta poner la vista en aquellos bellísimos tipos de la poesía hebraica que hasta ahora han deslumhrado nuestros ojos y han embargado nuestros sentidos dulcemente. El verdadero tipo, elejemplar verdadero de la mugir no es Rebeca, ni Débora , ni la esposa del Cantar de los Cantares, llena de fragancias como una taza de perfumes. Es necesario ir mas allá y subir mas alto; es necesario llegará la plenitud de los tiempos, al cumplimiento déla primitiva promesa: para sorprender á Dios formando el tipo perfecto de la muger es necesario subir hasta el trono resplandeciente de María. María es una criatura aparte, mas bella por sí sola que toda la creación: el hombre no es digno de tocar sus blancas vestiduras: la tierra no es digna de servirla de peana, ni de alfombra los paños de brocado: su blancura escede á la nieve que se cuaja en las montañas: su rosicler al rosicler de los ciclos: Su esplendor al esplendor de las estrellas. María es amada deDios, adorada de los hombres, servida de los ángeles. El hombre es una criatura nobilísima porque es señor de la tierra, ciudadano del cielo, hijo de Dios: pero la muger se le adelanta y le deslustra y le vence, porque María tiene nombres mas dulces y atributos mas altos. El Padrela llama hija y la envía embajadores: el Espíritu Santo la llama esposa, y la hace sombra con sus alas; el Hijo la llama Madre y hace su morada de su sacratísimo vientre: los Serafines componen su corte : los cielos la llamaron Reina , los hombres la llaman Señora: nació sin mancha, salvó al mundo, murió sin dolor, vivió sin pecado.
Ved ahila muger, señores: ved ahí la muger: porque Dios en María las ha santificado á todas: á las vírgenes porque ella fué virgen: á las esposas porque olla fué, esposa: á las viudas porque ella fué viuda: alas hijas porque ella fué hija: á las madres porque ella fué madre. Grandes y portentosas maravillas ha obrado el cristianismo en el mundo: él ha hecho paces entre el cielo y la tierra: ha destruido la esclavitud, ha proclamado la libertad humana y la fraternidad de'los hombres; pero con todo esto, la mas portentosa de todas sus maravillas, la que mas hondamente ha influido en laconstitución de la sociedad doméstica y de la civil, es la santificación de la muger proclamada desde las alturas evangélicas. Y cuenta , señores, que desde que Jesucristo habitó entre nosotros, ni sobre las pecadoras es lícito arrojar los baldones y>el insulto, porque hasta sus pecados pueden serborrados por sus ligrimas. El Salvador délos hombres puso a la Magdalena debajo de sn amparo: venando hubo llegado el dia tremendo en que se anubló el sol, y se estremecieron y dislocaron dolorosamente los huesos de la tierra, al pié de su cruz estaban juntas su inocentísima Madre y laarrepentida pecadora, para darnos asi á entender, que sus amorosos brazos estaban abiertos igualmente á la inocencia y al arrepentimiento.
Ya hemos visto de que manera el sentimiento religioso y el del amor, y la noticia completa ó desfigurada de la divinidad y de la muger sirven hasta cierto punto para ponernos de manifiesto las diferencias esenciales que se advierten entre la poesía bíblica y la de los pueblos gentiles. Solo nos falta ahora para dar íin á este discurso, que va creciendo demasiado, poner á vuestra vista como de relieve la inconmensurable distancia que hay entre las constituciones poJíticasde los pueblos mas cultos entre los antiguos y |a del pueblo hebreo, depositario de la palabra revelada; y el diverso influjo que esas distintas constituciones ejercieron en la diferente Índole de la poesia gentílica y de la hebraica*.
Ya he manifestado antes, y confirmo ahora mi pri" mera manifestación, que las fuentes de toda poesia grande y elevada son el amor á Dios, el amor á la muger y el amor al pueblo: de tal manera, que la poesía pierde las alas con que vuela allí donde los poetas no pueden beber la inspiración enestos manantiales fecundos, en esas clarísimas fuentes: para que existan esos fecundísimos amores una cosa es necesaria , que sea conocida ladivinidad con toda su pompa, la muger con todos sus encantos, el pueblo con todas sus libertades y todas sus magnificencias; por esta razón allí donde se da el nombre de Dios íi la criatura, de muger á una esclava} de pueblo á una aristocracia opresora, puede afirmarse, sin temor de serdesmentido por los hechos, que la poesia con to
da su pompa y majestad no existe, porqHe no existen esos fecundísimos amores
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