¿Por qué elegí esta ilustración?

Ilustracion: Georges de La Tour Magdalena Penitente 1625-1650 Metropolitan Museum Nueva York

¿Por qué elegi esta ilustración?

Una habitación a oscuras, una única fuente de luz, una gran figura que llena todo el cuadro. Una mujer sentada. Aún es joven, ni su rostro que apenas vemos, ni su cuello y escote, ni sus manos delatan todavía la huella destructiva del tiempo. Solo tres colores, los más antiguos, los que han acompañado a los humanos desde la remota prehistoria: el blanco, la luz, el rojo, la vida, el negro, la muerte.
Georges de La Tour (1593 – 1652), pintor lorenés, hijo de un albañil, casado con una mujer de la nobleza, con ínfulas de noble y odioso a sus vecinos, famosísimo en vida. Habitante del terrible siglo XVII, en una tierra disputada entre el Imperio y el rey de Francia. Georges de La Tour no existía, de su producción de casi quinientos cuadros, quedaron veintitrés originales. Georges de La Tour volverá existir a partir de 1932, cuando la Europa del siglo XX, que ya olvidaba lo que era la oscuridad pronto conocerá las tinieblas.
Los cuadros de Georges de La Tour no tienen título, es decir su título original se ha perdido y el que tienen es posterior al redescubrimiento del pintor. Volvamos al cuadro. ¿Esta mujer es María Magdalena? María Magdalena, santa muy popular en la Edad Media, fue un motivo muy repetido desde el Renacimiento, pues en un cuadro de temática religiosa es posible pintar a una hermosa mujer, poder exhibir ricos ropajes, desnudez femenina sin que hubiera censura. Magdalena a partir del Renacimiento es casi siempre rubia, de larga y rizada cabellera. Incluso o sobre todo, cuando de trata de Magdalena penitente, es posible apreciar la sensualidad del personaje. María Magdalena siempre fue una santa incómoda, ambigua, turbadora. No era virgen, no era esposa, no era madre, pero es una de las valientes mujeres que asiste a la Crucifixión y el primer testigo de la Resurrección. La Iglesia no tuvo más remedio que tolerarla.
Magdalena está sola en una habitación despojada como una celda, mira hacia el espejo aunque no vemos su reflejo ¿se ve ella misma? Quizá se mira por última vez. Quizá nunca más volverá a ver su rostro iluminado intensamente por la única fuente luz, ese candelabro con esa vela lujosa de cera, en ese espejo de marco tallado. Ha dejado el collar de perlas sobre la mesa, las perlas que en el siglo XVII indican liviandad, se asocian con las cortesanas y la prostitución. En el suelo hay otras joyas. Magdalena se está despidiendo, en silencio, en soledad absoluta. Pero Magdalena aún es quien ha sido, la mujer que ha conocido el placer y la libertad. Aún calza lujosamente y su falda roja como los zapatos es de rico tejido. Ese color rojo que lleva siglos tiñendo los vestidos de novia, los vestidos de fiesta, los vestidos de las prostitutas. Es cierto que lleva una sencilla camisa, la camisa es esa época una prenda interior, pero su larga melena, no rubia ni rizada, sino oscura y lisa, está cepillada como la de una dama de la época Heian. Y en otras o posterioresversiones, Magdalena, que ya ha renunciado, que ya no se ilumina con velas sino con candiles de aceite, que ya es penitente, mantendrá esa lisa y perfecta cabellera de dama japonesa.
Un universo casi monócromo, una austeridad total, habitaciones despojadas, personas humildes, nada bellas, unos volúmenes geométricos, incluso en los rostros. El ser humano solo, ante sí mismo, a la luz de una vela, de un candil, de una llama. En nuestro mundo de hoy hace mucho que perdimos la oscuridad. No podemos imaginar lo que es vivir solo a la luz de día, que luminarias como candiles, velas, antorchas, solo eran algo para hacer el tránsito a la noche, a la oscuridad total. Dije más arriba que cuando se redescubrió a Georges de La Tour en 1932 Europa estaba a punto de recordar las tinieblas. No las tinieblas metafóricas de vivir una era de guerra como la que vivió el pintor, sino las reales. Durante los años de la Segunda Guerra Mundial la mayoría de las ciudades europeas bajo la amenaza de la destrucción de los bombardeos aéreos, volvieron a ser lo que habían sido durante siglos: lugares de oscuridad, incertidumbre y miedo.
Magdalena, seria, sola en esa habitación desnuda, con los restos de su pasado, con el espejo que el que no se volverá a mirar, rozando con sus dedos el cráneo amarillento de frente huidiza que tiene en el regazo pero al que no mira todavía. Magdalena es la imagen de la melancolía, muy parecida a la deDomenico Fetti, contemporánea suya. La melancolía de quien sabe que no volverá a haber amores, ni fiestas, ni alegría, ni belleza, porque todo es pasajero. Cuando Magdalena apague esa vela y se haga la oscuridad total en la habitación para el sueño de la noche, ese sueño será el hermano de la muerte que están acariciando sus dedos.

martes, 7 de enero de 2014

Relaciones humanas, por el Maestro Hilarión (II)

8. LA CANTIDAD DE ENERGÍA DE CAMPO.

Origen y función de la energía de campo.

La energía de campo no es otra cosa que la energía recibida a través del interno del hombre, actuando a través desde las distintas plataformas psicológicas en que el hombre actúa y responde al mundo. Esta energía permite al ser humano controlar y modificar el medio ambiente en que se mueve, le permite controlar las situaciones en las que vive, y simbólicamente hablando, le da un lugar dentro de la sociedad humana. Poseer escasa energía de campo, es estar expuesto a que las condiciones lo dobleguen, controlen su vida, y tal vez, hasta la sociedad lo aparte de si misma.

Presión que ejerce la energía de campo.

Hablando en términos simbólicos, cada persona, por el hecho de mantener un cierto espacio vital y un cierto campo social, ejerce una presión sobre la atmósfera psíquica de los demás. Cuando una persona camina lo hace desde el centro de su campo social y de su espacio vital; cuando interacciona con otras, sus campos sociales se interceptan y la presión existe.
Si las personas son capaces de manejar estas presiones de una manera positiva, es posible establecer una relación sana; digamos, por ejemplo: si hay un exceso de temor, o una clara insuficiencia de autoconfianza, entonces la persona evitara cualquier roce social, se aislara en algún rincón de su casa y evitara salir, precisamente como un acto de defensa hacia estas presiones que ella siente de parte de las demás personas, hablamos entonces de un ser que carece de su energía de campo; es por lo tanto muy importante entender la forma, en como la energía de campo puede ser activada, rehabilitada y fortalecida en los seres humanos.

Efectos de la escasez de energía de campo.

Dado que estamos viendo desde un punto de vista ecológico a las relaciones humanas, podríamos establecer una analogía diciendo, que las personas que carecen de esa energía de campo, son aquellas que pueden convertirse en fácil presa de los depredadores, carecen de recursos de defensa y prefieren esconderse, a enfrentar las circunstancias de la vida cotidiana.
Así como es posible observar a una serie de animales en la naturaleza que se esconden de sus depredadores para no enfrentarlos y hacen de esto su técnica de sobrevivencia, así podríamos observar que en las sociedades humanas, aquellas personas que se esconden o que evitan el contacto social, son justamente las que carecen de medios de defenderse de lo que ellas consideran agresiones de parte del resto de los seres humanos.

Toda interacción entre personas es un intercambio de energía.

Toda transacción social o interacción entre personas, da origen a un intercambio de energías; cada palabra que se cruza no es otra cosa que un vaivén de energías, en donde ambas personas pueden verse enriquecidas, o bien, pueden verse ofendidas y dañadas.
El estudio de las relaciones humanas nos permite ver, que las personas que poseen un fuerte campo social, son personas que fácilmente interaccionan con el resto y pueden sacar ventaja de estas relaciones; igualmente pueden convertirse en depredadores de aquellas otras personas que poseen escasa energía en su campo social; si esto es así, la relación rápidamente podrá convertirse en un tipo de agresor y víctima, sin embargo, esto es el resultado de las diferencias en el contenido de energía de campo social.
Dado que esta energía no necesariamente corresponde a una evolución espiritual, sino simplemente a una combinación de experiencias y cultura que la persona acumulo a lo largo de su vida actual, es posible entender que las personas que triunfan en sus empresas o en sus relaciones personales, son aquellas que han aprendido a extraer de su interior la mayor cantidad de energía, para ser aprovechada en sus relaciones sociales.

Extraer energía del interno. La autoestima.

La clave para poder extraer ilimitadamente energía del interno, tiene que ver con las creencias básicas fundamentales que el individuo tiene de si mismo, la autoestima es un factor clave e importante para proveerse de una cantidad respetable de energía, por esta razón, dentro de las terapias psicológicas, es fundamental explorar las creencias que una persona tiene de si misma, tratar de restablecerlas y fortalecerlas, como un medio para revitalizar los campos sociales y el espacio vital del individuo.

La clave del éxito: disponer de la mayor cantidad posible de energía.

Siguiendo con el análisis de las energías de campo, podríamos observar que los seres humanos que han alcanzado el pináculo del éxito en sus distintas empresas, son aquellos que disponían de una mayor cantidad de energía, y si colocáramos, simbólicamente hablando, en una pirámide a las personas, de acuerdo al grado de éxito que hayan alcanzado, observaríamos que es la energía que poseen, el factor que distingue a las personas de la cúspide, de aquellas que se encuentran en la base, es decir, las relaciones humanas serán mejor entendidas, cuando se analice la cantidad de energía y las transacciones de esta energía, que se establece en todas las relaciones humanas.

9. LA INTERACCIÓN ENTRE INDIVIDUOS. LA CONDUCTA.

Decíamos que la energía de los campos es el factor determinante para el éxito de un individuo, si por éxito entendemos los beneficios que obtiene de su asociación con otras personas y derivados de la conducta que el sigue en la sociedad en que se desenvuelve.
De una manera muy sutil, cada ser humano imprime una cierta presión sobre el campo social de los individuos que le rodean; psicológicamente hablando, esa presión que efectúa sobre los campos sociales del resto de los individuos, se debe a su búsqueda de caricias, a su búsqueda de satisfactores personales, cada quien desea obtener el máximo de una relación con otra persona, ya sea a través de caricias, ya sea a través de apoyos, o bien a través de múltiples interacciones en donde el se afirma en sus valores personales.

Permanente interacción entre los seres humanos.

Así pues, la sociedad humana no es otra cosa que una continua y permanente interacción entre individuos, que puede ser vista, o bien como intercambio de energía, o bien como presiones que hace cada uno de los campos sociales en el resto; esto determina entonces un panorama totalmente diferente de las relaciones humanas, hablamos de una lucha por conseguir satisfactores personales, una lucha en búsqueda de caricias.

La economía de las caricias.

Cuando un ser humano aprende que el nivel mas alto de una relación se obtiene cuando el puede obtener caricias de otra persona y a su vez proporcionarle otras, cuando se ha alcanzado esa convicción y capacidad para mantener la relación en un intercambio de caricias, sin menoscabo de nadie, decimos entonces que la relación ha alcanzado un nivel de simbiosis, ambos salen beneficiados y la relación puede continuar permanentemente.
El problema empieza cuando un ser humano que busca caricias no aprende a darlas, cada quien es bastante capaz para detectar sus propias necesidades, pero es bastante ingenuo para detectar las necesidades de las personas que lo rodean, y no solo eso, no son únicamente las caricias lo que el ser humano intercambia en las relaciones, están también las ofensas, una ofensa daña el campo social de la persona, lo contrae; cada vez que esto ocurre las personas corren, psicológicamente hablando, a refugiarse en su espacio vital, se alejan del campo social en que se estaban moviendo, e inmediatamente construyen una muralla que impide el acercamiento nuevamente entre las dos personas.

El origen de las ofensas.

Las ofensas nacen de la incapacidad que tiene cada ser humano para comprender a los demás en su permanente búsqueda de caricias, las ofensas sirven únicamente, o bien para reclamar un derecho que no se tiene, o bien como un método para lograr alguna reacción que en su pobre opinión pueda representar una caricia.
La conducta de un ser humano se deriva de una educación que fue asimilada a lo largo de muchos anos, esa educación consistió en asimilar una serie de herramientas y recursos psicológicos, a fin de conseguir lo que se desea de las demás personas; en ocasiones se usa la adulación, en otras la mentira, en otras la intriga, y en otras mas la fantasía.

La influencia de la autoestima.

Todos estos recursos el ser humano emplea magistralmente a fin de obtener un status mejor dentro de la sociedad en que se mueve, pero analizando lo mas interno de cada persona, es fácil observar que mientras mas baja autoestima posea determinado individuo, mayor será su necesidad de barreras psicológicas de defensa y de una conducta que impida al resto de los seres humanos, llegar a esos terrenos en donde el se considera indefenso.
Muchas veces la agresión no es otra cosa que un mecanismo de defensa para evitar el contacto intimo entre dos personas, ambas se sienten temerosas e indefensas en sus espacios vitales y logran a través de una conducta agresiva, alejar a quienes consideran intrusos; todo esto nace de una muy pobre apreciación de si mismo, todo esto nace de tener una escasa energía en su espacio vital, las creencias que fueron sembradas en su primera infancia son tan débiles, que lejos de provocar el fortalecimiento interior, han provocado una anemia psicológica en donde se carece de los valores necesarios que constituyen el puente entre el espacio vital y ese centro ilimitado de energía que hemos llamado el campo de la psiquis del yo.

Las creencias positivas: conductos de energía.

Cada valor interior, cada creencia positiva que un ser humano ha fabricado en su interno, representa un conducto de energía que le permite extraer la vitalidad y la voluntad necesaria para seguir caminando dentro del campo social; mientras mas francos, abiertos y amplios sean estos conductos energéticos, la persona se mantendrá mas firme y sus pasos irán decididamente hacia el éxito de todas sus empresas.
La fabricación de estas creencias fundamentales en las psiquis de todos los individuos, debe ser uno de los requisitos básicos en las terapias de tratamiento psicológico.
Una persona incapaz de mantener una sana relación con otra persona, deberá buscar sus raíces en sus creencias fundamentales y deberá analizar si lo que realmente esta evitando, es llegar a un contacto intimo con la otra persona.

10. LA FELICIDAD Y EL EQUILIBRIO INTERNO.

Decíamos que la energía que un individuo posee en su espacio vital, en su campo social, determina la posición que alcanzara dentro de la sociedad humana; el grado de éxito dependerá de la capacidad que manifieste para establecer relaciones armónicas con los individuos que le rodean.
Escala de valores de la felicidad.
Pero es necesario ahora establecer una escala de valores que puedan caracterizar la relación que un individuo tiene dentro de la sociedad, podríamos llamarla la escala de satisfactores que el individuo percibe del entorno en que vive. Podríamos decir entonces, que una persona cuyas relaciones son armónicas con todos aquellos con quienes interacciona, cuyos conflictos que el medio ambiente le provee son vistos y analizados como retos personales y se entrega de lleno a su solución experimentando satisfacción en eso, podríamos hablar de que esta persona ha obtenido un cien por ciento de satisfacción, al jugar ese papel especifico dentro de la sociedad.
Por otra parte, una persona que se ha visto forzada a marginarse de la sociedad, que no soporta la interacción con otras personas, que no es capaz de aceptar ningún tipo de responsabilidad porque su campo social se encuentra totalmente abatido y sin energía, podríamos decir que esta persona alcanza un cero por ciento de satisfacción de las relaciones que mantiene en la sociedad.
La utilidad de esta escala se hace evidente, cuando observamos que los satisfactores que una persona recibe de la sociedad en que se mueve, determina en gran medida la felicidad de ella, es decir: una persona que ha sabido mantener relaciones armónicas con los individuos con quienes interacciona y además ha sabido equilibrar sus responsabilidades para aceptar únicamente aquellas que pueda atender, de tal forma que el cumplirlas le da una satisfacción adicional, es justamente una persona que vive un status de felicidad o de armonía en su vida.

Causas de infelicidad.

Por otra parte, analicemos a las personas infelices, estudiemos las causas de esa insatisfacción y veremos que no son otras que el resultado de relaciones inarmónicas, o responsabilidades que no puede atender adecuadamente, por una parte la amargura y por la otra la frustración, resultan ser las causantes de su infelicidad.
Tratando de ser mas claros, diríamos, que el ser humano a medida que va creciendo y madurando su personalidad, va adquiriendo una serie de responsabilidades y va buscando ascender a través de esta escala de satisfacción personal; cada acción que hace, cada decisión que toma, lleva la tendencia de ascender por la escala de la satisfacción personal, sin embargo, las decisiones equivocadas, las debilidades de carácter, los vicios y las malas programaciones que tiene desde su infancia, lo mantienen estable a una cierta altura dentro de la escala de satisfacción personal.

El logro de la felicidad.

En la búsqueda constante de la felicidad, el hombre deberá subir peldaño tras peldaño en esta escala, hasta alcanzar la plena realización de su felicidad, y esto lo lograra, cuando el pleno conocimiento de sus capacidades, le permitan mantener un equilibrio entre las responsabilidades que toma y las energías de que dispone para afrontarlas, y por otra parte, de las actitudes y conductas que manifieste con las personas que le rodean.
Su capacidad para establecer relaciones armónicas con el resto de los seres humanos y la habilidad que tenga para adoptar responsabilidades adecuadas a sus fuerzas interiores, determinaran en gran medida, el grado de satisfacción o felicidad que alcance en su vida.

11. LA CAPACIDAD PARA AFRONTAR RESPONSABILIDADES.

Una escala de la felicidad es aquella en que cada peldaño representa un cierto nivel de satisfacción personal, derivado de las relaciones que se mantienen con el resto de los seres humanos y la satisfacción personal de ir resolviendo adecuadamente, las responsabilidades que cada persona se ha impuesto en su vida privada.
Ahora bien, dado que ya hemos definido que la interacción de un hombre con sus semejantes depende de la cantidad de energía de que dispone en su campo social y en su espacio vital, podemos decir entonces, que el incremento de esta energía permitirá a todo ser humano, interaccionar de una manera mas libre y con mayores probabilidades de éxito con sus semejantes.
Por otra parte, la habilidad para planear su vida aceptando o rechazando responsabilidades, de tal forma que se mantenga un equilibrio entre lo que puede cumplir y lo que acepta de responsabilidades, depende en gran medida de la preparación obtenida en el transcurso de su educación infantil y de la autovaloracion interior.
Tendremos que incluir como parte de nuestro estudio, las bases fundamentales sobre las que el ser humano deberá plantear sus actividades y equilibrar sus compromisos. No es difícil darse cuenta de que a medida que los seres humanos van madurando, van adquiriendo una serie de responsabilidades propias de su edad; tampoco es extraño darnos cuenta que algunas personas parecen tener una mayor capacidad para asumir responsabilidades mayores, mientras que otras parecen incapaces de resolver aun las indispensables.
¿Cuáles son los factores que determinan esta mayor o menor capacidad para afrontar responsabilidades? Definitivamente, la aceptación de un compromiso va ligada al grado de madurez interior que se tenga, va ligada al conocimiento que una persona tiene de si misma, y en gran medida, esta también influenciada por el grado de satisfacción personal que una persona recibe al sentirse útil en la sociedad.
La persona abrumada por las tareas que debe hacer, es alguien que generalmente no ha sabido equilibrar las necesidades propias de su espíritu para obtener una libertad al menos temporal, para disfrutar de sus placeres internos, con aquellas actividades que representan sus obligaciones sociales. Una persona que trabaja a disgusto, estará gastando un sinnúmero de energía buscando cumplir con el mínimo exigido por la sociedad, mientras su mente trata infructuosamente de escaparse de ese momento, refugiándose en recuerdos o imágenes que únicamente le dan una satisfacción imaginaria y temporal. De esto resulta una pobre calidad de trabajo y una frustración interior por no conseguir la libertad que desea para satisfacer sus placeres interiores.

Importancia de los momentos de soledad y meditación.

De aquí la importancia que debe tener para todos, el entender que dentro de sus actividades personales, deben dejar espacio siempre para sus momentos internos, para plantearse preguntas acerca de su vida y de los motivos que lo impulsan a hacer tal o cual cosa. Los momentos de meditación solitaria deben ser hábitos que se inculquen a los niños desde pequeños; dejar a los niños que piensen, es darles oportunidad a que su espíritu emprenda el vuelo y descanse regocijándose con las energías que se respiran en esas alturas.
Aconsejar a los jóvenes a asumir responsabilidades, únicamente cuando se tiene una clara idea de las implicaciones, es igualmente darles oportunidad a que su vida sea planteada de acuerdo con la madurez que se requiere para vivir equilibradamente. Y finalmente, en edad adulta, darse tiempo para meditar solitariamente, representa reencontrar la puerta hacia ese ser interior, que tiene igualmente necesidades de expresar sus deseos y de plantear su vida.
Las tareas externas del hombre nunca deben ser tan numerosas que lo priven de la satisfacción de estar consigo mismo, aunque sea unos cuantos minutos en el día.

12. LA PIRÁMIDE HUMANA.

Hasta ahora hemos visto la importancia que tiene dentro de las relaciones humanas el saber aceptar y aportar caricias, al igual que el mantener una energía suficientemente fuerte, como para permitir el desenvolvimiento normal de un individuo dentro de la sociedad.
Hemos aprendido también, que el camino a la felicidad puede ser trazado en base principalmente a dos factores: a las satisfacciones que le aporta a una persona sus distintas relaciones humanas, y a la capacidad que tenga para saber equilibrar las responsabilidades que va adquiriendo, con la capacidad que tiene para soportarlas.

La base de la pirámide.

La sociedad podríamos observarla como una pirámide: En la base se encuentran las masas humanas, los seres humanos cuya capacidad para llevar sus vidas adelante son únicamente el promedio, no tienen habilidades especiales ni deficiencias importantes.

El plano de los que sustentan alguna responsabilidad.

En un siguiente escalón se encontrarían aquellos jefes de familia, aquellas personas que de una manera u otra han sabido echarse a cuesta las responsabilidades de educar, guiar, aconsejar o servir de soporte a otras personas, en cierta manera, son los primeros y pequeños líderes de las masas humanas.

Los planos de los servidores.

En el siguiente escalón, podríamos colocar a ciertas personas cuya capacidad de ayuda de servicio han superado el circulo familiar o el de trabajo social, son aquellos cuyo sentido del deber, o sus personales ambiciones, los han llevado a afrontar responsabilidades mayores, soportan los destinos de mucha gente aunque sea temporalmente, podríamos mencionar una escala superior a aquellas personas que han hecho de su vida un continuo servicio, que son directores de centros de asistencia social, dirigen los destinos de comunidades grandes y su opinión y su voz influyen en la vida de muchas personas, el pueblo confía en ellos y les exige un grado de conducta que les permita ser los inspiradores de todos ellos.

El plano de los guías.

Mas adelante, podríamos poner a guías espirituales o políticos que deciden los destinos y los futuros de muchas personas, su fortaleza interior les permite afrontar este tipo de responsabilidades y en definitiva, podríamos decir que son conductores de pueblos.
Toda la sociedad humana puede ser descrita en forma piramidal, no importa cual sea la naturaleza de la organización, cuales sean sus fines, pero invariablemente habrá directores o guías, colaboradores cercanos, seres que participan actuando directamente sobre las masas y finalmente, las grandes colectividades humanas.

El ascenso sobre la pirámide.

Démonos cuenta ahora, que cada persona a medida que va ascendiendo por estos peldaños de la pirámide, soporta invariablemente un mayor numero de fuerzas, y el ascenso por esta pirámide no significa otra cosa que el esfuerzo para ir soportando cada vez mas, la responsabilidad y las presiones que la sociedad ejerce sobre los que son sus conductores.
Cuando se esta en la base de la pirámide, las voces del resto de las personas se oyen de cerca, se pueden contestar una a una y tener plena libertad para decir si o no a sus presiones, pero a medida que se asciende en esta pirámide, las voces aisladas se convierten en murmullos colectivos, la fuerza que ejercía una persona, ahora es multiplicada por las organizaciones que buscan hacer sentir su presencia dentro de la sociedad.

El líder.

El líder debe tener la capacidad para equilibrar las fuerzas que esta sintiendo a sus pies, todos pidiendo algo, todos haciendo escuchar sus necesidades; ya sea este un líder espiritual, político o económico, las fuerzas que manejara le estarán dando inevitablemente, una enseñanza y una elevación interior superior a la que tenia cuando pertenecía a la base de la pirámide.
Ahora bien, aunque ya se ha explicado en otros mensajes, las increíblemente dinámicas fuerzas a través de las cuales se organiza la sociedad humana, es preciso entender que dentro de las relaciones que se dan entre los seres humanos, los líderes han sabido acumular tal cantidad de energía interior, que su presencia, su voz y su conducta, no únicamente dejan huella en el resto de los seres humanos, sino que atrae, encauza y pueden dar un curso especifico a la vida de otras personas.
Esta mayor capacidad desarrollada por este tipo de personas, es derivada de la convicción que tienen de estar capacitadas para el cumplimiento de este tipo de responsabilidades, su autoestima se encuentra sumamente desarrollada y el tipo de retroalimentación que reciben de parte de sus semejantes, reafirma aun mas esta idea que de si mismos tienen.

La cantidad de energía interior determina el lugar en la pirámide.

Ahora bien, la búsqueda del ser humano hacia el éxito en su vida, es igualmente la búsqueda por incrementar su energía interior, a fin de proveerse un espacio social que le permita subir peldaños dentro de esta pirámide que hemos descrito; aun cuando el ser no aspire a convertirse en líder de comunidades o de pueblos, invariablemente las personas que manifiestan un alto grado de satisfacción personal o de armonía en sus vidas, inevitablemente se verán rodeadas de personas que deseen aprender algo de su vida.
Como hemos observado, cada vez es mas evidente la importancia de generar un fuerte campo energético en el interno del hombre, su relación con el resto de las personas dependerá enormemente, de la cantidad de energía disponible que tenga para ser utilizada en estas relaciones, así pues, dedicaremos la ultima parte de esta serie de lecciones, a explicar las formas como el ser humano puede incrementar su autoestima y elevar su energía interior.

13. PRINCIPIOS PARA ACUMULAR ENERGÍA.

Tal como mencionamos en la lección anterior, es tiempo de empezar a ver algo que todos ustedes estaban esperando: como puede ser incrementada la cantidad de energía que cada ser humano dispone en sus campos energéticos. Si bien las técnicas que mencionaremos no son nuevas, el enfoque, los objetivos que se persiguen y la comprensión de la dinámica de las relaciones humanas, permitirá analizar estos conceptos desde una plataforma psicológica totalmente diferente.

Crisis psicológicas.

Empecemos por afirmar que las crisis psicológicas que sufren los individuos de la sociedad humana, y principalmente aquellos que viven en las grandes comunidades urbanas, son cada vez mas frecuentes, y son cada vez mas graves; esto resulta de los adelantos tecnológicos que ha venido alcanzando la humanidad. Hasta ahora no se ha presentado de una manera clara lo que en un futuro será popularmente conocido como el síndrome de la sobreinformación, es decir, lo que hoy se conoce como enajenación mental, derivada de un sobrestímulo de información bombardeada al cerebro de los seres humanos, en el futuro se entenderá como un síndrome que se describe en términos de varios síntomas conductuales.

El exceso de información.

Permítanme ser mas claro en esta descripción: El exceso de información que los hombres manejan, poco a poco ira saturando las áreas del cerebro que normalmente funcionaban como zonas de autorrelajamiento mental, las estrategias para atrapar la atención del individuo e introducirle información chatarra, serán cada vez mas eficientes y sofisticadas, evitándole al hombre los momentos de fuga mental que permiten el relajamiento de sus procesos mentales y los descansos que son tan necesarios para evitar el estrés y otra serie de desordenes que todavía ahora no han sido relacionados con estas causas.
Pues bien, todo este exceso de información que ira atrapando las mentes de los individuos, los ira enajenando y deshumanizando, en cierta forma, los individuos pueden llegar a perder su propia identidad y convertirse únicamente en producto de las grandes campanas publicitarias o en frutos de sociedades deshumanizadas. Sin embargo, a toda fuerza de acción corresponde una de reacción opuesta, y derivándola de esta causa, la reacción de los hombres será voltear hacia si mismos y es allí en donde nosotros fincamos la estrategia para el incremento de las energías personales; la atención sobre uno mismo es justamente lo que contrarresta los estímulos externos y fortalece las energías de los campos sociales, espacios vitales y psíquicos internos.

Principios para acumular energía.

La estrategia para el acumulamiento de energía se basa entonces en lo siguiente:
Primer principio fundamental.- La energía es proporcional al tiempo que la mente pasa meditando en si misma, es decir, mientras mayor tiempo se emplee en la meditación de uno mismo, mayor será la cantidad de energía acumulada y disponible para actuar en las actividades sociales.
Un segundo principio, tan importante como el primero, es que la cantidad de energía disponible en el hombre, es de la misma calidad de las ideas que el hombre tiene acerca de si mismo, es decir, lo que el ser humano crea acerca de si mismo, cualifica la energía de que dispondrá para actuar ante la sociedad. Si el hombre piensa que es fuerte, tendrá fortaleza; si el hombre piensa de si mismo que no vale nada, su energía lo demostrara ante el resto de los seres humanos; si el hombre se cree un triunfador, su energía lo demostrara; así pues, el campo energético no basta que sea intenso, debe tener la calidad necesaria para lograr los objetivos que cada quien persigue.
Un tercer principio.- La conciencia de sus responsabilidades y del papel que juega en la sociedad, determinara los alcances y el nivel de actuación que tendrá cada persona en la sociedad, es decir, si un individuo entiende que sus responsabilidades terminan en ser padre de una familia, su conducta entre los hombres no buscara nunca traspasar ese circulo de acción, será entonces un padre de familia satisfecho de sus obligaciones y sin ambiciones para seguir superándose.
Un cuarto principio que igualmente determina la conducta del hombre en la sociedad, es el siguiente: Susrelaciones con las demás personas dependerán del grado de conocimiento que tenga acerca de sus propias debilidades y de sus propias fortalezas, es decir, una persona será mas capaz de relacionarse con otras, mientras mejor se conozca a si misma; una persona que nunca ha emprendido un estudio serio acerca de si misma, será incapaz de entender a los demás y tarde o temprano sus relaciones resultaran conflictivas, sus amistades serán limitadas y frecuentemente tendrá problemas con las personas que la rodean. Sin embargo, una persona que ha hecho del estudio de si una labor importante y ha alcanzado un conocimiento profundo de su persona, sabrá entender las motivaciones ocultas en cada individuo y sus relaciones tendrán mayor posibilidad de ser exitosas.
Así pues, en base a estos sencillos principios, podremos nosotros ir acrecentando la energía de que se dispone y ponerla a trabajar justamente para los propósitos de alcanzar una vida mas plena, exitosa y llena de armonía, para utilizarla en beneficio propio y de las personas que nos rodean.

No hay comentarios:

Publicar un comentario