¿Por qué elegí esta ilustración?
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lunes, 31 de octubre de 2011
Enlazando el mundo individual con el alma colectiva
El alma de Venezuela está enferma y solo se cura con fe"
Diablos Danzantes de Naiguatá elevaron sus plegarias por la paz del país
En 2011, las dos tradiciones varguenses (Diablos de Naiguatá y San Juan) se juntarán en una sola fiesta (Cruz Sojo)
Naiguatá.- El padecimiento que desde hace más de una década sufre en sus piernas el Diablo Mayor de Naiguatá, Robin Izaguirre, le hace cada año más difícil ser el guía de quienes, en la entidad, cumplen con el rito de los Diablos Danzantes de Corpus Christi. Pero él dice que una fuerza sobrehumana lo impulsa a cumplir con su promesa, que este año tuvo una solicitud colectiva.
"El país es motivo para ponerse de rodillas y pedir al Santísimo su intervención. El alma de Venezuela está como enferma. Ya no hay respeto por la vida ni consideración con el prójimo. Hoy las diferencias hacen que nos veamos por el rabo del ojo y toda esa pesadumbre que se mete en la piel y enferma sólo se combate con fe y esperanza" dice el hombre, mientras muchas personas le piden bendiciones con las cintas multicolor de su bastón de mando.
Ayer, como parte de las actividades centrales los promeseros, se ubicaron frente a la iglesia, donde realizaron un homenaje a los danzantes fallecidos y a Mercedes Aponte de Iriarte, quien por 30 años fue la custodia del estandarte de la asociación y una figura muy querida por los cultores de la zona.
Quienes por primera vez disfrutaron la tradición confesaron su asombro por la vistosidad de trajes y máscaras. "Parece una fantasía. Es una forma interesante de demostrar la fe y, además, se convierten en un gran atractivo para la zona" dijo Nilce Quintero, estudiante de Turismo de USB-litoral.
Corpus y víspera de San Juan
La fiesta de los Diablos de Naiguatá se extendió hasta la noche, cuando en procesión se visitaron los altares en símbolo de respeto para con
Nadeska Noriega Ávila
ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL de junio 2010, pág. 3-4
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