¿Por qué elegí esta ilustración?
Ilustracion: Georges de La Tour Magdalena Penitente 1625-1650 Metropolitan Museum Nueva York
¿Por qué elegi esta ilustración?
Una habitación a oscuras, una única fuente de luz, una gran figura que llena todo el cuadro. Una mujer sentada. Aún es joven, ni su rostro que apenas vemos, ni su cuello y escote, ni sus manos delatan todavía la huella destructiva del tiempo. Solo tres colores, los más antiguos, los que han acompañado a los humanos desde la remota prehistoria: el blanco, la luz, el rojo, la vida, el negro, la muerte.
Georges de La Tour (1593 – 1652), pintor lorenés, hijo de un albañil, casado con una mujer de la nobleza, con ínfulas de noble y odioso a sus vecinos, famosísimo en vida. Habitante del terrible siglo XVII, en una tierra disputada entre el Imperio y el rey de Francia. Georges de La Tour no existía, de su producción de casi quinientos cuadros, quedaron veintitrés originales. Georges de La Tour volverá existir a partir de 1932, cuando la Europa del siglo XX, que ya olvidaba lo que era la oscuridad pronto conocerá las tinieblas.
Los cuadros de Georges de La Tour no tienen título, es decir su título original se ha perdido y el que tienen es posterior al redescubrimiento del pintor. Volvamos al cuadro. ¿Esta mujer es María Magdalena? María Magdalena, santa muy popular en la Edad Media, fue un motivo muy repetido desde el Renacimiento, pues en un cuadro de temática religiosa es posible pintar a una hermosa mujer, poder exhibir ricos ropajes, desnudez femenina sin que hubiera censura. Magdalena a partir del Renacimiento es casi siempre rubia, de larga y rizada cabellera. Incluso o sobre todo, cuando de trata de Magdalena penitente, es posible apreciar la sensualidad del personaje. María Magdalena siempre fue una santa incómoda, ambigua, turbadora. No era virgen, no era esposa, no era madre, pero es una de las valientes mujeres que asiste a la Crucifixión y el primer testigo de la Resurrección. La Iglesia no tuvo más remedio que tolerarla.
Magdalena está sola en una habitación despojada como una celda, mira hacia el espejo aunque no vemos su reflejo ¿se ve ella misma? Quizá se mira por última vez. Quizá nunca más volverá a ver su rostro iluminado intensamente por la única fuente luz, ese candelabro con esa vela lujosa de cera, en ese espejo de marco tallado. Ha dejado el collar de perlas sobre la mesa, las perlas que en el siglo XVII indican liviandad, se asocian con las cortesanas y la prostitución. En el suelo hay otras joyas. Magdalena se está despidiendo, en silencio, en soledad absoluta. Pero Magdalena aún es quien ha sido, la mujer que ha conocido el placer y la libertad. Aún calza lujosamente y su falda roja como los zapatos es de rico tejido. Ese color rojo que lleva siglos tiñendo los vestidos de novia, los vestidos de fiesta, los vestidos de las prostitutas. Es cierto que lleva una sencilla camisa, la camisa es esa época una prenda interior, pero su larga melena, no rubia ni rizada, sino oscura y lisa, está cepillada como la de una dama de la época Heian. Y en otras o posterioresversiones, Magdalena, que ya ha renunciado, que ya no se ilumina con velas sino con candiles de aceite, que ya es penitente, mantendrá esa lisa y perfecta cabellera de dama japonesa.
Un universo casi monócromo, una austeridad total, habitaciones despojadas, personas humildes, nada bellas, unos volúmenes geométricos, incluso en los rostros. El ser humano solo, ante sí mismo, a la luz de una vela, de un candil, de una llama. En nuestro mundo de hoy hace mucho que perdimos la oscuridad. No podemos imaginar lo que es vivir solo a la luz de día, que luminarias como candiles, velas, antorchas, solo eran algo para hacer el tránsito a la noche, a la oscuridad total. Dije más arriba que cuando se redescubrió a Georges de La Tour en 1932 Europa estaba a punto de recordar las tinieblas. No las tinieblas metafóricas de vivir una era de guerra como la que vivió el pintor, sino las reales. Durante los años de la Segunda Guerra Mundial la mayoría de las ciudades europeas bajo la amenaza de la destrucción de los bombardeos aéreos, volvieron a ser lo que habían sido durante siglos: lugares de oscuridad, incertidumbre y miedo.
Magdalena, seria, sola en esa habitación desnuda, con los restos de su pasado, con el espejo que el que no se volverá a mirar, rozando con sus dedos el cráneo amarillento de frente huidiza que tiene en el regazo pero al que no mira todavía. Magdalena es la imagen de la melancolía, muy parecida a la deDomenico Fetti, contemporánea suya. La melancolía de quien sabe que no volverá a haber amores, ni fiestas, ni alegría, ni belleza, porque todo es pasajero. Cuando Magdalena apague esa vela y se haga la oscuridad total en la habitación para el sueño de la noche, ese sueño será el hermano de la muerte que están acariciando sus dedos.
lunes, 11 de febrero de 2013
La Luna regente de mi carta natal Parte II
Generalidades
Es llamada Luna por los romanos, Selene y Artemisa por los griegos. Ha sido conocida desde épocas prehistóricas. Es el segundo objeto en el cielo después del Sol. Al tiempo en que la Luna órbita alrededor de la Tierra una vez al mes, el ángulo entre la Tierra, la Luna y el Sol cambia; vemos esto como el ciclo de las fases de la Luna. El tiempo entre las lunas nuevas es de 29.5 días (709 horas), ligeramente diferente del período orbital (medido en contra de las estrellas) debido a que la Tierra se mueve una distancia significativa en su órbita alrededor del Sol en ese tiempo.
Debido a su tamaño y composición, la Luna es clasificada en ocasiones como un “planeta” terrestre junto con Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. La Luna fue visitada primero por la nave rusa Luna 2 en 1959. Es el único cuerpo extraterrestre que ha sido visitado por los humanos. La primera vez que alunizaron fue el 20 de julio de 1969, la última fue en diciembre de 1972. En el verano de 1994 se hicieron mapas por la pequeña nave Clementina.
Las fuerzas gravitatorias entre la Tierra y la Luna provocan unos efectos interesantes. Los más obvios son las mareas. La atracción gravitacional de la Luna es más fuerte en el lado de la Tierra más cercano a la Luna y más débil en el lado opuesto. Debido a que la Tierra, y particularmente los océanos no son perfectamente rígidos se alarga a lo largo de la línea hacia la luna. Desde nuestra perspectiva de la superficie de la Tierra vemos dos pequeñas protuberancias, una en dirección de la Luna y la otra directamente opuesta. El efecto es mucho más fuerte en el agua del océano que el de la tierra así que las protuberancias del agua son mas altas. Y debido a que la Tierra rota mucho más rápido que la Luna se mueve en su órbita, las protuberancias se mueve alrededor de la tierra una vez al día dando dos mareas altas por día.
La naturaleza asimétrica de esta interacción gravitacional es también responsable por el hecho de que la Luna rota sincrónicamente, es decir está enganchada en la fase con su órbita por lo que el mismo lado de la luna está siempre dando cara hacia la Tierra.
Significado Astrológico
Representa el principio femenino: madre, esposa y mujer en general. Instintos, humores, mareas, fases, receptividad, fluctuación, sentimiento, hábitos de conducta, acciones reflejas. Su acción fluctúa y cambia. Rige los intereses personales, los deseos, necesidades, magnetismo, crecimiento y fertilidad, la necesidad de contacto, la impresionabilidad y el conocimiento. Rige los líquidos, las conveniencias, la navegación, la fabricación de bebidas, la crianza, el comercio y el público en general. “El lugar donde se halle la Luna en un horóscopo mostrará dónde la persona está expuesta a trastornos emocionales.
La Luna rige la noche. La mayoría de la gente duerme en la noche la mayor parte del tiempo. Por lo tanto la Luna ha venido a representar o regir el Mundo de los Sueños, la mente subconsciente. De todos los cuerpos celestiales la Luna es el más cercano a nosotros, cuyas variaciones gravitacionales sentimos más fuerte (a través del fenómeno de las mareas). Debido a su interacción con la Tierra y el Sol tenemos las fases de la Luna y los eclipses. Por lo tanto su efecto sobre nosotros fluctúa bastante. Debido a que sus variaciones cósmicas se perciben como fluctuaciones de energía dentro de nuestra psique, la Luna ha venido a representar o regir nuestras variaciones más fuertes de flujo de energía; esto es, nuestras reacciones emocionales, particularmente aquellas que son resultado de las convicciones, creencias, tabúes o traumas profundamente asentados.
La Luna, principio de la maternidad
En el estudio de la posición en los signos y los aspectos de la Luna en un horóscopo, nosotros tratamos con unos de los fundamentos de la expresión de la vida: la base de la polaridad femenina. La Luna es una de las piedras angulares de un mapa: ella es la raíz de la cual brotan todas las otras variaciones de las fases pasivas, receptivas y emocionales de la personalidad. La significación más completa de la vibración Lunar puede ser comprendida sólo cuando se sobrentiende que todo ser humano contiene dentro de sí mismo, las esencias de ambas polaridades; todo mapa tiene al Sol-Marte así como a la Luna-Venus, en alguno que otro patrón.
El sexo físico, en el mundo de las formas, es un énfasis especializado de una de las dos polaridades para los propósitos de la perpetuación. Pero, en los planos internos de impresiones, sentimientos, memorias kármicas y patrones raciales subconscientes, la influencia de la Luna predomina. La realización de los procesos evolutivos se lleva a cabo en los aspectos físicos de ambas polaridades, por lo general alternativamente, y como el sexo físico está acompañado de una especialización de experiencia, todos deben conocer tanto la vida del varón como la de la hembra. Esta “especialización” no sólo es la expresión, sino, automáticamente de karma; por lo tanto ciertas lecciones sólo pueden aprenderse por medio de la encarnación como mujer. Con respecto a esto, gran parte del karma de los varones se puede trazar, por causa y efecto, a irrealizaciones y mala dirección de los impulsos femeninos en vidas pasadas, y la Luna, en horóscopos de varones, es la llave para estos patrones kármicos. El karma que un hombre experimenta a través de las mujeres es meramente la objetivación de su propia polaridad femenina no regenerada; él se está manifestando como varón, pero por reflexión a través de sus contactos e intercambios con “las mujeres de su vida”, estos trastornos internos se manifiestan.
Marte, dinámico y vivificante, es la función fertilizadora, la esencia del sexo masculino; la Luna es aquello que recibe esta vigorización y nutre la semilla durmiente dándole forma. Por lo tanto, la Luna es el eslabón entre el Ego y la raza de familia. Ella es el medio a través del cual el hombre, como varón, se proyecta en las corrientes de vida.
De esa manera, la Luna se ve como el principio de la Maternidad, y, en astrología mundana u objetiva, esto es de significación fundamental. Por medio de la experiencia como madre, la humanidad recibe lecciones que no son inferiores a ninguna otra esfera, profundidad e importancia. Es como madre que las potencialidades del egoísmo de Marte, su egotismo, su dominación y destructividad, reciben sus primeras transmutaciones alquímicas a través de la iniciación del sacrificio propio exigido por las funciones de la maternidad.
Se ha dicho mucho, desde épocas pasadas, sobre la santidad de la maternidad, cuán pocas personas comprenden que el instinto que mueve a la mujer primitiva, semejante al animal, a prestar su cuerpo al dolor para que corriente de vida pueda perpetuarse, es, en el microcosmos, el mismo impulso por el cual un Maestro, a través de formas de transmutación y alquimia altamente desarrolladas “nutre” la vida espiritual de la raza. La mujer primitiva responde instintivamente a los impulsos de la sangre y el deseo; el Maestro realiza sus aspiraciones trascendentales en el amor impersonal. El principio de la maternidad se expresa cuando está implicada la alimentación de la vida de otro -u otros. (Astrológicamente, por supuesto, la mujer en el principio mencionado es Luna-Marte; el Maestro, como expresión de la Luz espiritual, sintetiza el espectro planetario. En su caso, la Luna está expresada cósmicamente como Neptuno y Marte está expresado como Urano).
Podría preguntarse, como puede cada niño de una familia grande tener la Luna en un signo diferente, cuando todos tienen una misma madre?. Debido a que la cualidad de la experiencia implicada en la maternidad y los cambios de “capacidad”, de niveles psicológicos y emocionales y de circunstancias domésticas que pueden ocurrir durante los años de fruición, una mujer no exactamente es la misma persona al nacimiento de su sexto hijo como ella era cuando tenía uno solo. Cada niño en un grupo de familia tiene un patrón individual. De aquí, que aunque la madre es la misma persona, ella es “vista” diferentemente por cada niño de acuerdo con su conciencia o subconsciencia. Y –esto es muy importante– ella puede tener una clase diferente de nexo kármico con cada hijo– alguna expresión de atracción o repulsión básicas. De ese modo, la Luna de cada niño indica un patrón diferente de reacciones y sentimientos en su relación con la madre.
El signo de la posición de la Luna en el mapa de una niña -una madre potencial- indica, básicamente, qué clase de madre ella será o puede ser; los aspectos de la Luna describen sus experiencias básicas de maternidad.
En el horóscopo de un niño, por reflejo, la Luna describe la tendencia general de sus experiencias domésticas y la esencia de sus actitudes hacia las mujeres en general. Con respecto a esto hay un punto importante que debe tomarse en cuenta: Debido a la transición de una madre de familia el padre puede verse obligado a tomar su lugar en la vida de sus hijos; su Luna es indicativa de la habilidad para cumplir esa responsabilidad. En otras palabras él, entonces tiene que ser tanto madre como padre y no sólo su Sol-Marte sino su Luna también recibe expresión directa. Lo contrario también es cierto: El Sol-Marte de una mujer indica la habilidad para ejercer el poder y la iniciativa de ganarse la vida para su familia si el padre muere. Ambos patrones de polaridad son por lo tanto sintetizados por medio de la vibración de Urano para la trascendencia de las responsabilidades de relación y el karma de familia.
La Luna como factor mental: La Luna simboliza los procesos de la mente subconsciente “mente del sentimiento”, no del pensamiento impersonal desprendido. Ella es opinión, basada en patrones de familia o raciales que pueden o no, tener gran relación con la realidad. En otras palabras, ella es “pensamiento motivado por respuesta de sentimiento”. Aquí la Luna se ve como “punto de vista personal” que de seguro se hara evidente cuando una persona discute sobre cualquier cosa o persona mientras está en un estado de perturbación emocional. Como factor básico de la tríada mental -la Luna, Mercurio y Neptuno- la Luna encuentra su regeneración por medio de los procesos de disciplina y control emocionales y el desarrollo del desapego personal. Nosotros estamos relacionados a personas y cosas solamente de acuerdo con la intensidad y la clase de sentimientos que tengamos para ellas. Son nuestros sentimientos los que contribuyen a la realidad en cuanto concierne a la referencia personal. Las “cosas se ven” a través de Mercurio -como ellas son en sí mismas, sólo cuando el sentimiento ha sido eliminado, el prejuicio suprimido, las influencias de los padres y la familia trascendidas, y el equilibrio interno desarrollado.
De este modo, Mercurio dice: “Este sombrero es azul”. Un hecho impersonal. La Luna puede decir: “Yo creo que este sombrero es bello” -su color es exactamente como los ojos de mi bebé. Sentimiento personal. Estos son, por supuesto, ejemplos triviales, pero sirven para indicar como pueden influir los sentimientos personales en nuestras interpretaciones de los hechos.
El truco de la Luna para perturbar nuestras percepciones, por el sentimiento, puede manifestarse en mayores formas para producir resultados trágicos. A una mujer joven su novio la deja plantada; ella reaciona emocionalmente, con resentimiento intenso y sufre por años bajo la convicción (subconsciente) que “todos los hombres son tramposos y embusteros”. Ella no está pensando con su inteligencia, sino con su sentimiento de decepción, su orgullo ultrajado y su soledad. Un hombre sufre crueldad o injusticia de manos de otro hombre de diferente raza o nacionalidad. El reacciona con una amargura que se transmite a sus hijos. Uno de éstos recibe esta impresión desdichada y porque una persona le produjo a su padre un "mal rato", el hijo, queda desde entonces prejuiciado contra las personas de esa nacionalidad y siente un poderoso impulso de condenarlas a todas a la perdición. En este ejemplo, se revela una debilidad en el modo de ser del hijo. Él no estaba usando su propia capacidad de pensar, sino que se expuso por completo a los impulsos negativos de las emociones perturbadas de su padre. Y hasta tanto él no fortalezca su poder de discernir y de pensar -conscientemente- él se estará haciendo víctima continuamente en sus actitudes sobre esa nacionalidad particular, a través de sus sentimientos irrefrenados.
Esta retención de patrones subconscientes, indica en mayor escala, a través del sentimiento, aquello conocido como "memoria" de la raza, y en esta relación la Luna, como "madre", representa la identificación del individuo con su nacionalidad o raza. Marte nos impulsa a pelear por nuestro país, pero a través de la Luna nosotros amamos nuestra patria como un niño ama a su madre. El simbolismo es puesto en paralelo exactamente. Mientras la conciencia de raza tenga relación con los patrones subconscientes de un individuo, él está en la misma clase de esclavitud a su "sentimiento nacionalista", como un niño está "bajo la dependencia de su madre", cuando él ve en la seguridad protectora del amor de ella, el todo-ser y finalidad de su vida. Estos estados mentales, son en esencia idénticos; uno es infantilismo con respecto a un individuo, el otro es infantilismo con respecto a un patrón de raza. Cuando hay madurez emocional, todas las madres son Madres, las personas de cualquier nacionalidad son Hermano y Hermana, y cualquiera o todas las naciones pueden ser la Patria. Sin embargo, en la escala de las cosas, cada patrón racial provee una "matriz nutridora" -u hogar- para un propósito específico y evolutivo. Cada uno es "bueno en su propio tiempo y para su propio propósito" así como cada madre es "la madre apropiada para cada niño".
Debido a que la Luna, como un factor mental, atañe a la interpretación del horóscopo para un punto de vista psicológico o psiquiátrico y por lo tanto no se puede tratar en detalle aquí, nosotros ofrecemos algunos puntos de interpretación básicos de la Luna, como Maternidad, en combinación con los otros planetas.
El grado o intensidad de “capacidad maternal” está indicado por el signo de localización de la Luna, los “los patrones de experiencia”, por los aspectos hechos a la Luna por los otros cuerpos planetarios.
En el signo de Cáncer, la Luna está en su posición más maternal; el instinto de nutrir es sumamente marcado aquí. Los siguientes dos mejores signos para la capacidad maternal son Tauro y Piscis. En Leo, signo Solar, ella brilla con calor y poder, pero con una cualidad positiva que contrasta con su básica pasividad de naturaleza. En Libra, ella se mezcla bellamente con la vibración Venusiana del signo de la asociación que enfatiza los impulsos de la séptima casa. En Géminis y en Acuario, ella está en los más puramente mental, y en Acuario, la Luna es lo más impersonal que ella puede -desapegada, científica y amigable en vez de puramente maternal en el sentimiento. En Capricornio ella se mezcla con el lado de la forma de la vida a través de la vibración de Saturno; aquí ella es práctica, capaz, confiable, pero algo carente de la correspondencia y simpatía que indican el instinto maternal. En Escorpión ella es intensamente emocional y fecunda, pero la vibración de Marte acentúa la fuerza y la severidad. Esta posición se considera desfaborable para la Luna desde el punto de vista fisiológico. En el horóscopo de un hombre no refleja un "cuadro de mujer" particularmente armonioso o feliz. En Aries, la Luna definitivamente no es ella misma. Aquí ella se expresa con una cualidad dinámica, egoísta y masculina que es la antítesis de su naturaleza femenina -la palabra clave es "afirmación propia".
Debe recalcarse que la Luna enfoca el instinto maternal, pero hay varias clases de "variación de experiencia". Éstas están indicadas por planetas colocados en el signo de Cáncer, regido por la Luna; estos planetas se dice que están "dispositados" por la Luna. También los planetas en la cuarta casa -prescindiendo del signo- indican en gran escala, el lado objetivo de la “conciencia del hogar”; es a través de la “experiencia del hogar” que estos planetas encuentran su canal de expresión principal y su más alta potencialidad para la realización.
La facultad del instinto es una de las palabras clave de la función de la Luna. En esta relación, la Luna simboliza un “instinto racial”, una “compulsión biológica”. Ella representa la expresión más profundamente arraigada de la tendencia de la polaridad femenina. Aunque de naturaleza pasiva y receptiva la Luna encuentra su regencia y detrimento en Cáncer y Capricornio, ambos signos cardinales; por eso, se ve cierta facultad dinámica o procreadora en el funcionamiento de la Luna.
De acuerdo a como la Luna está aliada a signos congeniales con ella, ella expresa con poderoso impulso, intensas necesidades de realización; cuando está coligada a signos incompatibles con ella debe expresar sus impulsos a través de cualidades que no son congeniales con su nota clave básica; conforme ella esté bien aspectada, ella promete realizaciones, armonía de concesiones mutuas en la experiencia y la salud; según su grado de aflicción, ella indica “karma femenino” ambos objetiva y subjetivamente, la necesidades para la transmisión y regeneración de sentimiento y discordias físicas -particularmente en las mujeres; y las indicaciones de transmutar la expresión femenida están demostradas por cualquier aflicción a la Luna tanto en horóscopos de hombres como de mujeres.
La Luna - la actitud emocional
La Luna se mueve alrededor de la Tierra en una órbita elíptica a una distancia promedia de 380.000 km. Tiene un diametro de 1.738 km, un cuarto de la Tierra, y es, por lo tanto, sólo un diminuto grano de polvo en el universo. La múltiples caras de la Luna, constantemente en cambio, han fascinado al hombre desde siempre, y su ciclo de transformación ha sido fuente de innumerables leyendas, mitos y historias.
La Luna no tiene luz propia, sino refleja los rayos del Sol. Mientras que el Sol simboliza el principio masculino, la Luna simboliza el principio feminino. El Sol "transmite" energía, y la Luna la absorbe y asimila para luego abastecerla. El ciclo lunar dura en promedio unas 28 días y medio coincidiendo con el ciclo femenino; también influye en la marea de los mares, ya que el movimiento periódico y alternativo de ascenso y descenso de las aguas del mar se produce por la atracción del Sol y de la Luna.
En la mitología griega, la diosas de la Luna tienen caras muy distintas. Algunas son caprichosas, oscuras y crueles, mientras otras son serenas, nutrientes y afectuosas. Se llaman Artemisa, Hécate y Selene. Incluso a la virgen María se le pintó sobre una luna creciente.
Las diferentes fases de la lunación son significativas para la interpretación astrológica. Las personas nacidas en el período de la Luna Nueva poseen una alta capacidad de concentración, ya que las energías se dirigen hacia el interior, pero también son particularmente subjetivas y emotivas.
La Luna Llena indica justo lo contrario: es un tiempo de crecimiento y de la extraversión; sus nativos destacan por su objetividad y conciencia clara.
En el horóscopo, la Luna, relacionada con el signo Cáncer, representa la subconsciencia, los sentimientos, la fertilidad, la energía creativa, el hogar, la madre y la receptividad a los estados de ánimo de otras personas.
Comprendiendo las Personalidades por las Fases de la Luna
Las fases natales reflejan las facetas en la personalidad y la estructura de vida de la persona. Como parte de los ciclos de vida, también reflejarán la dinámica de una fase experimentada por la persona al tiempo que la Luna progresa por progresión secundaria. El trabajar con estas fases, como fases de desarrollo progresadas crean una influencia importante a los tránsitos de los planetas externos y ayudan a definir como debe manejarse una persona con los tránsitos por su propia naturaleza (tipo de fase natal) y por fase de Luna Progresada y el significado de esta fase. Por ejemplo una persona enfrentando un Plutón en tránsito opuesto a su Sol y que está en una fase oscura o balsámica en su ciclo progresado enfrentará con las ramificaciones del tránsito en una forma muy diferente que alguien que experimenta el mismo tránsito pero está en una fase de Luna Llena. De igual forma, por sus naturalezas individuales cada uno señalará sus asuntos de manera diferentes.
La Personalidad de Luna Nueva
El ángulo entre 0° a 44° con la Luna zodiacalmente adelante del Sol comprende la conjunción, el Semisextil (30°) y lleva a la Semicuadratura (45°). La Luna Nueva ocurre inmediatamente después de la “Fase Oscura” y hay poca evidencia visible de la presencia de la Luna. Está a punto de crecer hasta la Luna Llena, cuando mengue en tamaño aparente. La Luna Nueva representa un arranque limpio, como una nueva semilla rompiendo la superficie después de un período de oscuridad. Anuncia un tiempo cuando hay un movimiento hacia el futuro y tiene un tipo de sensibilidad particular. Imagine esta semilla tentativa, puede sobrevivir, puede estar a la clemencia de los elementos. Esto se refleja en la naturaleza del individuo nacido en ese tiempo. Significa vitalidad y el impulso a sobrevivir pero también una cierta vulnerabilidad.
La gente de Luna Nueva tiende a experimentar el mundo en una forma muy subjetiva. Hay siempre un enfoque personal a su actitud en la vida y hay algo de confusión en su expresión externa e interna cuando ambas luminarias están en el mismo signo. Su consciencia del yo es reflejada fácilmente en el mundo, y el mundo puede parecer presentar muchos retos. Esta persona alcanza esos retos en un intento de crecer y sobrevivir. Una palabra clave podría ser “entusiasmo”. Los signos Yin (para el mismo signo de la Luna Nueva) tenderán hacia la subjetividad y el crecimiento interno mientras que los signos Yang tiende hacia el logro mundano. La persona es optimista, confiable y casi incapaz de ver la negatividad en la vida, tan grande es su anhelo de experimentar a sí mismo y su vida. Nace con una visión positiva innata y la lleva a pesar de los retrasos, saliendo de las dificultades para elevarse de nuevo al reto.
La primera fase consiste en el impulso a experimentar la vida, para crecer e iniciar, reunir los momentos y puede enfrentar o imaginar la realización. Siguiendo de la “Fase Oscura”, la cual, simbólicamente, es una de incubación y fertilidad, la personalidad ya no es embriónica sino que está llena de vitalidad pero también con una cierta sensibilidad y fragilidad como si se rompiera hacia el mundo. Estas personas parecen saber que deben sobrevivir lo mejor que puedan y la persona tiene una consciencia psíquica que debe enfrentar muchos retos. Son marcadamente independientes y enfrentan aquellos retos como parte de sus expectativas de vida. Aunque con frecuencia, la persona hace más de lo que debe, olvida de que es “nuevo” y por lo tanto “ingenuo” y tenderá a acelerarse en la vida confiando en la suerte.
La personalidad de Luna Nueva brilla con vehemencia. Uno puede esperar una naturaleza impulsiva, dependiendo en el signo e incluso los signos introvertidos tendrán aún un ansioso interés en la vida y sus retos. La persona deberá ser particularmente emocional y sensible hacia otros pero por naturaleza se involucra personalmente. Investiga la vida como si el mundo fuera una nueva tierra para ser explorada y grandes descubrimientos están para ser hechos a los cuales les pueda poner su nombre. Debido a su naturaleza subjetiva puede haber algo de impaciencia con respecto al lugar o las necesidades de los demás. Esto no es deliberado sino un simple entusiasmo corriendo con su propia energía.
Una Luna Nueva en personalidades de signos Yin operaría desde una dimensión inconsciente, siendo altamente subjetiva y tiende a ser inconsciente de sus efectos en los demás. Una Luna Nueva en signo Yang sería más objetiva y asertiva a tal grado que son capaces de dominio sin preocuparse por sus efectos en los demás. En todos los casos, hay con frecuencia un poco de restricción o premeditación como el impulso para experimentar la vida es altamente espontáneo.
Al ver a las luminarias como los Padres Internos, debemos encontrar que los padres son vistos como un “par”, unidos en su relación o un padre puede ser visto dominar y el otro estar en una relación inaccesible con la persona de la carta. Mucho dependerá por supuesto en los aspectos de la Luna Nueva.
La gente de Luna Nueva es iniciadora, toman los retos e incluso los crean para ellos mismos. Están orientados a las metas con frecuencia sin un fin en particular a la vista, sino simplemente porque disfrutan enfrentar las cosas nuevas. Así que son iniciadores pero no siempre finalizadores. Necesitan la disciplina del tiempo, así como a la nueva semilla se le debe dar tiempo para crecer y prosperar, con frecuencia los primeros años están desperdiciados con retos y proyectos que estuvieron mal o sin terminar. Posteriormente en la vida estas personas se vuelven muy productivas cuando su ciclo progresado coincide con el ciclo de Saturno y experimentarán una Lunación Progresada alrededor de la misma época en que Saturno regresa a su posición natal.
La división entre el mundo consciente y el mundo inconsciente interno es delgada, por tanto son con frecuencia percibidos que están “juntos” o “centrados” por otros. Expresan libremente la naturaleza elemental del signo que contiene la conjunción. Aquellos con la Luna en el signo delante del Sol diferirán en expresión. Debido a que estamos buscando en una fase en lugar de una conjunción exacta con frecuencia ocurre que la Luna está en el siguiente signo (pero menos de 45° adelante del Sol). En este caso la Luna estará en un elemento diferente y uno vería en la cualidad y elemento de las luminarias para determinar cual luminaria “dirigiría” en la expresión. El aire y fuego Yang dirigen sobre el agua y tierra Yin así si la Luna es Yang y el Sol Yin entonces el cuerpo emocional toma precedencia sobre el cuerpo racional y la persona es más “reactiva”, estimulada y activada por las emociones. Si el Sol es Yang y la Luna Yin, la acción toma precedencia sobre el sentimiento y las emociones pueden tender a ser descartadas en el impulso por la acción.
Fase y Personalidad de Luna Creciente
La Luna está de 45° a 89° adelante del Sol. Esto comprende el Sextil, Quintil y dirige hacia la Cuadratura. La fase sin desplegar que comenzó con la Luna Nueva está reuniendo ahora ímpetu, la Luna está creciendo más grande en tamaño así que esta persona está muy consciente del futuro, incluso más ansioso para experimentarlo, tiene más introspección en lo que tiene en el futuro, incluyendo los peligros insospechados. La personalidad de Luna Nueva con frecuencia no tiene una idea sobre los problemas potenciales, pero la personalidad Creciente tiene un sentido de lo positivo y lo negativo y por tanto es menos ansioso pero más precavido, sopesando las cosas antes de tomar la iniciativa. Pero le puede faltar claridad debido a esto y hay con frecuencia anhelo y resistencia, un impulso para ambos moverse hacia delante y al mismo tiempo quedarse cómodamente en la zona segura de lo que le es familiar.
Hay algo de inseguridad integrada en esta persona, un enfoque tentativo, aunque una curiosidad y necesidad de explorar la vida la cual es muy fuerte y motivante. La semilla metafórica que sembramos surge ahora de la oscura tierra tiene sus primeras hojas y ha sobrevivido las primeras tormentas y peligros, entregando alegóricamente los peligros a la memoria, si las pudiéramos imaginar que las plantas tuvieran memoria, la psique la tiene. Las palabras clave aquí serían “anticipación” y “titubeo”. Estas personas parecen conscientes de que hay retos y tensiones a ser superadas. Por esta razón, la gente que nace en esta fase puede tener un problema para definir las metas y la dirección en la vida, en caso de que las cosas vayan mal. Pero una vez habiendo establecido alguna dirección, harán un corte limpio y se moverán a toda maquina. Entonces sorprenderán a todos con la acometida e intención después de primero parecer provisional. Vemos esto en aquellos que rompen con la tradición, con las expectativas de los padres y frecuentemente con el país de nacimiento. Confían implícitamente en su propia capacidad de supervivencia y tienen una ingenuidad e impulso que es bastante encantador.
Esta gente parece tener en ocasiones un “zumbido bajo la silla”, son de alguna manera impulsados en su necesidad para la realización en la vida. Dependiendo en el Yin y Yang de los signos involucrados en la personalidad de Luna Creciente, tenderán a ser un poco variables, pero una vez que toman la decisión se moverán hacia delante. Esta fase incluye los aspectos de quintil y sextil, los cuales son “creativos” y trabajadores prácticos por lo cual la personalidad no puede quedarse estática sino que forja con las metas a la vista, terminándolas incluso aunque pueden perder el interés en el camino.
Anticipándose a un largo viaje por delante, a fin de lograr el crecimiento futuro, la fase de personalidad es semejante a un niño abandonando el hogar por el gran mundo de la adultez. Con frecuencia a fin de ser exitoso necesita hacer un descanso permanente. Este no siempre es físico, sino un descanso con la moral, las tendencias educativas, las tradiciones y los hábitos. La familiaridad hace difícil dejar la seguridad, pero por esta naturaleza es impulsarlo a hacerlo. Pueden parecer en ocasiones flotar en los límites de la toma de decisiones y la acción, y necesitan valor para explorar pero raramente se llegan a adherir por mucho tiempo. Con frecuencia mantienen una conducta juvenil e inclusive cuando son viejos, pueden mostrar un candor e inocencia que es extremadamente encantador.
Avanzando, sin necesitar justificar sus acciones, o abrumarse por el miedo al progreso, es un reto que debe enfrentar esta personalidad si tiene que conseguir lo mejor de la vida. Con frecuencia parecen necesitar explicar o buscar permiso para actuar asertivamente aunque tienen una fortaleza que es bastante sorprendente cuando dejan que se muestre. Frecuentemente necesitan tiempo para asimilar y evaluar los retos para determinar la dirección y puede aparentar vacilantes. Viven anticipados, aprenden a través de la experiencia así mientras maduran se vuelven más intrépidos y asertivos. Nacen con un potencial enrome pero necesitan tiempo para activarlo. Se elevarán al reto solamente para retirarse cuando son bloqueados. Con frecuencia la habilidad para retirarse es útil porque vuelven a reunir sus recursos y salen a pelear después de reagruparse.
La Personalidad de Luna de Primer Cuarto
De 90° a 134°. Este comienza con la cuadratura e incluye al trino. Así que esta personalidad varía del tipo de “aspecto difícil” al del “sencillo”. Es necesario tener esto en mente y modificar la interpretación por el ‘aspecto’ real de la fase. Sin embargo, las personalidades nacidas en esta fase mantendrán un ‘estilo’ de expresión parecido, el impulso de crecer a través del cambio y simplemente pasar de una forma diferente.
Como alcanzarán el cambio dependerá mucho del signo involucrado, debido a que en la cuadratura, los ‘asuntos’ arquetípicos pueden ser altamente retadores. Por ejemplo, el Sol en Aries y la Luna en Cáncer podrían experimentar tensión sobre la autonomía y los patrones de familia. El Sol en Cáncer y la Luna en Libra podrían experimentar tensión entre la familia y la intimidad. El Sol en Libra y la Luna en Capricornio podrían nacer esperando experimentar dilemas que involucran la intimidad y el estatus. Con la cuadratura el cambio es alcanzado forzosa y deliberadamente y con voluntad. Así esta personalidad está invadida con el deseo de crecimiento pero tiende a hacerlo a expensas de la paz interna, es consciente de los dilemas de la relación y podría forzar inconscientemente los asuntos a fin de liberar lo que percibe que son los factores limitantes.
La fase incorpora la ambición pero en ocasiones con un costo. La semilla metafórica no ha roto solamente la superficie sino está desarrollando las hojas y buscando el amanecer, pero está expuesta al viento y la lluvia, el frío y calor, y así experimenta una fase crítica, vivirá o morirá, ¿tendrá que completarse para su lugar en el sol con otras de su tipo? Esta personalidad puede incluso experimentar una forma de rechazo de la familia, o al menos sentir que no encaja y esto puede ser emocionalmente difícil de manejar, aunque le deja libre para explorar su propio mundo y crisis, de una forma u otra puede ser el catalizador para esto.
La tensión que es inherente en la personalidad es con frecuencia reflejado en las tensiones de las relaciones con los padres, que es con frecuencia vista por la persona como una relación inarmónica. Así con frecuencia tiene que tratar con sentimientos de ‘tomar partido’, no solamente con las relaciones con los padres sino también en otras relaciones en la vida. Puede encontrarse a sí mismo en situaciones donde tiene que decidir entre fuerzas opuestas. Se puede independizar a una edad temprana. Su dilema interno con mucha frecuencia viene a expensas de las emociones y la completa expresión le deja el sentimiento de que ha perdido el control. Este es un ‘puente’ entre el Sol consciente y la Luna inconsciente, donde la objetividad y la subjetividad chocan así la personalidad puede expresar unos patrones de comportamiento impredecibles y reactivos.
La acción, el instinto, la crisis, la reacción, el establecimiento de metas con un propósito, la construcción de marcos de referencia, la independencia de pensamiento y acción pueden crear crueldad sobre esta personalidad que está fuertemente enraizada en el condicionamiento de los padres y el riesgo que lleva y el alcanzar los asuntos de los padres. Cuando la persona llega a los términos de sus propios impulsos se establece un enorme sentido del propósito y claridad de dirección. Por tanto encontramos a la persona que es un logrador potencial. Esta es una personalidad que tiene un sentido del yo pero tiene que luchar para adaptarse a la sociedad en la cual vive. Algunas de las luchas y crisis que experimenta esta personalidad es el encontrar un nicho en la vida.
Debido a que esta fase incorpora el trino de apertura o creciente, y podemos asumir que viene con el trino una mejor comprensión, o al menos, una mejor aceptación y menor estrés, la persona nacida al final de la fase trata con asuntos de una manera más calmada y resuelta, sanando más rápidamente y aceptando aquellas cosas que no puede cambiar.
Por lo tanto, puede ser más fácil tratar con tensión por aquellos nacidos con el trino. El Sol y la Luna están en el mismo elemento, por tanto la energía fluye más fácilmente y hay una intensificación del autodesarrollo. La paradoja en esta fase completa es que mientras uno experimenta la crisis y la tensión en el deseo por el cambio, otro hará sus transiciones con facilidad. Pero el deseo y los impulsos no son menos intensos. Con el trino hay una aceptación del conflicto y más fácil manejo de los retos.
La Personalidad Gibbous
De 135° a 179°, este incluye el Quincuncio y lleva a la Oposición. Esta es una fase cuando la atención consciente se le paga al crecimiento personal, al mismo tiempo en que incorpora las relaciones con otros. Esta personalidad está completamente consciente de sus potenciales y ansioso para comprender y desarrollarlos. No busca hacerlo en una forma de crisis sino que es más paciente y acumulativo. Adquiere habilidades y comprende la necesidad para deliberar en el logro de la vida. Lo bendice una facultad intuitiva que no es impulsiva, sino equilibrada entre metas subjetivas personales de cómo los demás lo alcanzan. Es menos impulsiva que las fases que han pasado antes. La persona está consciente de las expectativas y las normas sociales, toma lo que es de valor para él y fácilmente rechaza el resto. Lo hace con una comprensión intuitiva que por acumulación material, de conocimiento e información que ganará posteriormente en la vida. Es más un recopilador que un cazador es con un enfoque directo, una visión progresiva y optimista y de buena gana el uso de cualquier tipo de habilidades y material que tiene a la mano para alcanzarlo.
El cuento de la planta está ahora completamente para sobrevivir, esta fase está en un estado acumulativo y uno en el cual nuestra planta comienza a mostrar su potencial, ¿es una petunia o es un árbol de manzana? Sabe y comienza a tomar su forma futura, alimentándose y creciendo a un ritmo rápido, sus raíces están firmemente en la tierra desde donde toma su sustento. Así es con la personalidad Gibbous. Saben quienes son y tienen una idea firme de lo que quieren.
Está consciente que se tienen que hacer ajustes entre los deseos personales y las necesidades de los demás y generalmente es capaz de comprometerse. Sin embargo, al hacerlo, no pierde la visión de su dirección personal, pero es consciente de lo que quiere dentro del marco de referencia de su cultura, sociedad y sus exigencias, y las normas políticas y las oportunidades creativas que se presentan a él. Tiene la habilidad más desarrollada para ser consistente y perseverante.
Por tanto puede parecer plácido, pero está alegremente bien aterrizado y resuelto. Puede no estar completamente dispuesto a comprometer sus propios deseos pero si satisface sus propósitos a largo plazo verá la política de parecer que lo hace. Puede ser truculento si puede ver que no tiene ventaja. Sabe quién es y lo que quiere. Esta fase trae objetividad como la actitud predominante y la persona es menos dependiente de sus instintos para sobrevivir y más en ‘jugar’ con el sistema para encontrar los medios.
Es capaz de, y lo hace, planear el futuro y arreglarlo para su propia sobrevivencia. Parte del patrón de vida de esta personalidad, especialmente cuando de joven descubre que la vida tiene ‘un orden’. Está determinado en su propio crecimiento y por tanto podría tender a usurpar a aquellos que se paran en su camino. Sin embargo, aprende intuitivamente a evitar a aquellos que lo podrían amenazar y a cultivar que le permitirán encontrar su propio nicho. Podríamos decir que esta personalidad tiene todas las cosas de un animal político, en contacto con la sociedad y otras personas y aún capaz de utilizar ese marco de referencia para alcanzar sus propias metas.
Tiene un fuerte sentido de la identidad pero con frecuencia cuenta con otras personas para reflejar el sentido del ‘Yo’. La retroalimentación de los demás es muy importante y necesita ser confirmada en la infancia. Si los aspectos a las luminarias son alentadores, esta persona es capaz de colocarse a sí misma en medio en una forma social y afable. Si no, puede estar rodeado con un deseo de crecimiento que pone poca atención a los medios legítimos por los cuales puede obtener lo que necesita. Es capaz de escribir las reglas para ajustarlas a sí mismo.
Tiene la capacidad de analizar las direcciones futuras y las indiscreciones pasadas y ponerlas firmemente en perspectiva, para así aprender de sus errores. En ocasiones este aquel que camina a un diferente ritmo pero es bastante consciente de que lo está haciendo y lo puede utilizar para metas posteriores. El impulso para la reforma y la mejora es fuerte. Por lo tanto encontramos la persona fuera del mundo, extrovertida más que introvertida. La persona es con frecuencia un almacén de conocimiento y experiencia variando desde lo trivial hasta el conocimiento profundo.
La Personalidad de Luna Llena
De 180° a 224°, la personalidad alcanza el mundo exteriorizado de los demás. Vemos esta fase más claramente. La Luna está en su tamaño más grande a punto de comenzar su etapa menguante. Las relaciones con los demás y con el mundo tejiendo en grande en la experiencia de la vida de esta persona. Nacen en anticipación de quienes son, depende en gran medida en las demás personas en su vida por tanto hay una paradoja en equilibrar el “yo” y el “tu”. Son capaces de alternar entre manejar duramente sobre las necesidades de los demás o ser tan conscientes de las necesidades de los demás que niegan las propias.
¿Qué ocurrió con nuestro árbol? Ahora está alto y expuesto. Desafía al viento para que sople a través de él, al agua para que fluya, y cuando ocurren estas cosas sobrevive porque tiene la fortaleza para enfrentar los elementos. Su propósito ahora no es tanto la auto-conservación como la conservación de las especies, y por tanto da fruto y semillas, y las primeras semillas son inmaduras y necesitan tiempo para desarrollarse. Algunas lo harán otras no. Aquellas que son fértiles se quedan, las que no son caen a la tierra. Así que hay un sentido de vida y muere, fertilidad e infertilidad que, reflejada en la personalidad, pueden jalar en una dirección u otra.
La polarización ocurre tan seguido que esta personalidad parece jalar en dos direcciones. Pueden actuar de una forma que se describe mejor como ‘extremista’. El equilibrio y la constancia requieren un cambio constante en las perspectivas de la vida y la persona tiene que encontrar la forma de mantenerse a la ‘mitad del camino’. Esto crea muchos extremos en su vida. Debido a que el Sol y la Luna están opuestos entre sí no hay obstáculos para la iluminación y la persona es innatamente consciente tanto de su ego y su ‘alma’ y cambia entre las necesidades de cada una. El constante cambio entre la experiencia mundana objetiva y la experiencia interna subjetiva es tanto tormentosa y como un dilema permanente para las personalidades de Luna Llena. Un momento se encuentran a sí mismos afianzados y seguros de su dirección personal material o intelectual y después sumergidos en la confusión emocional y de relaciones. Los dos polos están claramente separados. Idealmente esto promete la bien establecida personalidad madura, capaz de un sentido innato de las partes profanas y sacras de sí mismo pero la mera dinámica de la oposición significa que está en un estado constante de flujo. Raramente ocurrirá el equilibrio para la satisfacción de la persona.
Altamente creativo, obviamente expresivo, capaz de ser autodestructivo, estas personalidades son vistas, quieren ser vistas, están motivadas para buscar la aprobación de los demás de una forma u otra, y este deseo de aprobación se proyecta al mundo de las relaciones.
Siguiendo la fase Gibbous donde la retroalimentación es un recurso necesario para el crecimiento, para la personalidad de Luna Llena, dicha confirmación es un producto que viene en un flujo constante como la autoestima puede oscilar en los extremos. Puede ser bastante confiado en su enfoque de la vida, solamente oscilando en períodos de duda personal. Por tanto sus patrones de vida pueden saltar de un extremo a otro. Él o ella es su mejor amigo o su peor enemigo, y proyectará esto en las relaciones por lo tanto si lo ama o ama a una persona con Luna Llena no espere que esto sea un viaje sencillo, ya que las líneas entre el amor y el odio son delgadas.
La motivación es elevada, aunque puede ser arrastrada por fuerzas emocionales. Las normas sociales y los instintos primitivos piden atención y la persona con frecuencia cambia entre la necesidad de estar conforme a los requerimientos de las relaciones y la vida social y el impulso interno de libertad y anarquía. Hay un agudo sentido del propósito y la necesidad de expresar la vida ‘llena’. La madurez permite a la persona cumplir la promesa innata del autodesarrollo personal junto con el logro del mundo. El matrimonio de los padres puede ser experimentado como opuesto pero en dinámica interdependiente. La madre y el padre pueden ser percibidos como individuos separados atados dentro de la estructura del matrimonio aunque deseosos de libertad. Puede incorporar los asuntos de los padres a un punto de distracción y una pérdida de identidad. Esta dualidad de opuestos se muestra claramente en la personalidad como trata de ‘centrarse’ y ‘encontrarse’ a sí mismo. Así como podría polarizar sus energías, tiene la capacidad de tener lo ‘mejor de ambos mundos’ si comprende su propia dinámica. Esta es una personalidad que siente que la vida tiene que ser vivida completamente en el aquí y ahora, son innatamente impacientes, impulsivos, y como tales hay una posibilidad de un muy alto nivel de logro.
La Personalidad de Luna Diseminante
De 225° a 269° adelante del Sol. Esta es una fase de distribución, comunicación e iluminación. La persona de la Luna Diseminante tiene una necesidad innata de propagar la palabra, anunciar su presencia e incluso alardear de sus proezas. Es bastante capaz de publicitar sus ideas y está fuertemente motivado en un nivel social. Las estructuras sociales y la sociedad en su totalidad se beneficia de su personalidad, y él se beneficia de ello, pero está en peligro de hundirse por su propio entusiasmo. Está investido con un deseo de instigar la reforma social, pero en ocasiones necesita detenerse y considerar que el mundo puede que no esté listo para él. Es un visionario y su visión del futuro no deja espacio para estructuras y tradiciones limitantes. Empuja los límites, y como las personas de la Luna Gibbous, pueden hacerlo en una casi forma amoral, pero lo hace menos por ganancia personal y más por la ‘causa’. Puede incorporar la frase “el fin justifica los medios”.
El árbol ahora tiene frutos y semillas y abundancia. Esparce las semillas que están maduras con un abandono bailarín ya que su propósito está bien definido. Se revela en los elementos ya que está sintonizado con ellos y se da cuenta de su propósito. Es un tiempo de alegría del derrame de aquellas semillas que asegurarán su vida es significativo y su especie sobrevivirá. La diseminación significa esparcir lejos y ampliamente y nuestro árbol utiliza la naturaleza para hacer esto.
Dichas personas están involucradas en la comunicación, con frecuencia enseñanza, se preocupan de la ley y las normas estructurales de la sociedad y son por naturaleza extrovertidos. Se expresan a sí mismos con facilidad alrededor del trino, pero pueden expresar posteriormente las dificultades cuando se acerca la cuadratura menguante, así su más grande lección es no tomar como un hecho su talento sino para re-enfocarlo en una forma colectiva. Es la personalidad con potencial de liderazgo social, capaz de transmitir las necesidades del grupo, actuar protegiendo, alterando el pensamiento y actitudes de la colectividad. Puede ser de alguna manera dictatorial y exigente en “siempre estar en lo correcto”. Nace con un sentido innato de que todas las cosas cambian y no son permanentes y estén en movimiento. Tiene una tendencia visionaria y claridad de enfoque pero también un sentido del ‘ritmo’ y parece necesitar conseguir un pedazo de la vida mientras le está yendo bien. Aquellos conceptos que preocupan personalmente a la persona son aquellos que utiliza para beneficiar al todo. Así encontramos a alguien orientado hacia las causas, en profesiones de asistencia, donde es expresada su innata habilidad para comunicar. Esta es la posición de informar y educar a aquellos con quien tiene contacto. Es altruista, pero puede ser locuaz. Puede parecer actuar por impulso pero raramente lo hace. Su reto es priorizar ya que puede esparcir su energía. Quiere ser todas las cosas para toda la gente.
De niños este tipo son ‘cabeza vieja en hombros jóvenes’. Como maestros y diseminadores de información maduran a edad temprana. Esta personalidad puede motivar a los demás hacia la reforma y son con frecuencia los voceros de la sociedad. La inmovilidad y la aceptación sin cuestionamiento, el descansar en sus laureles es un anatema para esta personalidad. La vida parecerá sin sentido a menos que tengan los medios para difundir, compartir, experimentar y explorar. Por esta razón la persona puede crear sistemas de creencia simplemente por el hecho de hacerlo. La necesidad es por precaución y por determinar que facetas de la vida tienen una significación real más que para él para involucrarse en actividades triviales o mundanas solamente por el hecho de hacerlo.
La Personalidad de la Luna del Cuarto Creciente
De 270° a 314° detrás del Sol. Esta cuadratura menguante es similar a aquella del Primer Cuarto pero a un nivel más social. Aquellas primeras tensiones se sintieron en una forma activa, subjetiva, personal y en una dirección pero esta cuadratura menguante presenta un grupo diferente de retos, aquellos de tensión en la consciencia social o ideológica. Esta persona está cargada con tensión de probar ideologías y creencias, las suyas propias, de los demás y de la sociedad. Cuestiona la validez de todas las cosas. Tiende a un punto de vista muy objetivo y es capaz de ser bastante exigente en la búsqueda de la resolución de las preguntas que hace. Aquellos nacidos en esta fase se confrontan con muchas tensiones entre las ideologías personales y las creencias y realidades de los sistemas y los hechos.
Es el vocero del colectivo pero también se arriesga de morder más de lo que puede masticar. Su reto es determinar cuanto de sí mismo está preparado a sacrificar por las exigencias colectivas. Esta colectividad puede variar desde su familia inmediata, con frecuencia los padres y la jerarquía más amplia de la familia, a la estructura ‘tribal’ de la comunidad.
Está dividido entre los valores tradicionales y las tendencias futuristas. Puede ver los valores en ambas y con frecuencia se le pesca en un dilema de consciencia. Agudamente siente los impulsos del grupo y aquellos con los que se asocia, y necesita ajustarse con las normas estructurales y también incorpora sus propios ideales con los del grupo. Por lo tanto en un nivel positivo puede alcanzar las ambiciones personales a través del grupo, o cambiar al grupo para alcanzar sus fines. Cualquiera de ambos está atado a la fibra moral de los demás.
Aquí están los filósofos del mundo, que no necesariamente actúan para hacer que ocurra la reforma, pero empujan a los demás para hacerlo, desde una posición ‘administrativa’. Dichos tipos de personalidad requieren reconocimiento del ‘sistema’ y con frecuencia viven y trabajan dentro de límites estrictos y su dicotomía que es desean que las cosas sean diferentes. Con frecuencia preguntan, ‘porqué estoy aquí’, ‘cuál es mi meta en la vida’. Así pueden ajustarse a un mundo de negocios durante el día y un mundo esotérico en la noche. A decir verdad, es verdaderamente más cómodo en la noche.
¿Y que hay del árbol? Sigue dando frutos, sus semillas esparcidas es tiempo de descanso en preparación para la espera. Los elementos han esparcido las ramas, algunas ramas no son fructíferas y por tanto el árbol se recortó para la vida. Las ramas marchitas caen al tiempo en que se las lleva el viento. El árbol está a merced de los elementos, no en el mismo camino como ocurrió en la cuadratura creciente, sino en una forma más madura, mientras las hojas muertas comienzan a caer y todo lo que es inútil en preparación para la siguiente estación se quita. La intervención humana en la forma de vida, puede inclusive delinearla para que quede con la misma imagen que los otros de su tipo.
Negativamente, la persona puede superar por inercia o ser paralizado por miedo a la pérdida. Puede ser inflexible y por tanto experimentar la pérdida ya que tiene una tendencia natural a colocarse en el error si no tiene la voluntad de incorporar nuevas actitudes y cambiar sus patrones de comportamiento. Puede oscilar entre lo seguro y ya probado aunque internamente sabe que debe cambiar, o será dejado atrás en el continuo paso de la vida. Esta persona puede tender a volverse pesimista, si su filosofía se ve amenazada, atrapada dentro de los sistemas de vida y obligaciones hasta que se abraza la conciencia filosófica del futuro. La profesión y otras afiliaciones con frecuencia caen en crisis y frecuentemente las asociaciones necesitan ser abandonadas o refinadas de alguna manera. Esta persona nace con un sentido de vocación. Con frecuencia toma un largo tiempo para sacudirse el deseo de conformarse a fin de caer en su llamado.
El matrimonio de los padres pudo haber tenido uno completamente dominante o dictatorial sobre el otro. Por lo tanto la persona está imbuida con la necesidad de suprimir ya sea su yo
Es llamada Luna por los romanos, Selene y Artemisa por los griegos. Ha sido conocida desde épocas prehistóricas. Es el segundo objeto en el cielo después del Sol. Al tiempo en que la Luna órbita alrededor de la Tierra una vez al mes, el ángulo entre la Tierra, la Luna y el Sol cambia; vemos esto como el ciclo de las fases de la Luna. El tiempo entre las lunas nuevas es de 29.5 días (709 horas), ligeramente diferente del período orbital (medido en contra de las estrellas) debido a que la Tierra se mueve una distancia significativa en su órbita alrededor del Sol en ese tiempo.
Debido a su tamaño y composición, la Luna es clasificada en ocasiones como un “planeta” terrestre junto con Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. La Luna fue visitada primero por la nave rusa Luna 2 en 1959. Es el único cuerpo extraterrestre que ha sido visitado por los humanos. La primera vez que alunizaron fue el 20 de julio de 1969, la última fue en diciembre de 1972. En el verano de 1994 se hicieron mapas por la pequeña nave Clementina.
Las fuerzas gravitatorias entre la Tierra y la Luna provocan unos efectos interesantes. Los más obvios son las mareas. La atracción gravitacional de la Luna es más fuerte en el lado de la Tierra más cercano a la Luna y más débil en el lado opuesto. Debido a que la Tierra, y particularmente los océanos no son perfectamente rígidos se alarga a lo largo de la línea hacia la luna. Desde nuestra perspectiva de la superficie de la Tierra vemos dos pequeñas protuberancias, una en dirección de la Luna y la otra directamente opuesta. El efecto es mucho más fuerte en el agua del océano que el de la tierra así que las protuberancias del agua son mas altas. Y debido a que la Tierra rota mucho más rápido que la Luna se mueve en su órbita, las protuberancias se mueve alrededor de la tierra una vez al día dando dos mareas altas por día.
La naturaleza asimétrica de esta interacción gravitacional es también responsable por el hecho de que la Luna rota sincrónicamente, es decir está enganchada en la fase con su órbita por lo que el mismo lado de la luna está siempre dando cara hacia la Tierra.
Significado Astrológico
Representa el principio femenino: madre, esposa y mujer en general. Instintos, humores, mareas, fases, receptividad, fluctuación, sentimiento, hábitos de conducta, acciones reflejas. Su acción fluctúa y cambia. Rige los intereses personales, los deseos, necesidades, magnetismo, crecimiento y fertilidad, la necesidad de contacto, la impresionabilidad y el conocimiento. Rige los líquidos, las conveniencias, la navegación, la fabricación de bebidas, la crianza, el comercio y el público en general. “El lugar donde se halle la Luna en un horóscopo mostrará dónde la persona está expuesta a trastornos emocionales.
La Luna rige la noche. La mayoría de la gente duerme en la noche la mayor parte del tiempo. Por lo tanto la Luna ha venido a representar o regir el Mundo de los Sueños, la mente subconsciente. De todos los cuerpos celestiales la Luna es el más cercano a nosotros, cuyas variaciones gravitacionales sentimos más fuerte (a través del fenómeno de las mareas). Debido a su interacción con la Tierra y el Sol tenemos las fases de la Luna y los eclipses. Por lo tanto su efecto sobre nosotros fluctúa bastante. Debido a que sus variaciones cósmicas se perciben como fluctuaciones de energía dentro de nuestra psique, la Luna ha venido a representar o regir nuestras variaciones más fuertes de flujo de energía; esto es, nuestras reacciones emocionales, particularmente aquellas que son resultado de las convicciones, creencias, tabúes o traumas profundamente asentados.
La Luna, principio de la maternidad
En el estudio de la posición en los signos y los aspectos de la Luna en un horóscopo, nosotros tratamos con unos de los fundamentos de la expresión de la vida: la base de la polaridad femenina. La Luna es una de las piedras angulares de un mapa: ella es la raíz de la cual brotan todas las otras variaciones de las fases pasivas, receptivas y emocionales de la personalidad. La significación más completa de la vibración Lunar puede ser comprendida sólo cuando se sobrentiende que todo ser humano contiene dentro de sí mismo, las esencias de ambas polaridades; todo mapa tiene al Sol-Marte así como a la Luna-Venus, en alguno que otro patrón.
El sexo físico, en el mundo de las formas, es un énfasis especializado de una de las dos polaridades para los propósitos de la perpetuación. Pero, en los planos internos de impresiones, sentimientos, memorias kármicas y patrones raciales subconscientes, la influencia de la Luna predomina. La realización de los procesos evolutivos se lleva a cabo en los aspectos físicos de ambas polaridades, por lo general alternativamente, y como el sexo físico está acompañado de una especialización de experiencia, todos deben conocer tanto la vida del varón como la de la hembra. Esta “especialización” no sólo es la expresión, sino, automáticamente de karma; por lo tanto ciertas lecciones sólo pueden aprenderse por medio de la encarnación como mujer. Con respecto a esto, gran parte del karma de los varones se puede trazar, por causa y efecto, a irrealizaciones y mala dirección de los impulsos femeninos en vidas pasadas, y la Luna, en horóscopos de varones, es la llave para estos patrones kármicos. El karma que un hombre experimenta a través de las mujeres es meramente la objetivación de su propia polaridad femenina no regenerada; él se está manifestando como varón, pero por reflexión a través de sus contactos e intercambios con “las mujeres de su vida”, estos trastornos internos se manifiestan.
Marte, dinámico y vivificante, es la función fertilizadora, la esencia del sexo masculino; la Luna es aquello que recibe esta vigorización y nutre la semilla durmiente dándole forma. Por lo tanto, la Luna es el eslabón entre el Ego y la raza de familia. Ella es el medio a través del cual el hombre, como varón, se proyecta en las corrientes de vida.
De esa manera, la Luna se ve como el principio de la Maternidad, y, en astrología mundana u objetiva, esto es de significación fundamental. Por medio de la experiencia como madre, la humanidad recibe lecciones que no son inferiores a ninguna otra esfera, profundidad e importancia. Es como madre que las potencialidades del egoísmo de Marte, su egotismo, su dominación y destructividad, reciben sus primeras transmutaciones alquímicas a través de la iniciación del sacrificio propio exigido por las funciones de la maternidad.
Se ha dicho mucho, desde épocas pasadas, sobre la santidad de la maternidad, cuán pocas personas comprenden que el instinto que mueve a la mujer primitiva, semejante al animal, a prestar su cuerpo al dolor para que corriente de vida pueda perpetuarse, es, en el microcosmos, el mismo impulso por el cual un Maestro, a través de formas de transmutación y alquimia altamente desarrolladas “nutre” la vida espiritual de la raza. La mujer primitiva responde instintivamente a los impulsos de la sangre y el deseo; el Maestro realiza sus aspiraciones trascendentales en el amor impersonal. El principio de la maternidad se expresa cuando está implicada la alimentación de la vida de otro -u otros. (Astrológicamente, por supuesto, la mujer en el principio mencionado es Luna-Marte; el Maestro, como expresión de la Luz espiritual, sintetiza el espectro planetario. En su caso, la Luna está expresada cósmicamente como Neptuno y Marte está expresado como Urano).
Podría preguntarse, como puede cada niño de una familia grande tener la Luna en un signo diferente, cuando todos tienen una misma madre?. Debido a que la cualidad de la experiencia implicada en la maternidad y los cambios de “capacidad”, de niveles psicológicos y emocionales y de circunstancias domésticas que pueden ocurrir durante los años de fruición, una mujer no exactamente es la misma persona al nacimiento de su sexto hijo como ella era cuando tenía uno solo. Cada niño en un grupo de familia tiene un patrón individual. De aquí, que aunque la madre es la misma persona, ella es “vista” diferentemente por cada niño de acuerdo con su conciencia o subconsciencia. Y –esto es muy importante– ella puede tener una clase diferente de nexo kármico con cada hijo– alguna expresión de atracción o repulsión básicas. De ese modo, la Luna de cada niño indica un patrón diferente de reacciones y sentimientos en su relación con la madre.
El signo de la posición de la Luna en el mapa de una niña -una madre potencial- indica, básicamente, qué clase de madre ella será o puede ser; los aspectos de la Luna describen sus experiencias básicas de maternidad.
En el horóscopo de un niño, por reflejo, la Luna describe la tendencia general de sus experiencias domésticas y la esencia de sus actitudes hacia las mujeres en general. Con respecto a esto hay un punto importante que debe tomarse en cuenta: Debido a la transición de una madre de familia el padre puede verse obligado a tomar su lugar en la vida de sus hijos; su Luna es indicativa de la habilidad para cumplir esa responsabilidad. En otras palabras él, entonces tiene que ser tanto madre como padre y no sólo su Sol-Marte sino su Luna también recibe expresión directa. Lo contrario también es cierto: El Sol-Marte de una mujer indica la habilidad para ejercer el poder y la iniciativa de ganarse la vida para su familia si el padre muere. Ambos patrones de polaridad son por lo tanto sintetizados por medio de la vibración de Urano para la trascendencia de las responsabilidades de relación y el karma de familia.
La Luna como factor mental: La Luna simboliza los procesos de la mente subconsciente “mente del sentimiento”, no del pensamiento impersonal desprendido. Ella es opinión, basada en patrones de familia o raciales que pueden o no, tener gran relación con la realidad. En otras palabras, ella es “pensamiento motivado por respuesta de sentimiento”. Aquí la Luna se ve como “punto de vista personal” que de seguro se hara evidente cuando una persona discute sobre cualquier cosa o persona mientras está en un estado de perturbación emocional. Como factor básico de la tríada mental -la Luna, Mercurio y Neptuno- la Luna encuentra su regeneración por medio de los procesos de disciplina y control emocionales y el desarrollo del desapego personal. Nosotros estamos relacionados a personas y cosas solamente de acuerdo con la intensidad y la clase de sentimientos que tengamos para ellas. Son nuestros sentimientos los que contribuyen a la realidad en cuanto concierne a la referencia personal. Las “cosas se ven” a través de Mercurio -como ellas son en sí mismas, sólo cuando el sentimiento ha sido eliminado, el prejuicio suprimido, las influencias de los padres y la familia trascendidas, y el equilibrio interno desarrollado.
De este modo, Mercurio dice: “Este sombrero es azul”. Un hecho impersonal. La Luna puede decir: “Yo creo que este sombrero es bello” -su color es exactamente como los ojos de mi bebé. Sentimiento personal. Estos son, por supuesto, ejemplos triviales, pero sirven para indicar como pueden influir los sentimientos personales en nuestras interpretaciones de los hechos.
El truco de la Luna para perturbar nuestras percepciones, por el sentimiento, puede manifestarse en mayores formas para producir resultados trágicos. A una mujer joven su novio la deja plantada; ella reaciona emocionalmente, con resentimiento intenso y sufre por años bajo la convicción (subconsciente) que “todos los hombres son tramposos y embusteros”. Ella no está pensando con su inteligencia, sino con su sentimiento de decepción, su orgullo ultrajado y su soledad. Un hombre sufre crueldad o injusticia de manos de otro hombre de diferente raza o nacionalidad. El reacciona con una amargura que se transmite a sus hijos. Uno de éstos recibe esta impresión desdichada y porque una persona le produjo a su padre un "mal rato", el hijo, queda desde entonces prejuiciado contra las personas de esa nacionalidad y siente un poderoso impulso de condenarlas a todas a la perdición. En este ejemplo, se revela una debilidad en el modo de ser del hijo. Él no estaba usando su propia capacidad de pensar, sino que se expuso por completo a los impulsos negativos de las emociones perturbadas de su padre. Y hasta tanto él no fortalezca su poder de discernir y de pensar -conscientemente- él se estará haciendo víctima continuamente en sus actitudes sobre esa nacionalidad particular, a través de sus sentimientos irrefrenados.
Esta retención de patrones subconscientes, indica en mayor escala, a través del sentimiento, aquello conocido como "memoria" de la raza, y en esta relación la Luna, como "madre", representa la identificación del individuo con su nacionalidad o raza. Marte nos impulsa a pelear por nuestro país, pero a través de la Luna nosotros amamos nuestra patria como un niño ama a su madre. El simbolismo es puesto en paralelo exactamente. Mientras la conciencia de raza tenga relación con los patrones subconscientes de un individuo, él está en la misma clase de esclavitud a su "sentimiento nacionalista", como un niño está "bajo la dependencia de su madre", cuando él ve en la seguridad protectora del amor de ella, el todo-ser y finalidad de su vida. Estos estados mentales, son en esencia idénticos; uno es infantilismo con respecto a un individuo, el otro es infantilismo con respecto a un patrón de raza. Cuando hay madurez emocional, todas las madres son Madres, las personas de cualquier nacionalidad son Hermano y Hermana, y cualquiera o todas las naciones pueden ser la Patria. Sin embargo, en la escala de las cosas, cada patrón racial provee una "matriz nutridora" -u hogar- para un propósito específico y evolutivo. Cada uno es "bueno en su propio tiempo y para su propio propósito" así como cada madre es "la madre apropiada para cada niño".
Debido a que la Luna, como un factor mental, atañe a la interpretación del horóscopo para un punto de vista psicológico o psiquiátrico y por lo tanto no se puede tratar en detalle aquí, nosotros ofrecemos algunos puntos de interpretación básicos de la Luna, como Maternidad, en combinación con los otros planetas.
El grado o intensidad de “capacidad maternal” está indicado por el signo de localización de la Luna, los “los patrones de experiencia”, por los aspectos hechos a la Luna por los otros cuerpos planetarios.
En el signo de Cáncer, la Luna está en su posición más maternal; el instinto de nutrir es sumamente marcado aquí. Los siguientes dos mejores signos para la capacidad maternal son Tauro y Piscis. En Leo, signo Solar, ella brilla con calor y poder, pero con una cualidad positiva que contrasta con su básica pasividad de naturaleza. En Libra, ella se mezcla bellamente con la vibración Venusiana del signo de la asociación que enfatiza los impulsos de la séptima casa. En Géminis y en Acuario, ella está en los más puramente mental, y en Acuario, la Luna es lo más impersonal que ella puede -desapegada, científica y amigable en vez de puramente maternal en el sentimiento. En Capricornio ella se mezcla con el lado de la forma de la vida a través de la vibración de Saturno; aquí ella es práctica, capaz, confiable, pero algo carente de la correspondencia y simpatía que indican el instinto maternal. En Escorpión ella es intensamente emocional y fecunda, pero la vibración de Marte acentúa la fuerza y la severidad. Esta posición se considera desfaborable para la Luna desde el punto de vista fisiológico. En el horóscopo de un hombre no refleja un "cuadro de mujer" particularmente armonioso o feliz. En Aries, la Luna definitivamente no es ella misma. Aquí ella se expresa con una cualidad dinámica, egoísta y masculina que es la antítesis de su naturaleza femenina -la palabra clave es "afirmación propia".
Debe recalcarse que la Luna enfoca el instinto maternal, pero hay varias clases de "variación de experiencia". Éstas están indicadas por planetas colocados en el signo de Cáncer, regido por la Luna; estos planetas se dice que están "dispositados" por la Luna. También los planetas en la cuarta casa -prescindiendo del signo- indican en gran escala, el lado objetivo de la “conciencia del hogar”; es a través de la “experiencia del hogar” que estos planetas encuentran su canal de expresión principal y su más alta potencialidad para la realización.
La facultad del instinto es una de las palabras clave de la función de la Luna. En esta relación, la Luna simboliza un “instinto racial”, una “compulsión biológica”. Ella representa la expresión más profundamente arraigada de la tendencia de la polaridad femenina. Aunque de naturaleza pasiva y receptiva la Luna encuentra su regencia y detrimento en Cáncer y Capricornio, ambos signos cardinales; por eso, se ve cierta facultad dinámica o procreadora en el funcionamiento de la Luna.
De acuerdo a como la Luna está aliada a signos congeniales con ella, ella expresa con poderoso impulso, intensas necesidades de realización; cuando está coligada a signos incompatibles con ella debe expresar sus impulsos a través de cualidades que no son congeniales con su nota clave básica; conforme ella esté bien aspectada, ella promete realizaciones, armonía de concesiones mutuas en la experiencia y la salud; según su grado de aflicción, ella indica “karma femenino” ambos objetiva y subjetivamente, la necesidades para la transmisión y regeneración de sentimiento y discordias físicas -particularmente en las mujeres; y las indicaciones de transmutar la expresión femenida están demostradas por cualquier aflicción a la Luna tanto en horóscopos de hombres como de mujeres.
La Luna - la actitud emocional
La Luna se mueve alrededor de la Tierra en una órbita elíptica a una distancia promedia de 380.000 km. Tiene un diametro de 1.738 km, un cuarto de la Tierra, y es, por lo tanto, sólo un diminuto grano de polvo en el universo. La múltiples caras de la Luna, constantemente en cambio, han fascinado al hombre desde siempre, y su ciclo de transformación ha sido fuente de innumerables leyendas, mitos y historias.
La Luna no tiene luz propia, sino refleja los rayos del Sol. Mientras que el Sol simboliza el principio masculino, la Luna simboliza el principio feminino. El Sol "transmite" energía, y la Luna la absorbe y asimila para luego abastecerla. El ciclo lunar dura en promedio unas 28 días y medio coincidiendo con el ciclo femenino; también influye en la marea de los mares, ya que el movimiento periódico y alternativo de ascenso y descenso de las aguas del mar se produce por la atracción del Sol y de la Luna.
En la mitología griega, la diosas de la Luna tienen caras muy distintas. Algunas son caprichosas, oscuras y crueles, mientras otras son serenas, nutrientes y afectuosas. Se llaman Artemisa, Hécate y Selene. Incluso a la virgen María se le pintó sobre una luna creciente.
Las diferentes fases de la lunación son significativas para la interpretación astrológica. Las personas nacidas en el período de la Luna Nueva poseen una alta capacidad de concentración, ya que las energías se dirigen hacia el interior, pero también son particularmente subjetivas y emotivas.
La Luna Llena indica justo lo contrario: es un tiempo de crecimiento y de la extraversión; sus nativos destacan por su objetividad y conciencia clara.
En el horóscopo, la Luna, relacionada con el signo Cáncer, representa la subconsciencia, los sentimientos, la fertilidad, la energía creativa, el hogar, la madre y la receptividad a los estados de ánimo de otras personas.
Comprendiendo las Personalidades por las Fases de la Luna
Las fases natales reflejan las facetas en la personalidad y la estructura de vida de la persona. Como parte de los ciclos de vida, también reflejarán la dinámica de una fase experimentada por la persona al tiempo que la Luna progresa por progresión secundaria. El trabajar con estas fases, como fases de desarrollo progresadas crean una influencia importante a los tránsitos de los planetas externos y ayudan a definir como debe manejarse una persona con los tránsitos por su propia naturaleza (tipo de fase natal) y por fase de Luna Progresada y el significado de esta fase. Por ejemplo una persona enfrentando un Plutón en tránsito opuesto a su Sol y que está en una fase oscura o balsámica en su ciclo progresado enfrentará con las ramificaciones del tránsito en una forma muy diferente que alguien que experimenta el mismo tránsito pero está en una fase de Luna Llena. De igual forma, por sus naturalezas individuales cada uno señalará sus asuntos de manera diferentes.
La Personalidad de Luna Nueva
El ángulo entre 0° a 44° con la Luna zodiacalmente adelante del Sol comprende la conjunción, el Semisextil (30°) y lleva a la Semicuadratura (45°). La Luna Nueva ocurre inmediatamente después de la “Fase Oscura” y hay poca evidencia visible de la presencia de la Luna. Está a punto de crecer hasta la Luna Llena, cuando mengue en tamaño aparente. La Luna Nueva representa un arranque limpio, como una nueva semilla rompiendo la superficie después de un período de oscuridad. Anuncia un tiempo cuando hay un movimiento hacia el futuro y tiene un tipo de sensibilidad particular. Imagine esta semilla tentativa, puede sobrevivir, puede estar a la clemencia de los elementos. Esto se refleja en la naturaleza del individuo nacido en ese tiempo. Significa vitalidad y el impulso a sobrevivir pero también una cierta vulnerabilidad.
La gente de Luna Nueva tiende a experimentar el mundo en una forma muy subjetiva. Hay siempre un enfoque personal a su actitud en la vida y hay algo de confusión en su expresión externa e interna cuando ambas luminarias están en el mismo signo. Su consciencia del yo es reflejada fácilmente en el mundo, y el mundo puede parecer presentar muchos retos. Esta persona alcanza esos retos en un intento de crecer y sobrevivir. Una palabra clave podría ser “entusiasmo”. Los signos Yin (para el mismo signo de la Luna Nueva) tenderán hacia la subjetividad y el crecimiento interno mientras que los signos Yang tiende hacia el logro mundano. La persona es optimista, confiable y casi incapaz de ver la negatividad en la vida, tan grande es su anhelo de experimentar a sí mismo y su vida. Nace con una visión positiva innata y la lleva a pesar de los retrasos, saliendo de las dificultades para elevarse de nuevo al reto.
La primera fase consiste en el impulso a experimentar la vida, para crecer e iniciar, reunir los momentos y puede enfrentar o imaginar la realización. Siguiendo de la “Fase Oscura”, la cual, simbólicamente, es una de incubación y fertilidad, la personalidad ya no es embriónica sino que está llena de vitalidad pero también con una cierta sensibilidad y fragilidad como si se rompiera hacia el mundo. Estas personas parecen saber que deben sobrevivir lo mejor que puedan y la persona tiene una consciencia psíquica que debe enfrentar muchos retos. Son marcadamente independientes y enfrentan aquellos retos como parte de sus expectativas de vida. Aunque con frecuencia, la persona hace más de lo que debe, olvida de que es “nuevo” y por lo tanto “ingenuo” y tenderá a acelerarse en la vida confiando en la suerte.
La personalidad de Luna Nueva brilla con vehemencia. Uno puede esperar una naturaleza impulsiva, dependiendo en el signo e incluso los signos introvertidos tendrán aún un ansioso interés en la vida y sus retos. La persona deberá ser particularmente emocional y sensible hacia otros pero por naturaleza se involucra personalmente. Investiga la vida como si el mundo fuera una nueva tierra para ser explorada y grandes descubrimientos están para ser hechos a los cuales les pueda poner su nombre. Debido a su naturaleza subjetiva puede haber algo de impaciencia con respecto al lugar o las necesidades de los demás. Esto no es deliberado sino un simple entusiasmo corriendo con su propia energía.
Una Luna Nueva en personalidades de signos Yin operaría desde una dimensión inconsciente, siendo altamente subjetiva y tiende a ser inconsciente de sus efectos en los demás. Una Luna Nueva en signo Yang sería más objetiva y asertiva a tal grado que son capaces de dominio sin preocuparse por sus efectos en los demás. En todos los casos, hay con frecuencia un poco de restricción o premeditación como el impulso para experimentar la vida es altamente espontáneo.
Al ver a las luminarias como los Padres Internos, debemos encontrar que los padres son vistos como un “par”, unidos en su relación o un padre puede ser visto dominar y el otro estar en una relación inaccesible con la persona de la carta. Mucho dependerá por supuesto en los aspectos de la Luna Nueva.
La gente de Luna Nueva es iniciadora, toman los retos e incluso los crean para ellos mismos. Están orientados a las metas con frecuencia sin un fin en particular a la vista, sino simplemente porque disfrutan enfrentar las cosas nuevas. Así que son iniciadores pero no siempre finalizadores. Necesitan la disciplina del tiempo, así como a la nueva semilla se le debe dar tiempo para crecer y prosperar, con frecuencia los primeros años están desperdiciados con retos y proyectos que estuvieron mal o sin terminar. Posteriormente en la vida estas personas se vuelven muy productivas cuando su ciclo progresado coincide con el ciclo de Saturno y experimentarán una Lunación Progresada alrededor de la misma época en que Saturno regresa a su posición natal.
La división entre el mundo consciente y el mundo inconsciente interno es delgada, por tanto son con frecuencia percibidos que están “juntos” o “centrados” por otros. Expresan libremente la naturaleza elemental del signo que contiene la conjunción. Aquellos con la Luna en el signo delante del Sol diferirán en expresión. Debido a que estamos buscando en una fase en lugar de una conjunción exacta con frecuencia ocurre que la Luna está en el siguiente signo (pero menos de 45° adelante del Sol). En este caso la Luna estará en un elemento diferente y uno vería en la cualidad y elemento de las luminarias para determinar cual luminaria “dirigiría” en la expresión. El aire y fuego Yang dirigen sobre el agua y tierra Yin así si la Luna es Yang y el Sol Yin entonces el cuerpo emocional toma precedencia sobre el cuerpo racional y la persona es más “reactiva”, estimulada y activada por las emociones. Si el Sol es Yang y la Luna Yin, la acción toma precedencia sobre el sentimiento y las emociones pueden tender a ser descartadas en el impulso por la acción.
Fase y Personalidad de Luna Creciente
La Luna está de 45° a 89° adelante del Sol. Esto comprende el Sextil, Quintil y dirige hacia la Cuadratura. La fase sin desplegar que comenzó con la Luna Nueva está reuniendo ahora ímpetu, la Luna está creciendo más grande en tamaño así que esta persona está muy consciente del futuro, incluso más ansioso para experimentarlo, tiene más introspección en lo que tiene en el futuro, incluyendo los peligros insospechados. La personalidad de Luna Nueva con frecuencia no tiene una idea sobre los problemas potenciales, pero la personalidad Creciente tiene un sentido de lo positivo y lo negativo y por tanto es menos ansioso pero más precavido, sopesando las cosas antes de tomar la iniciativa. Pero le puede faltar claridad debido a esto y hay con frecuencia anhelo y resistencia, un impulso para ambos moverse hacia delante y al mismo tiempo quedarse cómodamente en la zona segura de lo que le es familiar.
Hay algo de inseguridad integrada en esta persona, un enfoque tentativo, aunque una curiosidad y necesidad de explorar la vida la cual es muy fuerte y motivante. La semilla metafórica que sembramos surge ahora de la oscura tierra tiene sus primeras hojas y ha sobrevivido las primeras tormentas y peligros, entregando alegóricamente los peligros a la memoria, si las pudiéramos imaginar que las plantas tuvieran memoria, la psique la tiene. Las palabras clave aquí serían “anticipación” y “titubeo”. Estas personas parecen conscientes de que hay retos y tensiones a ser superadas. Por esta razón, la gente que nace en esta fase puede tener un problema para definir las metas y la dirección en la vida, en caso de que las cosas vayan mal. Pero una vez habiendo establecido alguna dirección, harán un corte limpio y se moverán a toda maquina. Entonces sorprenderán a todos con la acometida e intención después de primero parecer provisional. Vemos esto en aquellos que rompen con la tradición, con las expectativas de los padres y frecuentemente con el país de nacimiento. Confían implícitamente en su propia capacidad de supervivencia y tienen una ingenuidad e impulso que es bastante encantador.
Esta gente parece tener en ocasiones un “zumbido bajo la silla”, son de alguna manera impulsados en su necesidad para la realización en la vida. Dependiendo en el Yin y Yang de los signos involucrados en la personalidad de Luna Creciente, tenderán a ser un poco variables, pero una vez que toman la decisión se moverán hacia delante. Esta fase incluye los aspectos de quintil y sextil, los cuales son “creativos” y trabajadores prácticos por lo cual la personalidad no puede quedarse estática sino que forja con las metas a la vista, terminándolas incluso aunque pueden perder el interés en el camino.
Anticipándose a un largo viaje por delante, a fin de lograr el crecimiento futuro, la fase de personalidad es semejante a un niño abandonando el hogar por el gran mundo de la adultez. Con frecuencia a fin de ser exitoso necesita hacer un descanso permanente. Este no siempre es físico, sino un descanso con la moral, las tendencias educativas, las tradiciones y los hábitos. La familiaridad hace difícil dejar la seguridad, pero por esta naturaleza es impulsarlo a hacerlo. Pueden parecer en ocasiones flotar en los límites de la toma de decisiones y la acción, y necesitan valor para explorar pero raramente se llegan a adherir por mucho tiempo. Con frecuencia mantienen una conducta juvenil e inclusive cuando son viejos, pueden mostrar un candor e inocencia que es extremadamente encantador.
Avanzando, sin necesitar justificar sus acciones, o abrumarse por el miedo al progreso, es un reto que debe enfrentar esta personalidad si tiene que conseguir lo mejor de la vida. Con frecuencia parecen necesitar explicar o buscar permiso para actuar asertivamente aunque tienen una fortaleza que es bastante sorprendente cuando dejan que se muestre. Frecuentemente necesitan tiempo para asimilar y evaluar los retos para determinar la dirección y puede aparentar vacilantes. Viven anticipados, aprenden a través de la experiencia así mientras maduran se vuelven más intrépidos y asertivos. Nacen con un potencial enrome pero necesitan tiempo para activarlo. Se elevarán al reto solamente para retirarse cuando son bloqueados. Con frecuencia la habilidad para retirarse es útil porque vuelven a reunir sus recursos y salen a pelear después de reagruparse.
La Personalidad de Luna de Primer Cuarto
De 90° a 134°. Este comienza con la cuadratura e incluye al trino. Así que esta personalidad varía del tipo de “aspecto difícil” al del “sencillo”. Es necesario tener esto en mente y modificar la interpretación por el ‘aspecto’ real de la fase. Sin embargo, las personalidades nacidas en esta fase mantendrán un ‘estilo’ de expresión parecido, el impulso de crecer a través del cambio y simplemente pasar de una forma diferente.
Como alcanzarán el cambio dependerá mucho del signo involucrado, debido a que en la cuadratura, los ‘asuntos’ arquetípicos pueden ser altamente retadores. Por ejemplo, el Sol en Aries y la Luna en Cáncer podrían experimentar tensión sobre la autonomía y los patrones de familia. El Sol en Cáncer y la Luna en Libra podrían experimentar tensión entre la familia y la intimidad. El Sol en Libra y la Luna en Capricornio podrían nacer esperando experimentar dilemas que involucran la intimidad y el estatus. Con la cuadratura el cambio es alcanzado forzosa y deliberadamente y con voluntad. Así esta personalidad está invadida con el deseo de crecimiento pero tiende a hacerlo a expensas de la paz interna, es consciente de los dilemas de la relación y podría forzar inconscientemente los asuntos a fin de liberar lo que percibe que son los factores limitantes.
La fase incorpora la ambición pero en ocasiones con un costo. La semilla metafórica no ha roto solamente la superficie sino está desarrollando las hojas y buscando el amanecer, pero está expuesta al viento y la lluvia, el frío y calor, y así experimenta una fase crítica, vivirá o morirá, ¿tendrá que completarse para su lugar en el sol con otras de su tipo? Esta personalidad puede incluso experimentar una forma de rechazo de la familia, o al menos sentir que no encaja y esto puede ser emocionalmente difícil de manejar, aunque le deja libre para explorar su propio mundo y crisis, de una forma u otra puede ser el catalizador para esto.
La tensión que es inherente en la personalidad es con frecuencia reflejado en las tensiones de las relaciones con los padres, que es con frecuencia vista por la persona como una relación inarmónica. Así con frecuencia tiene que tratar con sentimientos de ‘tomar partido’, no solamente con las relaciones con los padres sino también en otras relaciones en la vida. Puede encontrarse a sí mismo en situaciones donde tiene que decidir entre fuerzas opuestas. Se puede independizar a una edad temprana. Su dilema interno con mucha frecuencia viene a expensas de las emociones y la completa expresión le deja el sentimiento de que ha perdido el control. Este es un ‘puente’ entre el Sol consciente y la Luna inconsciente, donde la objetividad y la subjetividad chocan así la personalidad puede expresar unos patrones de comportamiento impredecibles y reactivos.
La acción, el instinto, la crisis, la reacción, el establecimiento de metas con un propósito, la construcción de marcos de referencia, la independencia de pensamiento y acción pueden crear crueldad sobre esta personalidad que está fuertemente enraizada en el condicionamiento de los padres y el riesgo que lleva y el alcanzar los asuntos de los padres. Cuando la persona llega a los términos de sus propios impulsos se establece un enorme sentido del propósito y claridad de dirección. Por tanto encontramos a la persona que es un logrador potencial. Esta es una personalidad que tiene un sentido del yo pero tiene que luchar para adaptarse a la sociedad en la cual vive. Algunas de las luchas y crisis que experimenta esta personalidad es el encontrar un nicho en la vida.
Debido a que esta fase incorpora el trino de apertura o creciente, y podemos asumir que viene con el trino una mejor comprensión, o al menos, una mejor aceptación y menor estrés, la persona nacida al final de la fase trata con asuntos de una manera más calmada y resuelta, sanando más rápidamente y aceptando aquellas cosas que no puede cambiar.
Por lo tanto, puede ser más fácil tratar con tensión por aquellos nacidos con el trino. El Sol y la Luna están en el mismo elemento, por tanto la energía fluye más fácilmente y hay una intensificación del autodesarrollo. La paradoja en esta fase completa es que mientras uno experimenta la crisis y la tensión en el deseo por el cambio, otro hará sus transiciones con facilidad. Pero el deseo y los impulsos no son menos intensos. Con el trino hay una aceptación del conflicto y más fácil manejo de los retos.
La Personalidad Gibbous
De 135° a 179°, este incluye el Quincuncio y lleva a la Oposición. Esta es una fase cuando la atención consciente se le paga al crecimiento personal, al mismo tiempo en que incorpora las relaciones con otros. Esta personalidad está completamente consciente de sus potenciales y ansioso para comprender y desarrollarlos. No busca hacerlo en una forma de crisis sino que es más paciente y acumulativo. Adquiere habilidades y comprende la necesidad para deliberar en el logro de la vida. Lo bendice una facultad intuitiva que no es impulsiva, sino equilibrada entre metas subjetivas personales de cómo los demás lo alcanzan. Es menos impulsiva que las fases que han pasado antes. La persona está consciente de las expectativas y las normas sociales, toma lo que es de valor para él y fácilmente rechaza el resto. Lo hace con una comprensión intuitiva que por acumulación material, de conocimiento e información que ganará posteriormente en la vida. Es más un recopilador que un cazador es con un enfoque directo, una visión progresiva y optimista y de buena gana el uso de cualquier tipo de habilidades y material que tiene a la mano para alcanzarlo.
El cuento de la planta está ahora completamente para sobrevivir, esta fase está en un estado acumulativo y uno en el cual nuestra planta comienza a mostrar su potencial, ¿es una petunia o es un árbol de manzana? Sabe y comienza a tomar su forma futura, alimentándose y creciendo a un ritmo rápido, sus raíces están firmemente en la tierra desde donde toma su sustento. Así es con la personalidad Gibbous. Saben quienes son y tienen una idea firme de lo que quieren.
Está consciente que se tienen que hacer ajustes entre los deseos personales y las necesidades de los demás y generalmente es capaz de comprometerse. Sin embargo, al hacerlo, no pierde la visión de su dirección personal, pero es consciente de lo que quiere dentro del marco de referencia de su cultura, sociedad y sus exigencias, y las normas políticas y las oportunidades creativas que se presentan a él. Tiene la habilidad más desarrollada para ser consistente y perseverante.
Por tanto puede parecer plácido, pero está alegremente bien aterrizado y resuelto. Puede no estar completamente dispuesto a comprometer sus propios deseos pero si satisface sus propósitos a largo plazo verá la política de parecer que lo hace. Puede ser truculento si puede ver que no tiene ventaja. Sabe quién es y lo que quiere. Esta fase trae objetividad como la actitud predominante y la persona es menos dependiente de sus instintos para sobrevivir y más en ‘jugar’ con el sistema para encontrar los medios.
Es capaz de, y lo hace, planear el futuro y arreglarlo para su propia sobrevivencia. Parte del patrón de vida de esta personalidad, especialmente cuando de joven descubre que la vida tiene ‘un orden’. Está determinado en su propio crecimiento y por tanto podría tender a usurpar a aquellos que se paran en su camino. Sin embargo, aprende intuitivamente a evitar a aquellos que lo podrían amenazar y a cultivar que le permitirán encontrar su propio nicho. Podríamos decir que esta personalidad tiene todas las cosas de un animal político, en contacto con la sociedad y otras personas y aún capaz de utilizar ese marco de referencia para alcanzar sus propias metas.
Tiene un fuerte sentido de la identidad pero con frecuencia cuenta con otras personas para reflejar el sentido del ‘Yo’. La retroalimentación de los demás es muy importante y necesita ser confirmada en la infancia. Si los aspectos a las luminarias son alentadores, esta persona es capaz de colocarse a sí misma en medio en una forma social y afable. Si no, puede estar rodeado con un deseo de crecimiento que pone poca atención a los medios legítimos por los cuales puede obtener lo que necesita. Es capaz de escribir las reglas para ajustarlas a sí mismo.
Tiene la capacidad de analizar las direcciones futuras y las indiscreciones pasadas y ponerlas firmemente en perspectiva, para así aprender de sus errores. En ocasiones este aquel que camina a un diferente ritmo pero es bastante consciente de que lo está haciendo y lo puede utilizar para metas posteriores. El impulso para la reforma y la mejora es fuerte. Por lo tanto encontramos la persona fuera del mundo, extrovertida más que introvertida. La persona es con frecuencia un almacén de conocimiento y experiencia variando desde lo trivial hasta el conocimiento profundo.
La Personalidad de Luna Llena
De 180° a 224°, la personalidad alcanza el mundo exteriorizado de los demás. Vemos esta fase más claramente. La Luna está en su tamaño más grande a punto de comenzar su etapa menguante. Las relaciones con los demás y con el mundo tejiendo en grande en la experiencia de la vida de esta persona. Nacen en anticipación de quienes son, depende en gran medida en las demás personas en su vida por tanto hay una paradoja en equilibrar el “yo” y el “tu”. Son capaces de alternar entre manejar duramente sobre las necesidades de los demás o ser tan conscientes de las necesidades de los demás que niegan las propias.
¿Qué ocurrió con nuestro árbol? Ahora está alto y expuesto. Desafía al viento para que sople a través de él, al agua para que fluya, y cuando ocurren estas cosas sobrevive porque tiene la fortaleza para enfrentar los elementos. Su propósito ahora no es tanto la auto-conservación como la conservación de las especies, y por tanto da fruto y semillas, y las primeras semillas son inmaduras y necesitan tiempo para desarrollarse. Algunas lo harán otras no. Aquellas que son fértiles se quedan, las que no son caen a la tierra. Así que hay un sentido de vida y muere, fertilidad e infertilidad que, reflejada en la personalidad, pueden jalar en una dirección u otra.
La polarización ocurre tan seguido que esta personalidad parece jalar en dos direcciones. Pueden actuar de una forma que se describe mejor como ‘extremista’. El equilibrio y la constancia requieren un cambio constante en las perspectivas de la vida y la persona tiene que encontrar la forma de mantenerse a la ‘mitad del camino’. Esto crea muchos extremos en su vida. Debido a que el Sol y la Luna están opuestos entre sí no hay obstáculos para la iluminación y la persona es innatamente consciente tanto de su ego y su ‘alma’ y cambia entre las necesidades de cada una. El constante cambio entre la experiencia mundana objetiva y la experiencia interna subjetiva es tanto tormentosa y como un dilema permanente para las personalidades de Luna Llena. Un momento se encuentran a sí mismos afianzados y seguros de su dirección personal material o intelectual y después sumergidos en la confusión emocional y de relaciones. Los dos polos están claramente separados. Idealmente esto promete la bien establecida personalidad madura, capaz de un sentido innato de las partes profanas y sacras de sí mismo pero la mera dinámica de la oposición significa que está en un estado constante de flujo. Raramente ocurrirá el equilibrio para la satisfacción de la persona.
Altamente creativo, obviamente expresivo, capaz de ser autodestructivo, estas personalidades son vistas, quieren ser vistas, están motivadas para buscar la aprobación de los demás de una forma u otra, y este deseo de aprobación se proyecta al mundo de las relaciones.
Siguiendo la fase Gibbous donde la retroalimentación es un recurso necesario para el crecimiento, para la personalidad de Luna Llena, dicha confirmación es un producto que viene en un flujo constante como la autoestima puede oscilar en los extremos. Puede ser bastante confiado en su enfoque de la vida, solamente oscilando en períodos de duda personal. Por tanto sus patrones de vida pueden saltar de un extremo a otro. Él o ella es su mejor amigo o su peor enemigo, y proyectará esto en las relaciones por lo tanto si lo ama o ama a una persona con Luna Llena no espere que esto sea un viaje sencillo, ya que las líneas entre el amor y el odio son delgadas.
La motivación es elevada, aunque puede ser arrastrada por fuerzas emocionales. Las normas sociales y los instintos primitivos piden atención y la persona con frecuencia cambia entre la necesidad de estar conforme a los requerimientos de las relaciones y la vida social y el impulso interno de libertad y anarquía. Hay un agudo sentido del propósito y la necesidad de expresar la vida ‘llena’. La madurez permite a la persona cumplir la promesa innata del autodesarrollo personal junto con el logro del mundo. El matrimonio de los padres puede ser experimentado como opuesto pero en dinámica interdependiente. La madre y el padre pueden ser percibidos como individuos separados atados dentro de la estructura del matrimonio aunque deseosos de libertad. Puede incorporar los asuntos de los padres a un punto de distracción y una pérdida de identidad. Esta dualidad de opuestos se muestra claramente en la personalidad como trata de ‘centrarse’ y ‘encontrarse’ a sí mismo. Así como podría polarizar sus energías, tiene la capacidad de tener lo ‘mejor de ambos mundos’ si comprende su propia dinámica. Esta es una personalidad que siente que la vida tiene que ser vivida completamente en el aquí y ahora, son innatamente impacientes, impulsivos, y como tales hay una posibilidad de un muy alto nivel de logro.
La Personalidad de Luna Diseminante
De 225° a 269° adelante del Sol. Esta es una fase de distribución, comunicación e iluminación. La persona de la Luna Diseminante tiene una necesidad innata de propagar la palabra, anunciar su presencia e incluso alardear de sus proezas. Es bastante capaz de publicitar sus ideas y está fuertemente motivado en un nivel social. Las estructuras sociales y la sociedad en su totalidad se beneficia de su personalidad, y él se beneficia de ello, pero está en peligro de hundirse por su propio entusiasmo. Está investido con un deseo de instigar la reforma social, pero en ocasiones necesita detenerse y considerar que el mundo puede que no esté listo para él. Es un visionario y su visión del futuro no deja espacio para estructuras y tradiciones limitantes. Empuja los límites, y como las personas de la Luna Gibbous, pueden hacerlo en una casi forma amoral, pero lo hace menos por ganancia personal y más por la ‘causa’. Puede incorporar la frase “el fin justifica los medios”.
El árbol ahora tiene frutos y semillas y abundancia. Esparce las semillas que están maduras con un abandono bailarín ya que su propósito está bien definido. Se revela en los elementos ya que está sintonizado con ellos y se da cuenta de su propósito. Es un tiempo de alegría del derrame de aquellas semillas que asegurarán su vida es significativo y su especie sobrevivirá. La diseminación significa esparcir lejos y ampliamente y nuestro árbol utiliza la naturaleza para hacer esto.
Dichas personas están involucradas en la comunicación, con frecuencia enseñanza, se preocupan de la ley y las normas estructurales de la sociedad y son por naturaleza extrovertidos. Se expresan a sí mismos con facilidad alrededor del trino, pero pueden expresar posteriormente las dificultades cuando se acerca la cuadratura menguante, así su más grande lección es no tomar como un hecho su talento sino para re-enfocarlo en una forma colectiva. Es la personalidad con potencial de liderazgo social, capaz de transmitir las necesidades del grupo, actuar protegiendo, alterando el pensamiento y actitudes de la colectividad. Puede ser de alguna manera dictatorial y exigente en “siempre estar en lo correcto”. Nace con un sentido innato de que todas las cosas cambian y no son permanentes y estén en movimiento. Tiene una tendencia visionaria y claridad de enfoque pero también un sentido del ‘ritmo’ y parece necesitar conseguir un pedazo de la vida mientras le está yendo bien. Aquellos conceptos que preocupan personalmente a la persona son aquellos que utiliza para beneficiar al todo. Así encontramos a alguien orientado hacia las causas, en profesiones de asistencia, donde es expresada su innata habilidad para comunicar. Esta es la posición de informar y educar a aquellos con quien tiene contacto. Es altruista, pero puede ser locuaz. Puede parecer actuar por impulso pero raramente lo hace. Su reto es priorizar ya que puede esparcir su energía. Quiere ser todas las cosas para toda la gente.
De niños este tipo son ‘cabeza vieja en hombros jóvenes’. Como maestros y diseminadores de información maduran a edad temprana. Esta personalidad puede motivar a los demás hacia la reforma y son con frecuencia los voceros de la sociedad. La inmovilidad y la aceptación sin cuestionamiento, el descansar en sus laureles es un anatema para esta personalidad. La vida parecerá sin sentido a menos que tengan los medios para difundir, compartir, experimentar y explorar. Por esta razón la persona puede crear sistemas de creencia simplemente por el hecho de hacerlo. La necesidad es por precaución y por determinar que facetas de la vida tienen una significación real más que para él para involucrarse en actividades triviales o mundanas solamente por el hecho de hacerlo.
La Personalidad de la Luna del Cuarto Creciente
De 270° a 314° detrás del Sol. Esta cuadratura menguante es similar a aquella del Primer Cuarto pero a un nivel más social. Aquellas primeras tensiones se sintieron en una forma activa, subjetiva, personal y en una dirección pero esta cuadratura menguante presenta un grupo diferente de retos, aquellos de tensión en la consciencia social o ideológica. Esta persona está cargada con tensión de probar ideologías y creencias, las suyas propias, de los demás y de la sociedad. Cuestiona la validez de todas las cosas. Tiende a un punto de vista muy objetivo y es capaz de ser bastante exigente en la búsqueda de la resolución de las preguntas que hace. Aquellos nacidos en esta fase se confrontan con muchas tensiones entre las ideologías personales y las creencias y realidades de los sistemas y los hechos.
Es el vocero del colectivo pero también se arriesga de morder más de lo que puede masticar. Su reto es determinar cuanto de sí mismo está preparado a sacrificar por las exigencias colectivas. Esta colectividad puede variar desde su familia inmediata, con frecuencia los padres y la jerarquía más amplia de la familia, a la estructura ‘tribal’ de la comunidad.
Está dividido entre los valores tradicionales y las tendencias futuristas. Puede ver los valores en ambas y con frecuencia se le pesca en un dilema de consciencia. Agudamente siente los impulsos del grupo y aquellos con los que se asocia, y necesita ajustarse con las normas estructurales y también incorpora sus propios ideales con los del grupo. Por lo tanto en un nivel positivo puede alcanzar las ambiciones personales a través del grupo, o cambiar al grupo para alcanzar sus fines. Cualquiera de ambos está atado a la fibra moral de los demás.
Aquí están los filósofos del mundo, que no necesariamente actúan para hacer que ocurra la reforma, pero empujan a los demás para hacerlo, desde una posición ‘administrativa’. Dichos tipos de personalidad requieren reconocimiento del ‘sistema’ y con frecuencia viven y trabajan dentro de límites estrictos y su dicotomía que es desean que las cosas sean diferentes. Con frecuencia preguntan, ‘porqué estoy aquí’, ‘cuál es mi meta en la vida’. Así pueden ajustarse a un mundo de negocios durante el día y un mundo esotérico en la noche. A decir verdad, es verdaderamente más cómodo en la noche.
¿Y que hay del árbol? Sigue dando frutos, sus semillas esparcidas es tiempo de descanso en preparación para la espera. Los elementos han esparcido las ramas, algunas ramas no son fructíferas y por tanto el árbol se recortó para la vida. Las ramas marchitas caen al tiempo en que se las lleva el viento. El árbol está a merced de los elementos, no en el mismo camino como ocurrió en la cuadratura creciente, sino en una forma más madura, mientras las hojas muertas comienzan a caer y todo lo que es inútil en preparación para la siguiente estación se quita. La intervención humana en la forma de vida, puede inclusive delinearla para que quede con la misma imagen que los otros de su tipo.
Negativamente, la persona puede superar por inercia o ser paralizado por miedo a la pérdida. Puede ser inflexible y por tanto experimentar la pérdida ya que tiene una tendencia natural a colocarse en el error si no tiene la voluntad de incorporar nuevas actitudes y cambiar sus patrones de comportamiento. Puede oscilar entre lo seguro y ya probado aunque internamente sabe que debe cambiar, o será dejado atrás en el continuo paso de la vida. Esta persona puede tender a volverse pesimista, si su filosofía se ve amenazada, atrapada dentro de los sistemas de vida y obligaciones hasta que se abraza la conciencia filosófica del futuro. La profesión y otras afiliaciones con frecuencia caen en crisis y frecuentemente las asociaciones necesitan ser abandonadas o refinadas de alguna manera. Esta persona nace con un sentido de vocación. Con frecuencia toma un largo tiempo para sacudirse el deseo de conformarse a fin de caer en su llamado.
El matrimonio de los padres pudo haber tenido uno completamente dominante o dictatorial sobre el otro. Por lo tanto la persona está imbuida con la necesidad de suprimir ya sea su yo
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