miércoles, 24 de diciembre de 2014

Historia de la Navidad

HISTORIA DE LA NAVIDAD
Escrito por Luz Divia Luna   

El día de Navidad es el 25 de diciembre, cuando se conmemora el Nacimiento 
de Jesucristo en Belén según los evangelios de San Mateo y San Lucas. 
Después de la Pascua de Resurrección es la fiesta más importante del año 
eclesiástico. 
Como los evangelios no mencionan fechas, no es seguro que Jesús naciera 
ese día. De hecho, el día de Navidad no fue oficialmente reconocido 
hasta el año 345, cuando por influencia de San Juan Crisóstomo y San 
Gregorio Nacianceno se proclamó el 25 de diciembre como fecha de la 
Natividad.
De esta manera seguía la política de la Iglesia primitiva de absorber en lugar 
de reprimir los ritos paganos existentes, que desde los primeros tiempos 
habían celebrado el solsticio de invierno y la llegada de la primavera.
La fiesta pagana más estrechamente asociada con la nueva Navidad era 
el Saturnal romano, el 19 de diciembre, en honor de Saturno, dios de la 
agricultura, que se celebraba durante siete días de bulliciosas diversiones 
y banquetes. Al mismo tiempo, se celebraba en el Norte de Europa una 
fiesta de invierno similar, conocida como Yule, en la que se quemaban 
grandes troncos adornados con ramas y cintas en honor de los dioses para 
conseguir que el Sol brillara con más fuerza.
Edad Media, Nacimiento y villancicos
Una vez incorporados estos elementos, la Iglesia añadió posteriormente en 
la Edad Media el nacimiento y los villancicos a sus costumbres. En esta época, 
los banquetes eran el punto culminante de las celebraciones. Todo esto 
tuvo un abrupto final en Gran Bretaña cuando, en 1552, los puritanos 
prohibieron la Navidad. Aunque la Navidad volvió a Inglaterra en 1660 
con Carlos II, los rituales desaparecieron hasta la época victoriana
Siglo XIX, Árbol y postales de Navidad
La Navidad, tal como la conocemos hoy, es una creación del siglo XIX. 
El árbol de navidad, originario de zonas germanas, se extendió por otras 
áreas de Europa y América. Los villancicos fueron recuperados y se 
compusieron muchos nuevos (la costumbre de cantar villancicos, 
aunque de antiguos orígenes, procede fundamentalmente del siglo XIX). 
Las tarjetas de navidad no empezaron a utilizarse hasta la década 
de 1870, aunque la primera de ellas se imprimió en Londres en 1846.
Santa Claus y el Espíritu de Navidad
La familiar imagen de Santa Claus, con el trineo, los renos y las bolsas con 
juguetes, es una invención estadounidense de estos años, aunque la 
leyenda de Papá Noel sea antigua y compleja, y proceda en parte de 
San Nicolás y una jovial figura medieval, el espíritu de navidad.

Navidad Hoy día

Actualmente, la Navidad es tiempo de gran actividad comercial e 
intercambio de regalos, reuniones y comidas familiares.
En Occidente se celebra la Misa del gallo en iglesias y catedrales. En 
los países de América Latina, de arraigada tradición católica, se celebra 
especialmente la Nochebuena (24 de diciembre) con una cena 
familiar para la que se elaboran una diversidad de platos, postres y bebidas 
tradicionales.

También se acostumbra asistir a la Misa del gallo y celebrar con cohetes 
y fuegos artificiales.

Misa del Gallo es el final de un largo cúmulo de celebraciones propias 
de la vigilia del solsticio de invierno, a imagen y semejanza de la 
vigilia del solsticio de verano, la de San Juan. Es una fiesta solar en la que 
en su día el fuego jugó un papel primordial, igual que en la vigilia de San 
Juan. El que esta celebración acabase siendo una Misa, es un triunfo 
de la disciplina eclesiástica sobre la libertad y hasta el libertinaje 
de las celebraciones profanas.
 Navidad
La Navidad se celebra litúrgicamente con tres misas: la de medianoche, la 
del alba y la del mediodía, que cubren todo el desarrollo de los festejos 
navideños. En esta noche en que se celebraba el despertar del sol (es 
cuando empieza a alargar el día), no se debía dormir, sino que había 
que pasarse toda la noche de fiesta. Con el cristianismo esas fiestas 
se cristianizaron, siendo el nuevo eje de la misma Jesús recién nacido.
Otro de los protagonistas de esta misa tan festiva, y que podía llegar a 
durar horas, era el gallo, que es el que pudo dar nombre a esta misa. Por 
empezar, esta misa no se celebraba a medianoche como ahora, sino al alba. 
De hecho, esta celebración antes de llamarse misa, se llamó maitines 
(el primer rezo litúrgico, que se hace al rayar el alba), y estaba amenizada 
con el canto del gallo (uno solo) que se llevaba a misa con este objetivo. Cada 
canto del gallo era celebrado con gran jolgorio y alborozo. En estas singulares 
misas hasta se comía y se bebía, bajo la vigilante mirada del sacerdote, 
que presidía la "misa" y procuraba introducir en ella todos los elementos 
religiosos que era posible.

Otro nombre que tuvo esta celebración nocturna de la Navidad (y aún se 

conserva en las Baleares) es la de Calenda. Se llamaba así a la lectura de 
las vidas de los santos importantes que se celebraban a lo largo del año. 
Estas calendas en las mayores solemnidades se acompañaban de 
representación sacra, cantada y bastante festiva. La de Navidad 
era la Calenda por antonomasia. De ahí vino el nombre de calendario, que 
era el listado de las calendas (es decir de las fiestas religiosas) del año.

He ahí un recorrido por las formas más arcaicas de la celebración de la 

Vigilia de la Navidad, que se fue haciendo cada vez más seria y formal, 
hasta convertirse en Misa del Gallo. El apellido de esta misa es el único 
resto que nos queda de la antigua informalidad de esta misa, que de hecho 
era una vigilia de formato muy honesto, con profunda marca religiosa, que 
se fue acentuando cada vez más.

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