miércoles, 4 de diciembre de 2013

Científicos de la Universidad de Pensilvania creen haber hallado la clave neurológica de las diferencias de comportamiento en individuos de ambos sexos

Ellos se orientan mejor, ellas tienen más memoria

El PaísEn las mujeres predominan las conexiones entre los dos hemisferios cerebrales, y en los hombres prevalecen las interiores de cada hemisferio, según el estudio | Cortesía El País
El PaísEn las mujeres predominan las conexiones entre los dos hemisferios cerebrales, y en los hombres prevalecen las interiores de cada hemisferio, según el estudio | Cortesía El País
Científicos de la Universidad de Pensilvania creen haber hallado la clave neurológica de las diferencias de comportamiento en individuos de ambos sexos
Los estudios psicológicos muestran de forma consistente ciertas diferencias en el comportamiento de los dos sexos: los hombres muestran, en promedio, más habilidades motoras y de percepción espacial, y las mujeres tienen mejor puntación en el conocimiento social y la memoria. Los neurocientíficos de la Universidad de Pensilvania creen haber hallado la clave neurológica de esas diferencias.
Con casi un millar de jóvenes la conectividad entre distintas partes del cerebro se desarrolla de manera diferente en los dos sexos, según la investigación. En las mujeres predominan las conexiones entre los dos hemisferios cerebrales, y en los hombres prevalecen las interiores de cada hemisferio. Curiosamente ese patrón se invierte en el cerebelo, una estructura implicada en la coordinación de movimientos y el aprendizaje de procedimientos.
Los investigadores piensan que esas diferencias de conectividad subyacen a los patrones de comportamiento previamente descubiertos por los psicólogos.
“Nuestros resultados indican que el cerebro masculino está estructurado para facilitar la conectividad entre percepción y acción coordinada, mientras que el femenino facilita la comunicación entre el modo de procesamiento analítico y el intuitivo”, dicen Madura Ingalhalikar y sus colegas de Pensilvania.
Lectura de resultados. La interpretación de los autores requiere alguna explicación adicional. Dentro de cada hemisferio el cerebro está dividido en módulos como los encargados de la percepción visual (situados cerca de la nuca) y los que mandan las órdenes a los músculos para ejecutar movimientos (localizados más o menos por encima de las orejas). Por eso una mayor conectividad dentro de cada hemisferio implica una mayor coordinación entre percepción visual y control motor.
Por otro lado, un hemisferio no es una copia exacta del otro. A grandes trazos, el hemisferio izquierdo aloja nuestra parte más racional, incluido el lenguaje y el intérprete o narrador que da sentido a nuestra vida; el hemisferio derecho, por el contrario, se ocupa de nuestra parte más intuitiva. De ahí que los autores interpreten la alta conectividad entre hemisferios en las mujeres como una mayor coordinación entre el pensamiento analítico y el intuitivo.
El lector ya estará familiarizado con el término genoma. La terminación oma quiere resaltar una ambición de totalidad: la investigación simultánea de todos los genes, por ejemplo. Los estudiosos del cerebro hablan ahora del conectoma con el mismo espíritu de globalidad. Ingalhalikar y sus colegas han estudiado el conectoma (todas las conexiones del cerebro) de 949 personas entre 8 y 22 años de edad (521 chicas y 428 chicos).
Un dato importante es que las diferencias de conectividad entre los dos sexos son muy escasas antes de los 13 años de edad; es a partir de los 14 cuando empiezan a pronunciarse. Aunque no hay datos directos, esa distribución de edad hace probable que las tormentas de hormonas sexuales que se disparan en la adolescencia estén implicadas en el fenómeno.

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