Lectura Tangente
Emeterio Gómez
Notitarde 26-05-12
|
¿Somos los humanos seres naturales?
/
·
El profundo afán cientificista y
racional que la Civilización Occidental nos ha inculcado, ese predominio
extremo de la Ciencia sobre la Espiritualidad; esa especie de
"satanización al revés" que la Modernidad nos impuso –por oposición a
la satanización medieval de la Ciencia– y que hoy se traduce en el menosprecio
de cualquier apelación al Espíritu o a su inescrutabilidad; ese afán
cientificista, digo, ese Supremacismo racional iluso, ha terminado por hacer
sentir mal a cualquiera que se le ocurra creer que en su interior habita un
Misterio –su alma– que ninguna ciencia podrá explicar. Todo lo cual nos ha
condicionado a tal extremo, que si se nos ocurre decir, en un Curso, que los
Humanos ¡¡no somos Entes Naturales!! nuestra credibilidad se desploma, los rostros
se alargan, la discusión estalla…
Y la palabra clave no tarda en
aparecer: "¿Qué es lo que trata de decirnos, profe, que somos Entes
Sobrenaturales? No pretenderá usted regresarnos a la Edad Media para volver a
creer en lo sobrenatural, los espíritus errantes o las almas en pena; a la
Humanidad le costó demasiado esfuerzo y, más aún, demasiada Inquisición, para
que volvamos ahora, docilitos, a la Escolástica y al dogmatismo". Y sentí,
palpé en ese momento, hasta qué punto el afán cientificista nos acerca
–precisamente– a los dogmas. Porque no se puede llamar de otra manera a esa
creencia ingenua según la cual el Espíritu Humano es un Ente Natural. ¡¡Porque
de alguna manera fascinante se nos ha engañado con esa idea!!
Intenté explicar que David Hume, en
1750, en su Tratado de la Naturaleza Humana, acabó con la idea de lo Humano
como Natural. Una conclusión poderosa derivada de una idea elemental: que
nuestra Dimensión Moral no se conecta ¡¡para nada!! ni con la Razón, ni con la
Naturaleza. Porque si fuese cierto –y sin duda lo es– que ante un Dilema Moral
puedo optar por cualquiera de las dos opciones, es decir, si fuese cierto que
cuando estoy ante una Verdadera Decisión (o sea, cuando "con las mismas
Razones o Parámetros, el mismo Contexto y, sobre todo, los mismos Valores)
puedo hacer una cosa o su opuesta, esto es, cualquiera de las dos vertientes
del Dilema, pegarle el tiro al tipo o no pegárselo, divorciarme o no, si todo
eso fuese cierto –que lo es– entonces la Moral ¡¡nuestra queridísima Moral!! nada
tiene que ver ni con la Naturaleza ni con "este mundo". Porque ella
–la Ética– sin la menor duda, pertenece al "más allá".
Porque, "de hecho", La Nada
no es una noción Natural. Y de eso se trata, precisamente, de ese fantasma
medieval, La Nada, que el Hombre no ha logrado captar plenamente. ¡¡Porque ella
no se deja captar plenamente!! Esa noción terrible que la Ciencia creyó
erradicar con la tonta idea de que "Todo Efecto ha de tener una
Causa". Porque Decidir es escoger a partir de La Nada… cuando de verdad se
trata de una Decisión, es decir, repito, cuando las dos opciones son posibles
y, sobre todo, válidas. Porque no hay, ni puede haber, algo parecido a una
Decisión Lógica, tal como neciamente nos inculcaron la Racionalidad y la
Ciencia; una creencia paralela a esta otra: que todo lo que hacemos lo hacemos
por una Razón. Porque cuando estamos ante una Verdadera Decisión, cuando
cualquiera de las dos vertientes que escojamos implicará una Creación (¡¡porque
dicha "Realidad" no hubiese existido, si escogemos la otra opción!!)
descubrimos que somos Seres Creadores, o sea, No-Naturales, "Imágenes y
Semejanzas de Dios". Porque el Crear es antitético con lo Natural, porque
"en la Naturaleza nada se crea, todo se transforma".
E-mail: gomezemeterio@gmail.com
http://emeteriogomez.wordpress.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario