¿Por qué elegí esta ilustración?
Ilustracion: Georges de La Tour Magdalena Penitente 1625-1650 Metropolitan Museum Nueva York
¿Por qué elegi esta ilustración?
Una habitación a oscuras, una única fuente de luz, una gran figura que llena todo el cuadro. Una mujer sentada. Aún es joven, ni su rostro que apenas vemos, ni su cuello y escote, ni sus manos delatan todavía la huella destructiva del tiempo. Solo tres colores, los más antiguos, los que han acompañado a los humanos desde la remota prehistoria: el blanco, la luz, el rojo, la vida, el negro, la muerte.
Georges de La Tour (1593 – 1652), pintor lorenés, hijo de un albañil, casado con una mujer de la nobleza, con ínfulas de noble y odioso a sus vecinos, famosísimo en vida. Habitante del terrible siglo XVII, en una tierra disputada entre el Imperio y el rey de Francia. Georges de La Tour no existía, de su producción de casi quinientos cuadros, quedaron veintitrés originales. Georges de La Tour volverá existir a partir de 1932, cuando la Europa del siglo XX, que ya olvidaba lo que era la oscuridad pronto conocerá las tinieblas.
Los cuadros de Georges de La Tour no tienen título, es decir su título original se ha perdido y el que tienen es posterior al redescubrimiento del pintor. Volvamos al cuadro. ¿Esta mujer es María Magdalena? María Magdalena, santa muy popular en la Edad Media, fue un motivo muy repetido desde el Renacimiento, pues en un cuadro de temática religiosa es posible pintar a una hermosa mujer, poder exhibir ricos ropajes, desnudez femenina sin que hubiera censura. Magdalena a partir del Renacimiento es casi siempre rubia, de larga y rizada cabellera. Incluso o sobre todo, cuando de trata de Magdalena penitente, es posible apreciar la sensualidad del personaje. María Magdalena siempre fue una santa incómoda, ambigua, turbadora. No era virgen, no era esposa, no era madre, pero es una de las valientes mujeres que asiste a la Crucifixión y el primer testigo de la Resurrección. La Iglesia no tuvo más remedio que tolerarla.
Magdalena está sola en una habitación despojada como una celda, mira hacia el espejo aunque no vemos su reflejo ¿se ve ella misma? Quizá se mira por última vez. Quizá nunca más volverá a ver su rostro iluminado intensamente por la única fuente luz, ese candelabro con esa vela lujosa de cera, en ese espejo de marco tallado. Ha dejado el collar de perlas sobre la mesa, las perlas que en el siglo XVII indican liviandad, se asocian con las cortesanas y la prostitución. En el suelo hay otras joyas. Magdalena se está despidiendo, en silencio, en soledad absoluta. Pero Magdalena aún es quien ha sido, la mujer que ha conocido el placer y la libertad. Aún calza lujosamente y su falda roja como los zapatos es de rico tejido. Ese color rojo que lleva siglos tiñendo los vestidos de novia, los vestidos de fiesta, los vestidos de las prostitutas. Es cierto que lleva una sencilla camisa, la camisa es esa época una prenda interior, pero su larga melena, no rubia ni rizada, sino oscura y lisa, está cepillada como la de una dama de la época Heian. Y en otras o posterioresversiones, Magdalena, que ya ha renunciado, que ya no se ilumina con velas sino con candiles de aceite, que ya es penitente, mantendrá esa lisa y perfecta cabellera de dama japonesa.
Un universo casi monócromo, una austeridad total, habitaciones despojadas, personas humildes, nada bellas, unos volúmenes geométricos, incluso en los rostros. El ser humano solo, ante sí mismo, a la luz de una vela, de un candil, de una llama. En nuestro mundo de hoy hace mucho que perdimos la oscuridad. No podemos imaginar lo que es vivir solo a la luz de día, que luminarias como candiles, velas, antorchas, solo eran algo para hacer el tránsito a la noche, a la oscuridad total. Dije más arriba que cuando se redescubrió a Georges de La Tour en 1932 Europa estaba a punto de recordar las tinieblas. No las tinieblas metafóricas de vivir una era de guerra como la que vivió el pintor, sino las reales. Durante los años de la Segunda Guerra Mundial la mayoría de las ciudades europeas bajo la amenaza de la destrucción de los bombardeos aéreos, volvieron a ser lo que habían sido durante siglos: lugares de oscuridad, incertidumbre y miedo.
Magdalena, seria, sola en esa habitación desnuda, con los restos de su pasado, con el espejo que el que no se volverá a mirar, rozando con sus dedos el cráneo amarillento de frente huidiza que tiene en el regazo pero al que no mira todavía. Magdalena es la imagen de la melancolía, muy parecida a la deDomenico Fetti, contemporánea suya. La melancolía de quien sabe que no volverá a haber amores, ni fiestas, ni alegría, ni belleza, porque todo es pasajero. Cuando Magdalena apague esa vela y se haga la oscuridad total en la habitación para el sueño de la noche, ese sueño será el hermano de la muerte que están acariciando sus dedos.
lunes, 11 de febrero de 2013
Sol en Acuario Parte III
Mitología
Helios es el joven dios griego del Sol. Es el hijo de Hiperion y Theia. Con la oceánida Perse se convirtió en el padre de Aeëtes, Circe y Pasife. Sus otras dos hijas son Fetusa ("radiante") y Lampetia ("brillante"). Tuvo un hijo llamado Faetón, quien una ocasión le permitió guiar su carruaje en el cielo. El joven sin habilidades no pudo controlar a los caballos y cayó hacia su muerte.
Cada mañana al amanecer asciende del océano en el este y maneja su carruaje, jalado por sus caballos, Pirois, Eos, Aethon y Flegon para descender en la noche al oeste.
La reverencia del Sol como un dios vino del este a Grecia. Helios fue adorado en varios lugares del Peloponeso, especialmente en Rodas donde cada año se llevaban a cabo en su honor juegos gimnásticos. Fue representado como un joven con un halo, parado en un carruaje, ocasionalmente con un manto ondulante. Sus atributos son el látigo y el globo, y sus animales sagrados fueron el gallo y el águila. Fue el dios romano personificado del sol, completamente idéntico al griego Helios.
Significado Astrológico
La más importante expresión del individuo. Muestra las cualidades de liderazgo y triunfo. Representa el principio masculino, el padre, marido y los hombres en general. El a rige la salud, los principios vitales, la autoridad y los que la ostentan, rango, títulos, cargos elevados, progreso, dignidad, energía, sentido de identidad, capacidad de experiencia. Su acción es fortificante y vitalizadora. Donde se halla el a en el horóscopo es la vida y corazón del horóscopo, es allí donde uno debe brillar.
El Sol rige el día. Es como una novia saliendo de sus habitaciones, como el campeón que festeja después de haber ganado una carrera. Como el principal centro gravitatorio de nuestro Sistema Cósmico (esto es el Sistema Solar), el sol representa el centro de nuestra identidad, nuestro carácter básico y forma de comportamiento. En el contexto familiar el Sol representa la principal figura masculina o padre. También puede representar cualquier figura de autoridad.
El Sol, principio y poder
Considerando la simplicidad de la estructura de un horóscopo, no podemos dejar de impresionarnos por la profundidad de sus simbolismos. Un centro y doce radiaciones circunscriptas por un círculo, eso es todo. Y sin embargo, sirve como una representación del Cosmos. Nada en la simbología representa tanto por tan pocos medios.
La estructura de un horóscopo simboliza la base de la manifestación de cualquier cosa, un ser humano, un evento, una nación o un sistema solar. Cada objetivación tiene su propio patrón o frecuencia vibratoria y el simple dibujo de un círculo con radiaciones desde el centro puede usarse para representar el "cuerpo" de esa objetivación.
Consideremos un sistema solar: Se nos dice que el Logos habiendo seleccionado una área esférica de espacio en la aurora de la manifestación, vierte sus energías en el centro, así objetivando un Sol, o centro de manifestación. La voluntad del Logos interpenetra esta inmensa esfera por todas partes. Desde el centro, o Sol, se irradian varios campos para la actividad evolutiva. Nosotros llamamos a esos "campos", planetas y cada uno provee una morada para el desarrollo de varios tipos de seres. Cada planeta se halla casi en la misma relación con el Creador que cada color con el Principio de la Luz, o cada tono con el Principio del Sonido. El Sol, como cuerpo central, es la Voluntad del Logos objetivada y los cuerpos del sistema son las expresiones de esa Voluntad en la manifestación.
El horóscopo como mapa de los cielos, debe en realidad mostrar el Sol en el centro. Sin embargo, en relación con la Tierra, que es nuestro campo de evolución y para propósitos astrológicos, nosotros incluimos el Sol en la familia de los planetas por esta razón: en términos humanos, la expresión de la Voluntad está aún por desarrollarse mediante procesos evolutivos. La humanidad en su mayor parte, vive en sus negativos, sus sentimientos, temores y deseos. Por consiguiente, la dominación por la experiencia es inevitable. Vivir en la "Conciencia Solar" implicaría una identidad completa con el Origen, completo desapego de las experiencias del sentimiento, completo dominio y dirección de todas las facultades expresadas por un ser humano. Esto, en términos nuestros es Maestría. En otras palabras, un maestro, aunque encarnado, determina sus experiencias por radiación de su propio centro, no por respuesta a los impulsos y tendencias de sus planetas. Él entonces, hasta donde sea posible, es verdaderamente un creador, él vive en su conciencia Solar.
Desde el punto de vista aún del más mundano acercamiento de la astrología se usa el mismo dibujo. El sitio de nacimiento es el centro desde el cual se irradian las distintas experiencias de la vida, en términos de personas, lugares y cosas. El mismo dibujo se usa para representar el "Ego objetivado"; el Yo Superior, o potencialidad de Dios es el centro del círculo y los distintos estados o expresiones de potencialidad son las posiciones y aspectos planetarios. El horóscopo se ve asimismo como el símbolo de una manifestación de Dios en cualquier aplicación.
Puesto que el Sol representa el más elevado estado de conciencia conocido por el hombre, el principio aplicado es el Principio del Poder, el primer aspecto del Logos. Nosotros como astro-analistas, debemos prestarle atención a los aspectos del Sol en el horóscopo, porque éstos representan los "grados de conciencia de Dios" que la persona ha alcanzado hasta la fecha en su presente ciclo de desarrollo. Todo aspecto solar benéfico, indicador de una aplicación armoniosa o constructiva del principio del Poder, es una redención. Cada aspecto inarmónico, se ve que es un obstáculo o perversión del Poder. El Sol es la síntesis de todos los planetas y cualquier planeta identificado con el Sol por aspecto, "disposición", etc. gana de ese modo, en poder y esfera de experiencia, tanto espiritual como mundanamente. Los planetas, particularmente los dinámicos, localizados en Leo, indican que su expresión constructiva debe basarse en el recto uso del poder; las aflicciones indican la tendencia a pervertirlo.
Los horóscopos que tienen el Sol sin aspectos ofrecen un estudio interesante. Semejante patrón revela que en este ciclo, la persona implicada esta iniciando su conciencia de poder. El signo de la posición solar nos indica el sendero espiritual o esotérico de este desarrollo. La casa de la posición solar nos indica donde, comienza él, en esta encarnación. Los planetas en Leo y sus aspectos, nos indican los medios a través de los cuales él está tratando de expresar el Principio del Poder y por ellos a través de que canales su conciencia de Poder se expresará en el futuro.
Fijemos en nuestras mentes la idea que los aspectos afligidos afectando al Sol son problemas serios. Los otros planetas pueden estar en conflicto entre sí y de ahí que resulten muchos problemas; pero cuando la conciencia de poder y de propósito es impedida en su crecimiento, la habilidad de la persona para tratar con sus dificultades planetarias está muy limitada. Las soluciones son entonces más difíciles de encontrar y de aplicarse. En otras palabras, el horóscopo completo se debilita conforme la conciencia Solar sea inhibida o aminorada. Y, por consiguiente, las aflicciones dinámicas en el mapa tienen justamente tanto mayor poder para "afligir dinámicamente". La fuerza o la energía, en análisis final, debe controlarse por el poder que irradia el centro. Esclarezca este pensamiento imaginando la posición del Sol como el centro de actividad en el mapa, irradiando sus energías en todas direcciones. Las cuadraturas y oposiciones al Sol se verán, de ese modo, como líneas de fuerza desde los planetas que interceptan o interrumpen estas irradiaciones a ángulos rectos o de frente, desde el lado opuesto del círculo.
Básicamente, la casa con Leo en su cúspide indica el departamento de la vida que contiene su fuente de experiencia de Poder o "lección de Poder". Cualesquiera condiciones adversas que estén demostradas en esa casa, y puede haber muchas, expresan, lo mejor posible, su poder y autoridad, en los asuntos de esa casa. Los planetas ahí demuestran que es lo que usted desea expresar, pero Leo en la cúspide indica cómo puede usted expresar esos impulsos.
La localización del Sol indica dónde procuramos nosotros dominar directamente y gobernar nuestras condiciones. Por consiguiente, ese es nuestro "centro" para esta encarnación. Una gran variedad de "condiciones Solares" son, desde luego posibles. No obstante, cualquier planeta en aspecto favorable al Sol, de esta manera integrado con bastante poder, puede utilizarse como neutralizador de negativos en otras partes del mapa. Cualquier planeta semejante es automáticamente de gran influencia en el mapa y puede ayudar a resolver las discordias.
Una consideración de los aspectos negativos del Sol
Sol – Marte: Poder – Deseo. El Poder se expresa a través del conflicto, la competencia, la dominación, la conquista sexual, la impiedad, y la crueldad. Marte es básico, o primitivo, expresión propia y cuando se abusa del poder por medio de él, su vibración desencadena una energía tremenda que tiende a causar alguna forma de destrucción o dolor a otros, o "dominación a toda costa". El Poder se expresa aquí como egotismo. Este aspecto es simbólico de la polaridad masculina no regenerada. Hasta cierto punto, el Sol afligido en Aries o en Escorpión, lleva casi el mismo colorido; también, cualquier aflicción al Sol en conjunción con Marte en cualquier signo. Puesto que este aspecto es básicamente tan masculino en cualidad, su redención puede encontrarse en alguna aplicación constructiva de la polaridad femenina: Luna, o Neptuno.
Sol – Júpiter: Poder – Orgullo. El Poder se expresa en varias formas, negativas o falsas, de reconocimiento propio. Estas formas de "darse bombo" pueden trazarse a la clase de conciencia que da valor indebido a la abundancia financiera, a la posición social o profesional, los antecedentes de familia, menciones egotistas de sus talentos y habilidades y la clase de benevolencia que por lo general se expresa con miras hacia el reconocimiento o el aplauso. Un aspecto de "falsa aristocracia", símbolo del "esnobismo" y la presunción. La persona así condicionada tiende a exagerar aquello que considera meritorio en su propia naturaleza y circunstancias y reacciona con ira u ofensa ante cualquiera inferencia de que él no es todo lo que pretende ser. La crítica abierta o franca lo hace cerrar los oídos y la conciencia para retirarse a marfileña torre de excelsa dignidad ofendida; pero permítasele oír, indirectamente que se esperan ciertas excelencias de él y se echará hacia atrás para sostener la buena opinión que él aprecia. En otras él "arrojará su poder" hacia el mejoramiento, si cree que vale la pena el esfuerzo, pero a la inversa, arrojará las mismas corrientes de poder en su orgullo cuando es empequeñecido. ¡Él debe mantener la buena opinión de sí mismo!. Una persona semejante no puede hacer nada mejor que armonizar sus discordias internas, que crear un patrón uniforme de actos benévolos, y no hablar de ellos.
Sol – Saturno: Poder – Irrealización. Indica tal falta de realización de un área de experiencia que las energías del propio Centro son necesitadas para la redención de karma. En un horóscopo predominantemente dinámico, este aspecto arroja un fuerte énfasis a la ambición y el logro en cualquier forma. El "impulso trepador" es sentido intensamente y el poder se utiliza en gran medida para vencer obstáculos. Aparentemente, este patrón representa un pasado en que las oportunidades para el desarrollo fueron descuidadas o desperdiciadas. En esta encarnación el tiempo perdido debe redimirse. En un horóscopo predominantemente pasivo, este aspecto es fuerte-mente "gravitacional" en su efecto; los requisitos de Saturno apegan la persona a la Tierra. En tal caso, revise cuidadosamente cualquier impulso dinámico en el horóscopo, que pueda proveer un posible desencadenamiento de poder por canales de crecimiento. Las personas representadas por Saturno en este aspecto son aquellas que tienden a reprimir o inhibir al individuo. Ellas amenazan la individualidad misma de éste y aunque él tenga que redimir una experiencia de responsabilidad muy necesitada, no debe, por el bien de su propia vida constructiva y sana, dejarse influir tanto por otras personas que lo sometan a la desesperación, a la pérdida de confianza propia o a otros posibles negativos psicológicos.
Sol – Urano: Poder – Ilegalidad. Este es el aspecto del anarquista. Debido a la naturaleza y propósito de Urano, su cuadratura al Sol, o conjunción afligida, es una potencialidad para la destrucción terrífica en alguna forma. Las posibilidades de liberación de energía indicadas por esta combinación son tan grandes que debe buscarse y analizarse cuidadosamente todo medio de control. Una fuerte tendencia a la cristalización en alguna forma está automáticamente implicada como un factor concomitante a este aspecto, revise las condiciones de Saturno cuidadosamente y de ese modo determine en qué parte de su experiencia la persona tiende a rebelarse con tal intensidad, y posiblemente llegando a la violencia. Un aspecto de genio potencial está indicado por cualquier aspecto de Urano al Sol, pero la cuadratura o la oposición parece indicar la posibilidad de destrucción considerable acompañando su expresión. Este aspecto bien controlado, arroja cargas magnéticas y dinámicas tremendas a los otros planetas envueltos y por consiguiente, cuando es dirigido constructivamente, puede servir para grandes logros y habilidades.
Sol – Neptuno: Poder – Ilusión. Este es un aspecto muy sutil y difícil. El poder de visualizar, y de soñar, es intenso, pero como este aspecto indica la perpetración de la ilusión en el pasado, demuestra un patrón de desilusión en la encarnación presente. El instinto dramático está pronunciado; de hecho, tan pronunciado, que a veces la persona vive en su sueño de "cosas como pudieran ser" en vez de comprenderlas como son. En una persona artística, particularmente aquellas artes regidas por Neptuno, la música y el drama, éste es un aspecto muy inspirador; pero es inspiración sin dominio. El nativo cuando es estimulado puede "sintonizarse" sin ningún esfuerzo con influencias sutiles y convertirse, él mismo en instrumento. Sin embargo, el precio pagado por exceso de esta "sintonización" es el agotamiento físico, psíquico y nervioso, pérdida de poder, vitalidad y salud generalmente. Las personas representadas por Neptuno en este patrón, en sus fases negativas, son aquellas que pueden conducirlo a hábitos debilitantes y de ese modo, disipar su retención de propósito.
Cuando el horóscopo es principalmente pasivo en cualidad con escasa fuente de estímulo "impulso", este aspecto, si está poderosamente marcado, puede indicar un individuo que se pasa la vida soñando sin ningún propósito de realización. Tarde o temprano, él deberá darse las manos con la realidad y unir sus esfuerzos hasta cierto punto, con los canales del vivir constructivo. Cuando sus sueños se hagan añicos y su torre de marfil se desplome, cuando aquellos que él amó y admiró se conviertan en la fuente máxima de sufrimiento, entonces él debe afrontar estas experiencias con una aplicación constructiva de Neptuno, fe, conocimiento espiritual, amor puro y sobre todo, aprender de sus decepcionadores. Ellos sólo reflejaron aquello que ha sido falso en él en el pasado. Este aspecto indica una armonización con fuerzas más elevadas, o por lo menos, fuerzas ocultas, que en expresión negativa le trae al nativo experiencias con el rayo astral inferior. Para reconstruir su patrón él debe purificar y limpiar sus "imágenes internas" por medio de inspiraciones y sueños a la realidad por alguna forma de trabajo o hacia la realización de propósitos autodirigidos de lograr ideales verdaderamente elevados.
Sol – Luna: Poder – Sentimiento. Tal aspecto indica una mente subconsciente muy impresionable y "cuadros" de sentimientos negativos tomados en la niñez que pueden oscurecer la conciencia de sí mismo y traer confusión por el resto de su vida. El estudio del horóscopo de un niño semejante le revelará a los padres las rutas que él querrá seguir, pero si en su excesiva incumbencia por cada instante de su vida ellos lo impresionan con sus preocupaciones, miedos y ansiedades, le ocasionarán un grave daño, el de empañar su subconsciente con los propios estados negativos de ellos asegurando la incapacidad de "labrar su propio camino" a medida que crece. Un niño con este aspecto debe ser guiado constructivamente, para que haga sus propias decisiones y nunca forzadas contra su voluntad. Esto se aplica, por supuesto, a cosas relativamente sin importancia.
Naturalmente un niño no puede desenfrenarse, pero esas pequeñas cosas que son de interés personal para él no deben tocarse por las otras para que él pueda crear, hasta cierto punto, la propia conciencia de su pequeño mundo. Se ha encontrado que el impacto de cierta influencia en la niñez sobre el subconsciente del niño, ha resultado en un conflicto interno que ha conducido a discordia y fracaso en la vida adulta. Cuando un niño aprende a conocer su propio poder sin influencias indebidas o negativas sobre su subconsciente, estará mucho más capacitado para prever, planear, crear y realizar sus propósitos. Dicho y hecho todo, el Sol ciertamente representa el florecimiento de la personalidad y la habilidad y la conciencia del yo como creador del bien, puede ser estimulada mejor, desde el principio. Si un adulto con el Sol cuadrado o en oposición a la Luna, consulta para la solución de una tendencia desintegradora en su vida, haga lo que se puede hacer para instigarlo a psicoanalizar en alguna forma y traer a la superficie de su mente consciente las compulsiones que pueden haber sido impresas en él cuando era niño. El debe echarlas para arriba y hacia afuera para limpiar sus canales hacia una expresión de vida más constructiva.
El Sol es el centro de nuestro sistema solar, y todos los planetas se mueven en órbitas elípticas alrededor de esta estrella fija que parece pasar cada día delante de la Tierra de Este a Oeste. A una distancia de aproximadamente 150 millones de kilómetros, el Sol parece a nuestros ojos como un pequeño disco brillante en el firmamento, pero en realidad es enorme, ya que tiene un diámetro de 1.39 millones de kilómetros y así es casi 700 veces más grande que todos los planetas juntos.
Naturalmente, el Sol fue el principal cuerpo celeste observado por el hombre y, por lo tanto, ocupa un lugar importantísimo en todas las mitologías. El dios griego Apolo era la personificación del Sol y fue adorado como la fuente de la fuerza vital, iluminación y curación.
En la astrología el emplazamiento del Sol revela la cualidad básica de nuestra conciencia. Es el factor central de nuestra personalidad, del mismo modo como el Sol es el centro de nuestra galaxia. Por esa razón, nos identificamos tanto con el signo solar. Si nuestro Sol está en Piscis, nos considera-mos Piscis. Si está en Aries, pensamos que somos Aries. No cabe duda que el Sol es muy importante para el análisis astrológico, pero no debemos olvidar que es un solo factor entre muchos.
Un Sol bien emplazado y aspectado otorga a su nativo alegría, confianza y buena salud. Tiene una afinidad natural con el signo Leo, el cual comparte muchos atributos con el Sol.
El elemento del signo solar colorea de forma decisiva nuestra psique, porque revela la cualidad básica de nuestra conciencia y muestra lo que nos inspira y motiva. También revela lo que es «real» para nosotros y qué tipo de actividades y experiencias nos proporcionan energía y fuerza.
Helios es el joven dios griego del Sol. Es el hijo de Hiperion y Theia. Con la oceánida Perse se convirtió en el padre de Aeëtes, Circe y Pasife. Sus otras dos hijas son Fetusa ("radiante") y Lampetia ("brillante"). Tuvo un hijo llamado Faetón, quien una ocasión le permitió guiar su carruaje en el cielo. El joven sin habilidades no pudo controlar a los caballos y cayó hacia su muerte.
Cada mañana al amanecer asciende del océano en el este y maneja su carruaje, jalado por sus caballos, Pirois, Eos, Aethon y Flegon para descender en la noche al oeste.
La reverencia del Sol como un dios vino del este a Grecia. Helios fue adorado en varios lugares del Peloponeso, especialmente en Rodas donde cada año se llevaban a cabo en su honor juegos gimnásticos. Fue representado como un joven con un halo, parado en un carruaje, ocasionalmente con un manto ondulante. Sus atributos son el látigo y el globo, y sus animales sagrados fueron el gallo y el águila. Fue el dios romano personificado del sol, completamente idéntico al griego Helios.
Significado Astrológico
La más importante expresión del individuo. Muestra las cualidades de liderazgo y triunfo. Representa el principio masculino, el padre, marido y los hombres en general. El a rige la salud, los principios vitales, la autoridad y los que la ostentan, rango, títulos, cargos elevados, progreso, dignidad, energía, sentido de identidad, capacidad de experiencia. Su acción es fortificante y vitalizadora. Donde se halla el a en el horóscopo es la vida y corazón del horóscopo, es allí donde uno debe brillar.
El Sol rige el día. Es como una novia saliendo de sus habitaciones, como el campeón que festeja después de haber ganado una carrera. Como el principal centro gravitatorio de nuestro Sistema Cósmico (esto es el Sistema Solar), el sol representa el centro de nuestra identidad, nuestro carácter básico y forma de comportamiento. En el contexto familiar el Sol representa la principal figura masculina o padre. También puede representar cualquier figura de autoridad.
El Sol, principio y poder
Considerando la simplicidad de la estructura de un horóscopo, no podemos dejar de impresionarnos por la profundidad de sus simbolismos. Un centro y doce radiaciones circunscriptas por un círculo, eso es todo. Y sin embargo, sirve como una representación del Cosmos. Nada en la simbología representa tanto por tan pocos medios.
La estructura de un horóscopo simboliza la base de la manifestación de cualquier cosa, un ser humano, un evento, una nación o un sistema solar. Cada objetivación tiene su propio patrón o frecuencia vibratoria y el simple dibujo de un círculo con radiaciones desde el centro puede usarse para representar el "cuerpo" de esa objetivación.
Consideremos un sistema solar: Se nos dice que el Logos habiendo seleccionado una área esférica de espacio en la aurora de la manifestación, vierte sus energías en el centro, así objetivando un Sol, o centro de manifestación. La voluntad del Logos interpenetra esta inmensa esfera por todas partes. Desde el centro, o Sol, se irradian varios campos para la actividad evolutiva. Nosotros llamamos a esos "campos", planetas y cada uno provee una morada para el desarrollo de varios tipos de seres. Cada planeta se halla casi en la misma relación con el Creador que cada color con el Principio de la Luz, o cada tono con el Principio del Sonido. El Sol, como cuerpo central, es la Voluntad del Logos objetivada y los cuerpos del sistema son las expresiones de esa Voluntad en la manifestación.
El horóscopo como mapa de los cielos, debe en realidad mostrar el Sol en el centro. Sin embargo, en relación con la Tierra, que es nuestro campo de evolución y para propósitos astrológicos, nosotros incluimos el Sol en la familia de los planetas por esta razón: en términos humanos, la expresión de la Voluntad está aún por desarrollarse mediante procesos evolutivos. La humanidad en su mayor parte, vive en sus negativos, sus sentimientos, temores y deseos. Por consiguiente, la dominación por la experiencia es inevitable. Vivir en la "Conciencia Solar" implicaría una identidad completa con el Origen, completo desapego de las experiencias del sentimiento, completo dominio y dirección de todas las facultades expresadas por un ser humano. Esto, en términos nuestros es Maestría. En otras palabras, un maestro, aunque encarnado, determina sus experiencias por radiación de su propio centro, no por respuesta a los impulsos y tendencias de sus planetas. Él entonces, hasta donde sea posible, es verdaderamente un creador, él vive en su conciencia Solar.
Desde el punto de vista aún del más mundano acercamiento de la astrología se usa el mismo dibujo. El sitio de nacimiento es el centro desde el cual se irradian las distintas experiencias de la vida, en términos de personas, lugares y cosas. El mismo dibujo se usa para representar el "Ego objetivado"; el Yo Superior, o potencialidad de Dios es el centro del círculo y los distintos estados o expresiones de potencialidad son las posiciones y aspectos planetarios. El horóscopo se ve asimismo como el símbolo de una manifestación de Dios en cualquier aplicación.
Puesto que el Sol representa el más elevado estado de conciencia conocido por el hombre, el principio aplicado es el Principio del Poder, el primer aspecto del Logos. Nosotros como astro-analistas, debemos prestarle atención a los aspectos del Sol en el horóscopo, porque éstos representan los "grados de conciencia de Dios" que la persona ha alcanzado hasta la fecha en su presente ciclo de desarrollo. Todo aspecto solar benéfico, indicador de una aplicación armoniosa o constructiva del principio del Poder, es una redención. Cada aspecto inarmónico, se ve que es un obstáculo o perversión del Poder. El Sol es la síntesis de todos los planetas y cualquier planeta identificado con el Sol por aspecto, "disposición", etc. gana de ese modo, en poder y esfera de experiencia, tanto espiritual como mundanamente. Los planetas, particularmente los dinámicos, localizados en Leo, indican que su expresión constructiva debe basarse en el recto uso del poder; las aflicciones indican la tendencia a pervertirlo.
Los horóscopos que tienen el Sol sin aspectos ofrecen un estudio interesante. Semejante patrón revela que en este ciclo, la persona implicada esta iniciando su conciencia de poder. El signo de la posición solar nos indica el sendero espiritual o esotérico de este desarrollo. La casa de la posición solar nos indica donde, comienza él, en esta encarnación. Los planetas en Leo y sus aspectos, nos indican los medios a través de los cuales él está tratando de expresar el Principio del Poder y por ellos a través de que canales su conciencia de Poder se expresará en el futuro.
Fijemos en nuestras mentes la idea que los aspectos afligidos afectando al Sol son problemas serios. Los otros planetas pueden estar en conflicto entre sí y de ahí que resulten muchos problemas; pero cuando la conciencia de poder y de propósito es impedida en su crecimiento, la habilidad de la persona para tratar con sus dificultades planetarias está muy limitada. Las soluciones son entonces más difíciles de encontrar y de aplicarse. En otras palabras, el horóscopo completo se debilita conforme la conciencia Solar sea inhibida o aminorada. Y, por consiguiente, las aflicciones dinámicas en el mapa tienen justamente tanto mayor poder para "afligir dinámicamente". La fuerza o la energía, en análisis final, debe controlarse por el poder que irradia el centro. Esclarezca este pensamiento imaginando la posición del Sol como el centro de actividad en el mapa, irradiando sus energías en todas direcciones. Las cuadraturas y oposiciones al Sol se verán, de ese modo, como líneas de fuerza desde los planetas que interceptan o interrumpen estas irradiaciones a ángulos rectos o de frente, desde el lado opuesto del círculo.
Básicamente, la casa con Leo en su cúspide indica el departamento de la vida que contiene su fuente de experiencia de Poder o "lección de Poder". Cualesquiera condiciones adversas que estén demostradas en esa casa, y puede haber muchas, expresan, lo mejor posible, su poder y autoridad, en los asuntos de esa casa. Los planetas ahí demuestran que es lo que usted desea expresar, pero Leo en la cúspide indica cómo puede usted expresar esos impulsos.
La localización del Sol indica dónde procuramos nosotros dominar directamente y gobernar nuestras condiciones. Por consiguiente, ese es nuestro "centro" para esta encarnación. Una gran variedad de "condiciones Solares" son, desde luego posibles. No obstante, cualquier planeta en aspecto favorable al Sol, de esta manera integrado con bastante poder, puede utilizarse como neutralizador de negativos en otras partes del mapa. Cualquier planeta semejante es automáticamente de gran influencia en el mapa y puede ayudar a resolver las discordias.
Una consideración de los aspectos negativos del Sol
Sol – Marte: Poder – Deseo. El Poder se expresa a través del conflicto, la competencia, la dominación, la conquista sexual, la impiedad, y la crueldad. Marte es básico, o primitivo, expresión propia y cuando se abusa del poder por medio de él, su vibración desencadena una energía tremenda que tiende a causar alguna forma de destrucción o dolor a otros, o "dominación a toda costa". El Poder se expresa aquí como egotismo. Este aspecto es simbólico de la polaridad masculina no regenerada. Hasta cierto punto, el Sol afligido en Aries o en Escorpión, lleva casi el mismo colorido; también, cualquier aflicción al Sol en conjunción con Marte en cualquier signo. Puesto que este aspecto es básicamente tan masculino en cualidad, su redención puede encontrarse en alguna aplicación constructiva de la polaridad femenina: Luna, o Neptuno.
Sol – Júpiter: Poder – Orgullo. El Poder se expresa en varias formas, negativas o falsas, de reconocimiento propio. Estas formas de "darse bombo" pueden trazarse a la clase de conciencia que da valor indebido a la abundancia financiera, a la posición social o profesional, los antecedentes de familia, menciones egotistas de sus talentos y habilidades y la clase de benevolencia que por lo general se expresa con miras hacia el reconocimiento o el aplauso. Un aspecto de "falsa aristocracia", símbolo del "esnobismo" y la presunción. La persona así condicionada tiende a exagerar aquello que considera meritorio en su propia naturaleza y circunstancias y reacciona con ira u ofensa ante cualquiera inferencia de que él no es todo lo que pretende ser. La crítica abierta o franca lo hace cerrar los oídos y la conciencia para retirarse a marfileña torre de excelsa dignidad ofendida; pero permítasele oír, indirectamente que se esperan ciertas excelencias de él y se echará hacia atrás para sostener la buena opinión que él aprecia. En otras él "arrojará su poder" hacia el mejoramiento, si cree que vale la pena el esfuerzo, pero a la inversa, arrojará las mismas corrientes de poder en su orgullo cuando es empequeñecido. ¡Él debe mantener la buena opinión de sí mismo!. Una persona semejante no puede hacer nada mejor que armonizar sus discordias internas, que crear un patrón uniforme de actos benévolos, y no hablar de ellos.
Sol – Saturno: Poder – Irrealización. Indica tal falta de realización de un área de experiencia que las energías del propio Centro son necesitadas para la redención de karma. En un horóscopo predominantemente dinámico, este aspecto arroja un fuerte énfasis a la ambición y el logro en cualquier forma. El "impulso trepador" es sentido intensamente y el poder se utiliza en gran medida para vencer obstáculos. Aparentemente, este patrón representa un pasado en que las oportunidades para el desarrollo fueron descuidadas o desperdiciadas. En esta encarnación el tiempo perdido debe redimirse. En un horóscopo predominantemente pasivo, este aspecto es fuerte-mente "gravitacional" en su efecto; los requisitos de Saturno apegan la persona a la Tierra. En tal caso, revise cuidadosamente cualquier impulso dinámico en el horóscopo, que pueda proveer un posible desencadenamiento de poder por canales de crecimiento. Las personas representadas por Saturno en este aspecto son aquellas que tienden a reprimir o inhibir al individuo. Ellas amenazan la individualidad misma de éste y aunque él tenga que redimir una experiencia de responsabilidad muy necesitada, no debe, por el bien de su propia vida constructiva y sana, dejarse influir tanto por otras personas que lo sometan a la desesperación, a la pérdida de confianza propia o a otros posibles negativos psicológicos.
Sol – Urano: Poder – Ilegalidad. Este es el aspecto del anarquista. Debido a la naturaleza y propósito de Urano, su cuadratura al Sol, o conjunción afligida, es una potencialidad para la destrucción terrífica en alguna forma. Las posibilidades de liberación de energía indicadas por esta combinación son tan grandes que debe buscarse y analizarse cuidadosamente todo medio de control. Una fuerte tendencia a la cristalización en alguna forma está automáticamente implicada como un factor concomitante a este aspecto, revise las condiciones de Saturno cuidadosamente y de ese modo determine en qué parte de su experiencia la persona tiende a rebelarse con tal intensidad, y posiblemente llegando a la violencia. Un aspecto de genio potencial está indicado por cualquier aspecto de Urano al Sol, pero la cuadratura o la oposición parece indicar la posibilidad de destrucción considerable acompañando su expresión. Este aspecto bien controlado, arroja cargas magnéticas y dinámicas tremendas a los otros planetas envueltos y por consiguiente, cuando es dirigido constructivamente, puede servir para grandes logros y habilidades.
Sol – Neptuno: Poder – Ilusión. Este es un aspecto muy sutil y difícil. El poder de visualizar, y de soñar, es intenso, pero como este aspecto indica la perpetración de la ilusión en el pasado, demuestra un patrón de desilusión en la encarnación presente. El instinto dramático está pronunciado; de hecho, tan pronunciado, que a veces la persona vive en su sueño de "cosas como pudieran ser" en vez de comprenderlas como son. En una persona artística, particularmente aquellas artes regidas por Neptuno, la música y el drama, éste es un aspecto muy inspirador; pero es inspiración sin dominio. El nativo cuando es estimulado puede "sintonizarse" sin ningún esfuerzo con influencias sutiles y convertirse, él mismo en instrumento. Sin embargo, el precio pagado por exceso de esta "sintonización" es el agotamiento físico, psíquico y nervioso, pérdida de poder, vitalidad y salud generalmente. Las personas representadas por Neptuno en este patrón, en sus fases negativas, son aquellas que pueden conducirlo a hábitos debilitantes y de ese modo, disipar su retención de propósito.
Cuando el horóscopo es principalmente pasivo en cualidad con escasa fuente de estímulo "impulso", este aspecto, si está poderosamente marcado, puede indicar un individuo que se pasa la vida soñando sin ningún propósito de realización. Tarde o temprano, él deberá darse las manos con la realidad y unir sus esfuerzos hasta cierto punto, con los canales del vivir constructivo. Cuando sus sueños se hagan añicos y su torre de marfil se desplome, cuando aquellos que él amó y admiró se conviertan en la fuente máxima de sufrimiento, entonces él debe afrontar estas experiencias con una aplicación constructiva de Neptuno, fe, conocimiento espiritual, amor puro y sobre todo, aprender de sus decepcionadores. Ellos sólo reflejaron aquello que ha sido falso en él en el pasado. Este aspecto indica una armonización con fuerzas más elevadas, o por lo menos, fuerzas ocultas, que en expresión negativa le trae al nativo experiencias con el rayo astral inferior. Para reconstruir su patrón él debe purificar y limpiar sus "imágenes internas" por medio de inspiraciones y sueños a la realidad por alguna forma de trabajo o hacia la realización de propósitos autodirigidos de lograr ideales verdaderamente elevados.
Sol – Luna: Poder – Sentimiento. Tal aspecto indica una mente subconsciente muy impresionable y "cuadros" de sentimientos negativos tomados en la niñez que pueden oscurecer la conciencia de sí mismo y traer confusión por el resto de su vida. El estudio del horóscopo de un niño semejante le revelará a los padres las rutas que él querrá seguir, pero si en su excesiva incumbencia por cada instante de su vida ellos lo impresionan con sus preocupaciones, miedos y ansiedades, le ocasionarán un grave daño, el de empañar su subconsciente con los propios estados negativos de ellos asegurando la incapacidad de "labrar su propio camino" a medida que crece. Un niño con este aspecto debe ser guiado constructivamente, para que haga sus propias decisiones y nunca forzadas contra su voluntad. Esto se aplica, por supuesto, a cosas relativamente sin importancia.
Naturalmente un niño no puede desenfrenarse, pero esas pequeñas cosas que son de interés personal para él no deben tocarse por las otras para que él pueda crear, hasta cierto punto, la propia conciencia de su pequeño mundo. Se ha encontrado que el impacto de cierta influencia en la niñez sobre el subconsciente del niño, ha resultado en un conflicto interno que ha conducido a discordia y fracaso en la vida adulta. Cuando un niño aprende a conocer su propio poder sin influencias indebidas o negativas sobre su subconsciente, estará mucho más capacitado para prever, planear, crear y realizar sus propósitos. Dicho y hecho todo, el Sol ciertamente representa el florecimiento de la personalidad y la habilidad y la conciencia del yo como creador del bien, puede ser estimulada mejor, desde el principio. Si un adulto con el Sol cuadrado o en oposición a la Luna, consulta para la solución de una tendencia desintegradora en su vida, haga lo que se puede hacer para instigarlo a psicoanalizar en alguna forma y traer a la superficie de su mente consciente las compulsiones que pueden haber sido impresas en él cuando era niño. El debe echarlas para arriba y hacia afuera para limpiar sus canales hacia una expresión de vida más constructiva.
El Sol es el centro de nuestro sistema solar, y todos los planetas se mueven en órbitas elípticas alrededor de esta estrella fija que parece pasar cada día delante de la Tierra de Este a Oeste. A una distancia de aproximadamente 150 millones de kilómetros, el Sol parece a nuestros ojos como un pequeño disco brillante en el firmamento, pero en realidad es enorme, ya que tiene un diámetro de 1.39 millones de kilómetros y así es casi 700 veces más grande que todos los planetas juntos.
Naturalmente, el Sol fue el principal cuerpo celeste observado por el hombre y, por lo tanto, ocupa un lugar importantísimo en todas las mitologías. El dios griego Apolo era la personificación del Sol y fue adorado como la fuente de la fuerza vital, iluminación y curación.
En la astrología el emplazamiento del Sol revela la cualidad básica de nuestra conciencia. Es el factor central de nuestra personalidad, del mismo modo como el Sol es el centro de nuestra galaxia. Por esa razón, nos identificamos tanto con el signo solar. Si nuestro Sol está en Piscis, nos considera-mos Piscis. Si está en Aries, pensamos que somos Aries. No cabe duda que el Sol es muy importante para el análisis astrológico, pero no debemos olvidar que es un solo factor entre muchos.
Un Sol bien emplazado y aspectado otorga a su nativo alegría, confianza y buena salud. Tiene una afinidad natural con el signo Leo, el cual comparte muchos atributos con el Sol.
El elemento del signo solar colorea de forma decisiva nuestra psique, porque revela la cualidad básica de nuestra conciencia y muestra lo que nos inspira y motiva. También revela lo que es «real» para nosotros y qué tipo de actividades y experiencias nos proporcionan energía y fuerza.
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