Este trastorno no es lo mismo que los altibajos que
experimentan todas las personas
Por LA PRENSA GRÁFICA/GDA
08 DE MAYO DE 2017 07:59 AM | ACTUALIZADO EL 08 DE MAYO DE
2017 10:05 AM
En la actualidad se habla del trastorno bipolar con mayor
frecuencia.
En diferentes ámbitos se está creando una tendencia excesiva
del termino bipolar, incluso llegando creer que es una “moda”, una “actitud”,
perdiendo de vista que se trata de una alteración de la salud
mental en la que hay cambios extremos en el estado de ánimo de varias
intensidades que pueden llevar hasta la hospitalización, por lo tanto es un
tema que no puede tomarse tan a la ligera.
Las personas que sufren del trastorno bipolar experimentan
cambios de ánimo inusuales.
A veces se sienten muy felices y “animados” y mucho más
activos que de costumbre.
Este estado puede ir desde la hipomanía a la manía. Y a
veces los que sufren del trastorno bipolar se sienten muy tristes y
“deprimidos” y son mucho menos activos. Esto se llama depresión. Estos cambios
de ánimo alteran y el comportamiento normal.
El trastorno bipolar no es lo mismo que los altibajos que
experimentan todas las personas. Los síntomas bipolares son más potentes.
Pueden dañar las relaciones entre personas y hacer que sea más difícil ir a la
escuela o conservar un empleo. También pueden ser peligrosos.
Algunas personas que sufren del trastorno bipolar intentan
hacerse daño o suicidarse. Los que sufren del trastorno bipolar pueden obtener
tratamiento. Con ayuda pueden mejorar y llevar vidas exitosas.
Hipomania:
• Un período diferenciado en el que el estado de ánimo es
persistentemente elevado, expansivo o irritable durante, al menos, cuatro días
y que es claramente diferente del estado de ánimo habitual.
• Autoestima exagerada o grandiosidad
• Disminución de la necesidad de dormir (por ejemplo, se
siente descansado tras sólo tres horas de sueño)
• Más hablador de lo habitual
• Experiencia subjetiva de que el pensamiento está acelerado
• Distraibilidad (por ejemplo, la atención se desvía
demasiado fácilmente hacia estímulos externos banales o irrelevantes)
• Aumento de la actividad intencionada (ya sea socialmente,
en el trabajo o los estudios o sexualmente) o agitación psicomotora
• Implicación excesiva en actividades placenteras que tienen
un alto potencial para producir consecuencias graves (por ejemplo, enzarzarse
en compras irrefrenables, indiscreciones sexuales o inversiones económicas
alocadas).
Mania:
• Excitación, exaltación, sentidas como presiones internas.
• Humor elevado: clásicamente eufórico, aunque también
destacan irritabilidad, mayor reactividad y tendencia a ponerse fácilmente
colérico.
• Actividad sin reposo, agitación improductiva. Se empiezan
varias cosas que no son acabadas.
• Disminución del pudor, pérdida de inhibición, pudiendo
llegar a actitudes de seducción y contactos sexuales excesivos, teniendo en
cuenta que la persona en estado normal no habría deseado tener ese tipo de
comportamiento.
• Aceleración del pensamiento: nuevos y numerosos
pensamientos pasan por la mente de la persona sin que ésta pueda detenerlos.
• Dificultad para concentrarse, fácil distracción.
• Trastornos del curso del pensamiento (digresiones
múltiples), pérdida del hilo de la conversación.
• Fuga de ideas: dificultad para seguir el discurso de una
persona que sufre de manía, ésta suele olvidar el tema inicial.
• Logorrea: habla abundante, acelerada e imparable, siendo
esto el reflejo de la aceleración del pensamiento.
• Excesiva confianza en sí mismo.
• Disminución de la necesidad de dormir sin que la persona
sienta la fatiga asociada a esa falta de reposo. Esta falta de sueño es a
menudo uno de los primeros signos de un episodio maníaco.
• Sentimiento altruista: ganas de ayudar a los demás de
forma excesiva y desorganizada.
• Hipersensibilidad afectiva y sensorial.
• Labilidad emocional: pasar de la risa a las lágrimas con
mucha facilidad.
• Negligencias en la alimentación o en la higiene.
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