viernes, 18 de septiembre de 2015

Si un matrimonio se hizo como debe ser nadie puede anularlo. El tribunal eclesiástico define si un matrimonio fue nulo desde el inicio

El Papa: la alianza hombre - mujer ha sido querida por Dios desde la creación
En la audiencia general el Santo Padre concluye el ciclo de catequesis sobre la familia. Pide oraciones por su próximo viaje a Cuba y Estados Unidos 

Por Rocío Lancho García
Ciudad del Vaticano, 16 de septiembre de 2015 (ZENIT.org)
El Santo Padre ha compartido, una semana más, la mañana del miércoles con los fieles reunidos en la plaza de San Pedro. Allí se han convocado miles de personas venidas de todas las partes del mundo para escuchar y saludar al Pontífice. Por ello, el Francisco ha recorrido los pasillos de la plaza con el papamóvil para acercarse y bendecir a los peregrinos.
Esta semana, el Papa ha concluido con las catequesis sobre la familia,y en esta ocasión ha reflexionado sobre los pueblos y el papel de la familia en la sociedad. En el resumen hecho en español ha indicado que “en medio de una civilización marcada fuertemente por una sociedad administrada por la tecnología económica, donde la subordinación de la ética a la lógica del beneficio goza de un grande apoyo mediático, se hace cada vez más necesaria una nueva alianza entre el hombre y la mujer, que libre a los pueblos de la colonización del dinero y que oriente la política, la economía y la convivencia civil, para que la tierra sea verdaderamente un lugar habitable, donde se transmita la vida, y se perpetúe el nexo entre la memoria y la esperanza”.
"La fe -- ha asegurado-- nos dice que esta alianza entre el hombre y la mujer ha sido querida por Dios desde la creación, no sólo para velar por los intereses íntimos de la familia: a ellos les ha confiado el mundo y el proyecto de domesticarlo; por lo tanto, lo que ocurre entre el hombre y la mujer repercute en todo lo creado, como vemos en el relato del pecado original".
Asimismo, ha precisado que “Dios no nos abandona, su misericordiosa protección no mengua, como muestra la especial bendición que Dios da a la mujer para defender a su criatura del maligno”. Esta ternura de Dios --ha finalizado-- la vemos sobre todo encarnada en Jesucristo, nacido de una mujer, que murió por nosotros, aun siendo nosotros pecadores.
A continuación ha saludado a los peregrinos de lengua española. “Pidamos a Dios que avive nuestra fe en la promesa que hizo al hombre y a la mujer, y tomando conciencia de la importancia de esta alianza, que todas las familias de la tierra se sientan bendecidas por Dios y protegidas por su ternura y amor”, ha señalado Francisco.  
Al finalizar los saludos en las distintas lenguas, el Papa ha dedicado unas palabras especiales para los jóvenes, los enfermos y los recién casados. Así, ha recordado que este martes se celebró la liturgia de la beata Virgen Dolorosa. De este modo, ha pedido a los jóvenes que invoquen a la Madre de Dios, “para sentir la dulzura de su amor materno”. A los enfermos les ha invitado a que recen a María “en los momentos de la cruz y del sufrimiento”. Y finalmente, a los recién casados les ha exhortado a que miren a la Virgen como “al modelo de vuestro camino conyugal de dedicación y fidelidad”.
Al concluir la audiencia general, el Santo Padre ha recordado su viaje apostólico a Cuba y Estados Unidos que comienza este sábado, una misión a la que va “con gran esperanza”. Tal y como ha explicado Francisco, el motivo principal del viaje es el VIII Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar en Filadelfia.
También acudirá, ha señalado, a la sede central de la ONU en el 70ª aniversario de tal institución. Por eso, el Pontífice ha indicado que desde ahora “saludo con afecto al pueblo cubano y al estadounidense, que, guiados por sus Pastores, se han preparado espiritualmente”.
Del mismo modo, ha pedido a todos que le acompañen con la oración, “invocando la luz y la fuerza del Espíritu Santo y la intercesión de María Santísima, Patrona de Cuba como la Virgen de la Caridad del Cobre y Patrona de Estados Unidos de América como la Inmaculada Concepción”.
Al finalizar, ha recordado también que este sábado, en San Miniato, será proclamado beato Pío Alberto del Corona, obispo de esa diócesis y fundador de las Hermanas Dominicas del Espíritu Santo. “Él fue celante guía y sabio maestro del pueblo que se le encomendó. Su ejemplo y su intercesión ayuden a la Iglesia a caminar en el espíritu del Evangelio, llevando frutos de buenas obras”, ha indicado el Papa.

Un matrimonio no se anula
Si un matrimonio se hizo como debe ser nadie puede anularlo. El tribunal eclesiástico define si un matrimonio fue nulo desde el inicio
Por Mons. Felipe Arizmendi Esquivel
San Cristóbal de las Casas, 16 de septiembre de 2015 (ZENIT.org)
VER
Muchas personas han malinterpretado la decisión del Papa Francisco de agilizar los procesos para declarar si un matrimonio fue nulo desde su celebración. En los medios informativos, se dijo que facilitaba la anulación de los matrimonios, lo cual no es verdad. Si un matrimonio se hizo como debe ser, el Papa no puede anularlo. Lo que dispuso ahora, respondiendo a las inquietudes que obispos de todo el mundo le presentaron el año pasado en el Sínodo Extraordinario sobre la Familia, es sólo dar más facilidades para que no sean tan largos y engorrosos los procesos que un tribunal eclesiástico realiza para definir si un matrimonio fue nulo desde el inicio.
No es lo mismo anular un matrimonio, que declarar que fue nulo desde su celebración; es decir, que desde el principio no hubo verdadero matrimonio. Hasta ahora, estos procesos son complicados, pues la Iglesia es muy respetuosa de la naturaleza indisoluble del verdadero matrimonio; pero esto hace sufrir a quienes celebraron su boda con irregularidades graves, y no lo pueden demostrar. Quisieran recibir la comunión sacramental, y no lo pueden hacer.
Como se interpretó mal la disposición del Papa, ya muchos casados por la Iglesia, que se separaron y ahora viven con otra persona, se están acercando a la comunión, porque se sienten ya perdonados; dicen que el Papa ya les abrió el camino a la comunión sacramental. No han entendido las cosas y las interpretan a su conveniencia.
PENSAR
Jesucristo fue muy claro: “Lo que Dios ha unido, no lo puede separar el hombre” (Mt 19,6). Ni el Papa puede anular lo que Dios ha unido, como siempre ha enseñado la Iglesia. En su decreto, el Papa varias veces recuerda el carácter indisoluble del matrimonio. Habrían de leerlo bien. El Papa no puede cambiar lo que Dios ha establecido. Lo que hace el Papa es facilitar los caminos para que los tribunales eclesiásticos, y en particular los obispos, podamos resolver con más prontitud los casos en que se pueda demostrar que no hubo verdadero matrimonio desde su celebración religiosa.
¿Qué es lo que hace nulo un matrimonio; es decir, que aunque se hubieran casado con todos los ritos, incluso ante un obispo, no hubo verdadero matrimonio?
Esto son algunos ejemplos: Si se casan a la fuerza, con amenazas, sin suficiente libertad. Si no son conscientes de que el matrimonio es para siempre y con apertura a generar y educar hijos. Si son inmaduros psicológicamente, lo cual no es fácil de comprobar, pues la madurez psicológica no se alcanza automáticamente con la edad. Si uno ya estaba casado por la Iglesia anteriormente y engañó diciendo que no lo estaba. Si uno es homosexual, pues no puede llevar una vida heterosexual. Si uno es impotente y no puede tener relaciones sexuales. Si no se consuma el matrimonio con la relación sexual. Si se excluyen los hijos; es decir, se casan, pero deciden no tener familia. La esterilidad no es impedimento. Si hay un engaño grave, como ocultar que se tienen hijos con otra persona, o que está casado por lo civil. Si uno de los dos no está bautizado y no ha obtenido el permiso del obispo para un matrimonio con disparidad de cultos. Si el sacerdote que les celebra no tiene facultades para ello, si está suspendido, si está fuera de su territorio, o es falso sacerdote. Hay otros casos, pero estos son los más comunes.
Si después de casarse por la Iglesia, hubo problemas en la pareja, como violencia, embriaguez, infidelidades, no se entendieron y se separaron, eso no anula el matrimonio. Si ya tienen tiempo separados y uno de ellos ya vive con otra persona, eso tampoco lo anula. Si el matrimonio estuvo bien celebrado, nadie, ni el Papa, lo puede anular.
Si alguien tiene dudas sobre la validez de su matrimonio, que acuda al tribunal eclesiástico que hay en todas las diócesis, con el encargo de estudiar si hubo alguno de estos impedimentos.
ACTUAR
Respetemos la indisolubilidad del matrimonio. Si alguien se separó de su legítima esposa y vive con otra, no puede acercarse a confesar y comulgar, pues sería una contradicción, ya que no está en comunión con Cristo. Pero no están excomulgados de la Iglesia; pueden ir a Misa, hacer oración, leer la Biblia, bautizar a sus hijos, participar en grupos y retiros, ser apóstoles de Jesús.

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