La identidad se pierde en una sociedad prefabricada

Antonio Delli y Ana Melo encarnan en el montaje al señor Lette y su esposa | FOTO WILLIAMS MARRERO
El feo, dirigida por Juan José Martín, hace una crítica a los cánones de belleza que determinan el éxito
Enajenado por un “catastrófico” descubrimiento, el señor Lette decide operarse el rostro. No sabe si se reconocerá después, si su esencia se perderá tras el implante. Pero esa renuncia inducida ya está acordada. Y a su esposa no le importa, ella no ha querido mirarlo nunca.
Valiéndose de la comedia negra, y con diálogos que se hacen vertiginosos a medida que la historia se adentra en los grotescos personajes, se estrenó el fin de semana El feo. La pieza es una crítica a esa sociedad en la que la belleza prefabricada determina el éxito. La individualidad ya no existe, y los valores han pasado por debajo de la mesa.
Escrita por el dramaturgo y profesor alemán Marius von Mayenburg, la obra es dirigida por Juan José Martín y producida por Teatro de la Noche. Una interesante puesta en escena se presenta minimalista al espectador; mientras de fondo suena una versión del tema de Marilyn Manson “The Beautiful People”.
Está protagonizada por cuatro actores –Antonio Delli, Ana Melo, Adolfo Nittoli y Javier Figuera–, quienes encarnan ocho personajes. Pero no hay cambio de escenografía, de vestuario ni de maquillaje, solo rápidas transiciones; requerimiento del mismo autor. Lo que implicó un trabajo de exigencia a los involucrados, expresa el director.
“Mayenburg quiere hablar de las convenciones sociales a través de la sátira. Y encuentra que el medio para hacerlo es jugar con las convenciones teatrales. Si uno en escena dice que un actor es feo, basta con eso para que el público lo imagine. La sociedad inventa categorías y formas que son arbitrarias; que provienen del lenguaje. Es una doble línea de juego”, dice Martín, que ya había realizado una lectura dramatizada de otra pieza del autor alemán, Parásitos.
¿Quién es el hombre? El feo se estrenó a comienzos del año 2007 en el Teatro Schaubühne de Berlín. Cuenta la historia de un ingeniero de sistemas eléctricos de seguridad a quien nunca le habían dicho que es terriblemente feo. Se lo hace saber su jefe, que se niega a enviarlo a una convención en la que promocionaría su más reciente invento: un conector de corriente fuerte. Porque, a pesar de que es una buena persona, con ese rostro no puede vender nada.
Al preguntarle a su esposa, la señora Lette, ella le confirma su realidad. Decide hacerse una intervención quirúrgica correctiva, que lo transforma en un personaje irresistiblemente atractivo. Enloquece a su mujer, su jefe lo utiliza para seducir a posibles accionistas y su cirujano comienza a comercializarlo como “el rostro ideal”. Él, narciso, se relaciona solamente con su reflejo; en la calle pasean otros tantos con su marca de fábrica.
Sobre este conflicto de valores expresa Martín: “Nuestro país está obsesionado con la belleza y hay una especie de imagen de superioridad respecto a ese valor. Presumir de eso es peligroso, es nocivo; sirve para hacer miserable a la gente desde el punto de vista no solo físico, sino también moral. Y una vez que uno entra en el juego de las presiones sociales termina perdiéndose: ¿uno es lo que aparenta o lo que piensa?”.
El feoEspacio Plural, Trasnocho Cultural, Las Mercedes
Funciones: viernes, 5:00 pm; sábado y domingo, 4:00 pm
Entrada: 350 bolívares
Funciones: viernes, 5:00 pm; sábado y domingo, 4:00 pm
Entrada: 350 bolívares
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