domingo, 12 de julio de 2015

Dejarse arrastrar por la agresividad y la volatilidad ante una situación adversa no suele derivar en buenos resultados. Una psicóloga explica cómo aprender a manejar la ira

Salud: Furia desactivada

Tomar distancia para evaluarse e identificar qué es lo que no está funcionando es clave | Foto: Mauricio Villahermosa
Tomar distancia para evaluarse e identificar qué es lo que no está funcionando es clave | Foto: Mauricio Villahermosa
Dejarse arrastrar por la agresividad y la volatilidad ante una situación adversa no suele derivar en buenos resultados. Una psicóloga explica cómo aprender a manejar la ira

Hay momentos incendiarios en los que se cometen errores graves. La furia no es conocida por ser muy buena consejera. ¿Cómo aprender a atajarse a tiempo antes de empeorar una situación? Cristal Palacios, psicóloga y directora de Psiquearte, explica que el manejo adecuado de la ira, al igual que el del resto de las emociones, es una habilidad que se entrena. "Cuando ya estamos muy alterados y no hemos preparado de antemano cómo nos gustaría reaccionar, es más difícil controlarse". Así como se contemplan medidas de prevención con respecto a desastres repentinos como terremotos o incendios, en este aspecto también conviene estar preparado.
Tomar distancia para evaluarse e identificar qué es lo que no está funcionando es clave. "Lo más recomendable es estudiarnos a nosotros mismos en un estado de calma para identificar cuáles son las cosas que nos detonan, cuál suele ser nuestra reacción típica en esos casos y cuál pudiera ser otro tipo de respuesta asertiva sin caer en conductas precipitadas. Parte del proceso es plantearse un esfuerzo consciente sobre cómo responder de otra manera", indica la especialista. "Es como esos equipos de fútbol que, cuando se presenta la ocasión, ya tienen su jugada planificada desde hace tiempo, con práctica y disciplina".
Ante un momento de alta tensión, cabe preguntarse qué se gana y qué se pierde al engancharse, pues la relativa satisfacción de ceder a un impulso agresivo suele ser efímera y a veces solo deriva en la escalada de más violencia. "Por eso tomar conciencia de nosotros mismos es tan importante. A veces nos convertimos en esa emoción y se nos olvida que en realidad no somos la emoción. No siempre es fácil reconocer esa diferencia en el momento, pero cada episodio puede ser un escalón más en el aprendizaje para no ponernos en riesgo y no agotarnos emocionalmente".

Si ningún esfuerzo parece surtir efecto o si las reacciones son siempre desproporcionadas, es ideal buscar ayuda psicológica para aprender nuevas estrategias.
Cómo ayudar a otros
"Lo primero que hay que preguntarse es cómo se siente uno mismo –calmado, nervioso, irritable– ante el estado de esa persona furiosa e identificar si de verdad estamos en posición de ayudar o no a bajar esa intensidad", explica la psicóloga Cristal Palacios. "¿Efectivamente voy a poder intervenir o me da miedo que me agredan? A veces toca dar tres pasos atrás y esperar. Sobre todo cuando se trata de un ser querido, en nuestro afán de protegerlo o calmarlo, nos cuesta un poco más medir ese riesgo, pero tenemos que asegurarnos primero de que no nos van a hacer daño".
Según la experta, es preferible no llevarle la contraria, sino traducir en palabras lo que ese individuo está sintiendo y reconocerle ese malestar para poder abordarlo. "Uno puede decir: 'entiendo que estés furioso', y poco a poco ayudarle a expresar cómo se siente o pedirle que se tome al menos un minuto para respirar y considerar opciones y consecuencias. Lo que se busca es que esa persona tome conciencia de cómo se siente y pueda canalizar su ira a través de las palabras en lugar de actos impulsivos".
Qué evitar
Palacios añade que una de las peores cosas que se le pueden decir de entrada a un individuo alterado es 'pero cálmate'. "Es una expresión que indica que estamos negando o invalidando su emoción y su conducta. Debemos tener presente que si esa persona está tan molesta es por algo, independientemente de que nosotros no entendamos o no estemos de acuerdo con el grado de su furia o con el motivo que la causó".

No hay comentarios:

Publicar un comentario