Still Alice: Una mujer que lucha en contra del olvido

La película se estrena el viernes en la cartelera nacional | Foto Cortesía
Julianne Moore ganó el Oscar como Mejor Actriz por esta interpretación, que muestra el lado triste y amargo de una enfermedad como el mal de Alzheimer
Las expresiones de su rostro sirven de indicador de un estado de angustia en ascenso. La cámara es irritante. Decide fijarse sin piedad sobre esa mirada extraviada, perdida en el espacio y el tiempo. El terrible retrato de la ausencia irreversible del alzheimer, enfermedad que sostiene el argumento de la película Still Alice, que se estrena en Venezuela el viernes.
El largometraje es una adaptación de la novela de Lisa Genova sobre la demencia senil precoz de una mujer de 50 años de edad.
Los directores Richard Glatzer y Wash Westmoreland decidieron enfocarse en el deterioro progresivo que sufre la protagonista, que conmueve al espectador por su carga dramática. El gran mérito cinematográfico de la cinta de hecho está en la interpretación de Julianne Moore, sumergida notablemente en la piel de la doctora Alice Howland, madre abnegada de tres hijos, esposa ejemplar, que recibe la peor noticia de su vida al ser diagnosticada de alzheimer. Una línea narrativa que se hace más amarga cuando se adentra en el perfil académico de esta mujer: es terapeuta del lenguaje.
Todo comienza cuando olvida una palabra importante en una conferencia. Luego se extravía en la ciudad. Su terror se incrementa cuando una línea de orine le corre por la pierna al olvidar donde está la puerta del baño.
La actriz fue premiada recientemente con el Oscar, el Globo de Oro y el SAG por este papel. Un merecido reconocimiento a su larga carrera.
La fuerza de Moore en pantalla se ve reforzada por el elenco que la rodea. Alice está casada con John (Alec Baldwin), un biólogo que decide enfrentar de la manera más humana posible una enfermedad que atenta contra sus recuerdos como pareja. El panorama es mucho peor cuando se enteran de la carga hereditaria que puede tener este caso, que podría afectar a sus tres hijos. Kate Bosworth y Hunter Parrish interpretan a los dos mayores, que han cumplido con las expectativas de sus padres al convertirse en abogado y médico. De aquí parte el otro elemento dramático de la cinta, cuando entra Kristen Stewart a escena, la hija menor que vive en Los Ángeles que intenta llevar una carrera como actriz, sin ningún éxito. Su papel es uno de los más afortunados.
La protagonista de Still Alice ha insistido en la importancia que tiene llevar este tipo de historias a la gran pantalla. “No hace mucho se publicó un artículo que decía que una de cada 6 mujeres de 60 años de edad tiene posibilidades de desarrollar Alzheimer, la misma proporción que existe con el cáncer de pecho. Estamos hablando de una enfermedad que está ganando terreno. Lo aterrador es que una vez que eres diagnosticado hay muy poco que hacer para alterar su evolución. Es una enfermedad desconocida y hace falta dinero, tiempo, investigación. Con más apoyo podría descubrirse pronto algo que realmente funcione”, declaró Moore recientemente.
El caso planteado en la película, sin embargo, es uno de los más raros que existe. Claire Walton, directora de la unidad de investigación de la Sociedad de Alzheimer del Reino Unido, explicó a BBC Mundo que menos de 1% de las víctimas de Alzheimer son consecuencia de episodios prematuros y todos ellos tienen una causa genética.
En Still Alice se plantean las preocupaciones que arrastra la enfermedad a ese círculo cercano que ve el notable deterioro de la madre. Pero la vida sigue su curso, y cada uno de los miembros de la familia intenta retomar su destino ante un escenario contra el cual no pueden luchar.
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