
LA MUJER RADIANTE.
Como mujer, habitando un cuerpo femenino, hay temas arquetípicos que se resuelven y liberan mucho más rápido estando en compañía de otras mujeres.
Esto está científicamente comprobado, e históricamente celebrado. En las tribus, las mujeres se han reunido en Círculo y con esto han resuelto, en sinergia, toda clase de temas individuales y colectivos.
Fuimos criadas en un paradigma de dominio, que nos llevó a fuertes luchas con nuestro propio hogar, el cuerpo-templo vibrante, sin el cual, nada de lo que percibes y vives sería posible. Estar peleadas con el cuerpo, nos llevó a estar separadas de nosotras mismas. La espiritualidad, en la mujer, es Sentida.
También se nos enseñó a procurar ser “perfectas”, en primer lugar en la imagen corporal, pero luego, a medida que crecimos, a ser perfectas en nuestra capacidad de dar. Esto condujo a que olvidáramos darnos poder a nosotras mismas.
La adolescente despierta con fuerza a su vida sexual, y tiene todo el poder de la Doncella, generadora de movimiento y vida.
La mujer madura, ya girando en los ciclos menstruales, ha de tomar consciencia de que su premenstrual, no es sólo de ella, es un movimiento purificador de su vientre, que asume como propios los movimientos emocionales que su entorno no ha podido procesar.
La mujer atravesando la menopausia, ha destilado la sabiduría de todos sus ciclos, y cuenta con enormes posibilidades creativas, tanto para ella, como para el Planeta.
Como mujeres, a medida que fuimos madurando, la consciencia de todo lo que vive, creció con nosotras. Muchas encontramos que no era posible compartir esta sensibilidad con nuestros padres o con nuestra pareja, y tuvimos que elegir seguir camino a solas, muchas, muchas veces, haciéndonos cargo a solas de nuestros hijos.
Ahora hay una energía Unificadora en el Planeta, que nos lleva a replantearnos que el crecer en compañía es posible.
Se nos dijo que era necesario tener una profesión, un título, para poder prosperar en la vida, y nos aplicamos a conseguirlo, o nos sentimos frustradas por no alcanzarlo.
La felicidad no depende de títulos, ni siquiera depende del éxito grande o pequeño que hayamos alcanzado. La felicidad es algo que se crea desde dentro, y atrae, naturalmente eventos propicios que sobrepasan todo lo imaginado.
Se nos dijo que la menopausia era el tiempo de pasar a ser “invisibles”. Sin embargo, muchas nos sentimos cada vez más vibrantes, y por dentro nos sentimos como rosas, con silenciosas ganas de compartirnos, con algo diferente, mucho más seguras del elixir de sabiduría que estamos destilando.
Algo empuja desde dentro para que podamos expresar lo más auténtico, lo que realmente cada una de nosotras es.
Y cuando esto pide ser visto y expresarse, el paradigma dominante dice que no, mejor dedicarnos a no estar gordas, tomar activia, y tener un vientre plano. Cuando acallamos este deseo de ser, de crear algo, por miedo a ser diferentes, a separarnos de nuestros afectos, o a perder algo, podemos enfermar, tanto del cuerpo, como del alma, y no hay activia que nos pueda salvar.
La tiroides se detiene cuando no hacemos lo que el propósito más profundo quiere. La tiroides está en el chacra del la voluntad superior, el lugar de la expresión del propósito más profundo. En planos más profundos, nos hemos comprometido a realizarnos y ser felices, si lo olvidamos, el cuerpo comienza a gritar, se cansa, y se detiene.
El propósito de los talleres con Maria Gabriela González es POTENCIAR. Para esto, primero limpiamos el camino, con una desprogramación de los bloqueos ancestrales que nos impiden SER NOSOTRAS MISMAS.
Y luego, damos potencia a lo que queremos crear. Cada taller va reforzando este proceso.
La creación en cuerpo femenino, tiene unas características particulares. Se trata de hacernos conscientes de que, por ser mujeres, somos magnéticas por naturaleza.
Y, también, de hacernos conscientes de que, para crear el paraíso que cada una sueña, y dejar de recrear el pasado, repitiendo el dolor y las heridas, hemos de subir en frecuencia.
Esto implica, vibrar diferente, resonar en una determinada banda energética, que es la banda generada por el corazón físico, mucho más poderosa que la del cerebro.
Primero alcanzar la frecuencia del Amor, perfectamente medible y científicamente comprobable. Del Amor para arriba, si consigues mantener esa frecuencia, generada por el corazón físico, todo comienza a venir a ti en sus formas más armoniosas, se abren caminos inesperados en todos los aspectos prácticos de tu vida. Mejora tu salud, tu economía, tu creatividad, tus relaciones, todo se amansa y florece bajo ese magnetismo del Amor que tú Eres.
El corazón físico genera un campo de frecuencia, que tiene la forma de un doble donut. En los Círculos, tomamos consciencia y activamos esta forma.
Las partículas que vienen a materializar lo que estamos proyectando, son inevitablemente atraídas hacia nuestro mundo por este campo del corazón.
Esta activación del corazón, ha de ser acompañada por una conexión con el vientre, que es el centro creativo femenino por excelencia. Y estos dos centros han de estar conectados con el cerebro. “CORAZÓN DESPIERTO, MENTE CLARA Y VIENTRE FUERTE “
En cada taller, vamos aprendiendo a activar este circuito femenino de creación.
La activación de estos centros, en una determinada secuencia y cualidad, conduce a la expresión de la Mujer Radiante, o Mujer Solar.
Una mujer que, aunque no diga palabra alguna, irradia esta fuerza transformadora del Amor donde quiera que esté, y a todas horas del día, en la fila del banco, en la panadería, junto a su pareja.
Ella se crea a si misma, como un Grial Consciente. Un recipiente sólido y despierto, vivo, sensual e inspirador de vida, no importa su edad, ni su forma corporal.
La Esencia Femenina es, ante todo RECEPTIVIDAD. Creamos nuestro mundo mediante nuestra receptividad. En primer lugar, nos recibimos a nosotras mismas, en el abrazo de nuestra luz, honrando y activando nuestros poderes. Abrazando nuestra sombra, nuestros enfados ancestrales, nuestra rabia por todas las veces que nos dijimos “no puedo”.
La receptividad implica SILENCIO, toma de contacto con la inspiración de la Fuente que vive dentro.
Receptividad es también un abrazo, un sereno ACUERDO con todo lo que vivimos, que, al fin y al cabo, ha sido creado por nosotros, individual o colectivamente. ACORDAR con todo lo que vivimos, muestra que hemos salido del espacio de la víctima, y que acogemos tanto lo que hay dentro, como lo que se presenta en el cotidiano. Decirle que SI a todo nuestro mundo, reconocerlo como un hijito nuestro, para luego dar paso a la transformación.
El desafío de hoy, es el paso imprescindible para el poder de mañana, si no fuera así, no lo tendríamos en nuestra realidad.
Los temas que se tratan en las clases, tienen que ver con LAS COSAS DE CADA DÍA, tratadas desde una perspectiva energética, y se despejan con técnicas de psicología energética largamente experimentadas en Barcelona, y actualmente reforzadas con estudios en USA, Europa y Canadá. Estos sistemas, que sigo estudiando y practicando con placer para mi propio despliegue, se unen a una experiencia terapéutica acuñada a lo largo de mis últimos veinticinco años de vida como profesional.
Si hay temas que puede interesarte trabajar, basta con que me escribas, y pueden incluirse en alguno de los talleres siguientes.
….¿Cómo sería tu vida si dijeras SÍ, a todo lo que sueñas, y confiaras plenamente en el poder interno que te guía hacia ello?...
En servicio a tu Ser Real.
Josefina
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