El médico y ocultista alemán, Arnold Krumm Heller, publicó en la década de los años 30 en Berlin, Alemania, una revista (Rosa Cruz) en la cual divulgó parte de su inmenso saber y conocimientos, entre otros temas, de astrología, de la cual era un profundo conocedor en su parte esotérica.
Nos complace ofrecer a los lectores de ASTROLOGÍA, CULTURA Y ESPIRITUALIDAD algunos extractos de suma importancia y utilidad, tomados de artículos aparecidos en la revista. En esta ocasión sobre astrología esotérica, los tatwas, los mantrams y la relación entre planetas y glándulas endocrinas.
Per-sona-re ― producir sonidos edificantes, constructores, creadores. Ahí está el secreto de la vocalización. Así como hay fuerzas atómicas, inter e intra-atómicas, las hay también inter e intra-celulares que se traducen en dos polos opuestos. Las hay evolutivas e involutivas. Las hay que construyen y las hay que destruyen. Nuestro cuerpo vital es el que constantemente edifica nuestro organismo y el astral lo destruye para dar lugar al vital a que ponga nuevo material constructivo.
El secreto de la salud consiste, en mantener el justo equilibrio entre estas dos fuerzas encontradas, la síntesis entre ellas.Con esto tenemos toda una patología nueva y de consiguiente, una terapéutica soberbia.Si se excede en su actividad la fuerza vital y deja mover y trabajar al astral en su actividad demoliente, resultan enfermedades febriles y, si al contrario, se destruye más de lo que se edifica, vienen enflaquecimientos y debilidades.
La parte constructiva se resume en procesos albuminicantes. La albúmina, es el gran agente que da la materia prima, digámoslo así, porque realmente es secundaria desde el punto de vista esotérico y la parte formante podríamos llamarla antimonizante.
Ahora bien. Estas últimas, las recibimos del Cosmos, nos vienen de los astros y cada astro vibra en un sonido dado que le es peculiar. El Sol vibra en A U, Venus en la A, Mercurio en la I, la Luna en la A I, Marte en E, Júpiter en la E, y Saturno en la U.En las consonantes corresponde la W y V a Aries, R y RR a Taurus, la H a Géminis, la F a Cáncer, la G a Sagitario, la L y LL a Capricornio, la M a Acuario, la N y Ñ a Piscis, la T a Leo, la B a Virgo, la C a Libra y la Z a Escorpión.
Sólo para dar un ejemplo, refiero lo anterior, pues me estoy extendiendo demasiado y deseo tratar esto en una conferencia pública en América para probar todo lo que necesitamos saber para formar mantrams y hasta que punto nos podemos valer de la Euritmia Vocalizadora. El hígado se forma ya, desde la vida intrauterina, de las fuerzas emanadas de Júpiter. El pulmón con Mercurio y el bazo con Saturno.Al pronunciar una vocal, se abre paso el sonido hacia las corrientes de los astros que le corresponden y podemos, por ejemplo, pronunciando mal,cargar el pulmón con fuerzas de Júpiter que corresponden al hígado,provocando entonces un estado enfermizo que conocemos con la denominación de HEPATIZACIÓN PULMONAR.
De manera que, las vocales, provocan fuerzas emanadas de los astros, comprobado por el espectro análisis, y abren el camino hacia nuestro cuerpo. Las consonantes corresponden a las constelaciones zodiacales y si estudiamos el origen de una enfermedad y el remedio que vamos a aplicarle, desde el punto de vista astrológico, se nos presentan los mantrams como medio curativo grandioso y ahora conocemos su modo de operar. Las plantas tienen, como el organismo humano, su cuerpo vital y astral que crecen y se desarrollan cada una, bajo la influencia de ciertos astros.Durante la Primavera actúa con más empeño el vital constructivo, mientras que en el otoño e invierno actúa el astral, destruyendo lo hecho anteriormente. Pues bien. Ya lo hemos dicho. Hay estados morbosos o enfermedades que requieren un aumento vital y pretender curar éstos con plantas cortadas en el otoño, resulta contraproducente. Otras veces necesitamos que la vida tenga más lugar para desenvolverse y no lo puede alcanzar, porque la construcción que antecede no es bastante activa y entonces se requieren, precisamente, plantas secas y raíces.
Ahora comprenderá el lector que mal hacen en las Escuelas Médicas en enseñarnos que tal o cual planta o su producto se use para tal o cual enfermedad, pero nada se diga del tiempo en que deban cortarse, además. Todo es ritmo dual, principio femenino y masculino y ese ritmo, que suena tanto en la planta como en el hombre, también debe tomarse en consideración en las aplicaciones terapéuticas.Por último. Tanto los astros, como todo lo que nos impresione del exterior, pasa por determinados centros magnéticos que, a su vez, están sujetos a nuestras glándulas endocrinas.
Ellas son, empezando de arriba hacia abajo:
La Epífisis.
La Hipófisis.
El Tiroides.
Los Cuerpos Epitelares.
El Timo.
Los Riñones Suplementarios.
Las Glándulas Sexuales.
Este septenario, tiene cada uno un astro del que saca su substancia base y un sonido que le corresponde.Los poderes ocultos residen también en estos centros y el que despierta esos poderes se tendrá que valer de los mantrams, encerrando en ellos, la fuerza de las vocales para actuar.Nuestro organismo, como lo vemos los videntes, tiene una división ternaria. La una corresponde a los sentidos y nervios; la otra a la nutrición y asimilación material y, dentro de estas dos, el ritmo.Las vocales son síntesis y sus fuerzas actuantes los astros.Las consonantes, ya dije, corresponden a las constelaciones zodiacales y actúan sobre las chacras que están, hasta en su forma, conectadas con las consonantes.
Veamos la forma de una consonante.
Tenemos la S. ¿No se parece a una culebra que se mete y se introduce por todas partes?. Y si miramos nuestros intestinos, ¿No son algo así como una serie de SSSSSSSSSS?. Pues ahí se ve esa relación que nos hace notar Paracelso y cuando sufrimos una enfermedad crónica de los intestinos soñamos constantemente con víboras.Esto es muy interesante para el psicoanalítico...
La enfermedad reside en el subconsciente y él nos manda a veces un sueño, una pesadilla. Es un esfuerzo que hace el subconsciente mismo por llevar este sueño a la conciencia. Despertamos y nos quedamos asustados pensando muchas veces que la víbora aún está en la cama, pero lo notable es,que al día siguiente de haber tenido ese sueño pesado, despertamos siempre mejor y, muchas veces, radicalmente curados.
Los Rosa Cruz provocamos, intencionalmente, sueños para poder curara una persona y para ello tenemos perfumes, vocales y consonantes.
Leadbeater en su obra "Los Chacras" (nosotros poseemos sólo la edición alemana) cita a Gichtel haciendo referencia a su obra “Teosofía Práctica”, pero se permite criticar al primer fundador de la S.T. original, sosteniendo que le faltaba la exactitud del verdadero ocultista y queriendo dar a entender que el verdadero criterio sólo es peculiar de los neoteósofos del último siglo.
Podemos asegurar que no es así y responder como lo hizo Newton a Halley al ser criticado por éste sobre sus aficiones astrológicas:
Yo la he estudiado y Vd. no. Leadbeater, en su obra, hace figurar la estampa de Gichtel L'Homme Terrestre NaturelTenebreux, en la que observamos el Signo de Saturno en la Epífisis, el de Júpiter en la Hipófisis, el de Marte en la Tiroides, el del Sol en los Cuerpos Epitelares, el de Venus en el Timo, el de Mercurio en los Riñones, el de la Luna en las Glándulas Sexuales, en todo lo cual hay un profundo secreto, pues en todo ello, como dicen los Teósofos Antiguos, se concentran las fuerzas planetarias.
Verán ahora nuestros lectores lo que decimos con respecto a estos centros en nuestros libros "Rosa Esotérica" y en el "Tatwámetro", donde aprenderán la correspondencia que tienen entre sí glándulas y planetas, cuyas fuerzas son unas veces de carácter masculino, otras femenino y otras de carácter intelectual o espiritual. Gichtel, trata la cuestión de los Chacras mas extensamente como Astrólogo que como simple Teósofo.
No es posible, ciertamente, llegar a hacer un horóscopo perfecto, si no se han estudiado nuestras obras "Tatwámetro" y"Biorritmo". En ellas existe una Clave indispensable para los astrólogos y elementos bastantes para evitar sus errores, pues las fuerzas tátwicas dan un sello especial al ego por toda la vida que mantienen en cualquier momento de la existencia. Por ejemplo, nosotros hemos tenido en estos meses, malísimos aspectos planetarios, coincidiendo en estos aspectos con un hermano nuestro de Baviera. Mientras él cayó gravemente enfermo y sufrió una pérdida considerable, nosotros caminábamos en sentido normal sin haber tenido que lamentar la menor molestia, pues al abrirse esas cuadraturas contradictorias para nosotros, él estaba biorrítmicamente en Minus, en tanto que nosotros íbamos en Plus, actuando el Pritvi (tatwa). Así pues, un aspecto bueno, se puede nulificar cuando el ritmo y el tatwa sean malos y viceversa, salvándonos siempre esos factores tátwicos y biorrítmicos. Las fuerzas planetarias son, desde luego, una expresión expansiva entre tiempo y espacio que se sintetiza en nosotros, pasando las corrientes vitales a través de nuestro cuerpo, animando nuestros chacras y centros sensibles.
Hay un factor tan importante como curioso para explicar mi suerte de este año de constelaciones malas y ese factor astrológico, lo ignoran el 90% de los Astrólogos y sobre todo los españoles, pues nunca he visto mencionado ese factor en los horóscopos de allá. Reto al que sea a que me pruebe lo contrario.
Yo nací en Sábado de Gloria, así que por el día el paso de Saturno al Sol y después el Plenilunio de Primavera. Esta Luna, cada vez que se ha repetido en mi vida, me ha traído éxito y salud, pues esa Luna de Viernes Santo tiene fuerzas peculiares únicas en el año. Huevos puestos en ese día no se descomponen y hasta el agua sacada de fuera te dura muchísimo tiempo sin descomponerse e invito que los astrólogos hagan experiencia el año próximo. Aquí rompimos un huevo del año pasado que estuvo tan fresco como puesto el mismo día. Esa luna ejerce una acción poderosa sobre los recién nacidos y les carga como acumulador otra vez cuando en ellos se repiten las mismas circunstancias.
Existe un tratado indispensable para todo Astrólogo que pretenda conocer los verdaderos secretos de la Astrología, pero estamos seguros que ninguno de los lectores de nuestra revista que se ocupan de esta ciencia lo poseen, a excepción de nosotros que lo guardamos como tesoro único. Se trata del TONALAMATL (Libro del Sol) de los antiguos Mexicanos; En este Libro, se encuentra todo cuanto pudiera apetecerse dentro de la magia que, de conocerlo Papus, Eliphas Levi o la Maestra Blavatski, hubieran prescindido de todos los demás tejetos y hasta del libro de Dzyan inclusive, para descifrar el Tonalamatl que sirvió para la enseñanza de los Tonalpouh que o Astrólogos Mexicanos, los cuales existieron antes que se escribieran los Libros de Varaha-Muhira, antes de los caldeos y de todo aquello que se supone como origen o fuente primitiva del Arte Real. Para hallar este Libro, que bien pudiéramos llamarle un original tesoro científico, contribuyeron notablemente los arqueólogos alemanes que fueron los mas celosos en este punto. Sin embargo, ya sabemos que en España, sobre todo en Sevilla, puede encontrarse buen arsenal de estas cosas del historiador Sahagún y es lástima que no haya nadie que se ocupe de estas investigaciones. Los Tonalpouh que o astrólogos mexicanos, eran los encargados de ofrecer a los emperadores aztecas los días favorables para emprender la guerra o dar comienzo a las siembras y recogida de cosechas, según las constelaciones y posición de los Astros.
Los mexicanos tenían dos calendarios que, pudiéramos decir, estaban refundidos en uno sólo. El primero se consideraba como el ritual o Tonalamatl, a que antes nos referimos, con sus 260 días, mediante el cual, se fijaban las fiestas fijas y estaciones del año con sus 365 días. Para denominar los días, se hacía uso de ambos calendarios refundidos y entonces se fijaban los 20 días o signos pictóricos, numerados del 1 al 13, Estos Signos eran como sigue:
1.- Cipactli, la Cabeza del monstruo o animal marino que aparece ya con patas, ya con aletas. Los Dioses se valieron de Cipactli para hacer la Tierra y por esta causa la corteza terrestres semejante al animal mitológico.
2.- Eecatl o Viento.
3.- Calli o Casa
4.- Cuetzpallin o Lagartija que está en relación con el crecimiento de las aguas, la fertilidad del suelo, la abundancia de las cosechas, etc. Con este Signo está también relacionado Chalchiuhtlicue, o Vía Láctea.
5.- Coatí, la serpiente, que si bien la encontramos en un nombre del Dios principal, es signo de pobreza y falta de hogar.
6.- Mictlantecutli o Muerte, Dios del Infierno, considerado como de mal agüero y representa la timidez.
7.- Mazatl, cabeza de venado, representación del Dios de las lluvias.
8.- Tochtli, conejo, signo muy estimado pues representa la generación y la abundancia.
9.- Atl, Agua. De esta raíz procede la palabra Atlántico.
10.- Itzcuintli, Perro. Animal conductor para el otro mundo.
11,- Ocomatli, Mono. Representación de la Justicia y la Astucia.
12.- Malinalli, Pasto o Cuerda de Pasto.
13.- Actal, que representa el Caos o Vacío.
14.- Ocelotl, Tigre. Que anuncia suerte y fortuna, amores y gloria en la guerra, pero también la muerte por sacrificio o en holocausto a los Dioses.
15.- Coautli, Águila, signo de valor, de triunfo.
16.- Cozcacouahtli, Pájaro de mal agüero. El Geier de los Nórdicos.
. 17 Olín, el Movimiento. Anuncia temblores de tierra y de cosas que se mueven.
18.- Tecpatl, la piedra de fuego o de sacrificio, símbolo deTezcalipoca, Dios de la creación.
19.- Tlaloc, Dios de la Lluvia, símbolo de prole, sobre todo si se une al siguiente.
20.- Xóchitl, Flor, ofrece el amor y simboliza la virilidad, la fuerza si se une al anterior. Caso contrario este signo es estéril.
Así tenemos los 20 días del mes. Trece veces tienen que repetirse estos signos para que vuelvan a repetirse, empezando por el signo nº 1, Cipactli.
Para hacer sus horóscopos, tenían 20 Casas. Cada uno de los días correspondía a una Casa y tenía su Dios. Estos Dioses diversos, se relacionaban entre sí, ya amigablemente, ya en sentido de enemistad y así tenemos los aspectos de Cuadratura, Trígonos, de nuestra astrología clásica.
Con los números formaban ya una Kábala mucho más grandiosa y superior que la hebraica y cada uno de estos números ya tenían su significado de Suerte o Desgracia. El 3 y el 4 se les consideraba como símbolos de buena suerte. El 5 y el 6 como de suerte adversa.La fortuna mayor era representada por el 7, mientras que eran siempre nefastos el 8 y el 9. Luego el 10, 11 y 13 eran considerados de buen augurio.
Ahora, cada Dios, tenía sus atributos y sus características especiales y cada ser que nacía bajo cualquiera de estas influencias, tenía características y condiciones parecidas.
En los días en que había nacido una persona, se buscaba el ascendente del Sol, calculándose el mediodía y así se formaban las Casas, siendo la primera el Ascendente. Estas casas eran iguales y por eso los Rosa Cruz tenían razón en operar del mismo modo, no siguiendo las falsificaciones Semitas que han corrompido la horoscopía moderna, desgraciadamente propagada en España.
Ya probaremos que la astrología mexicana es anterior a todas las demás y las aseveraciones que tenemos de los sincretismos y falsificaciones orientales.
Hoy el verdadero astrólogo, tiene que ir a la fuente primitiva y aprender de los pueblos nórticos como los Toltecas,que salieron de la misma base común que los Germanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario